TERCER MILENIO
Amado Yege, emblemático empresario cuya familia y amigos son los soportes de su trayectoria
Por Justo L. Urbieta
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Amado Yege, quien celebra 91 años de edad el 29 de noviembre, es un emblemático empresario formoseño con proyección regional que reconoce en la familia y los amigos a los soportes de su trayectoria exitosa que también incluyó su incursión en la política y en la gestión pública.
Si bien es cierto que trascendió como gestor de Formosa Refrescos, la planta embotelladora de la bebida cola más famosa del mundo ubicada en la esquina de 9 de Julio y Junín, no olvida su origen humilde, la cercanía con su padre con quien colaboraba en las ventas callejeras y al que vio morir cuando tenía 11 años como tampoco su militancia en las filas de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) que en los comicios de 1958 le permitió ocupar una banca en la Legislatura Provincial. A 50 años de ese acontecimiento cívico, los ex legisladores fueron distinguidos por el gobernador Gildo Insfrán.
Tras su paso por la casa de las leyes, su inquietud lo impulsó a encarar emprendimientos privados que resultaron exitosos y que culminaron con la fundación de Formosa Refrescos considerada una empresa icónica en la provincia, ya que alcanzó tal relevancia que en varias ocasiones fue distinguida como la mejor del país.
Entusiasta admirador del presidente de la Nación, doctor Arturo Frondizi, Yege militó en el Desarrollismo al que representó como diputado provincial en la primera pléyade de legisladores electos en 1958 tras la organización institucional por la provincialización de Formosa.
Cuando Raúl Alfonsín asumió la presidencia en 1983, Amado Yege, fervoroso defensor de los valores democráticos, fue invitado por el doctor Floro Eleuterio Bogado, electo gobernador de Formosa, para que integre el gabinete como ministro de Economía, siendo recordadas sus hábiles diligencias para conciliar las mejores relaciones con el exigente secretario de Hacienda de la Nación, Norberto Bertaina, en un momento en que no eran tan flexibles los vínculos entre el PEN gobernador por el radicalismo y el peronismo que accedió al PEP.
Su trayectoria incluye su permanente asistencia solidaria con el aporte brindado para colaborar con la labor educativa así como la exaltación de los valores de sus comprovincianos a través de instrumentación del premio Orgullo Formoseño y de los incentivos para promover la actividad cultural.
Su incansable trajín empresarial fue interrumpido por un accidente automovilístico que sufrió mientras viajaba a Asunción del Paraguay para reunirse con directivos mundiales de Coca Cola.
Fue un incidente de suma gravedad que lo obligó a ser asistido durante un año y medio en Buenos Aires por destacados profesionales de la medicina tras lo cual regresó a esta ciudad donde completó su recuperación para reanudar sus proyectos referidos a la modernización de su planta central en el barrio Independencia de esta ciudad desde donde abasteció durante largos años a Chaco, Corrientes, Misiones, Formosa y norte de Santa F, fue adquirida por los mexicanos de la firma ARCA en 2008.
El denominado Grupo Yege tenía, por entonces, en las cuatro provincias un mercado de 3,4 millones de habitantes y 27 mil puntos de ventas.
Yege empezó a distribuir la gaseosa en el año 1964 y se convirtió en embotellador en el año 1978, convirtiéndose en el líder de la más importante fábrica de la provincia que llegó a dar trabajo a poco más de un millar de personas.
Fue distinguido en diversas ocasiones por las autoridades de la firma internacional de la afamada gaseosa y al menos dos presidentes mundiales de la misma llegaron a Formosa para ponderar la labor empresarial y la evolución de las actividades de Formosa Refrescos.
No hace muchos años, Yege vendió la firma al Grupo ARCA cuyos directivos lo invitaron este año a celebrar el quincuagésimo sexto aniversario del desembarco de la famosa gaseosa en Formosa y la región.
Sin embargo, y orgullosamente, reconoce que su trayectoria fue fortalecida por el amor filial para con sus padres Tamine y Antonio; sus hermanos Salim y Elías y la familia que integró con su esposa Ana María Korón. Es padre de media docena de hijos y disfruta, sin disimularlo, de sus catorce nietos y cuatro bisnietos.
Reconoce a la amistad como un valor sagrado y en esa nómina ubica a cada persona que trabajó con él y a aquellos que con el paso del tiempo trascendieron en las más diversas disciplinas como ocurrió con su médico personal el doctor León Francisco Kessner; sus socios comerciales en sus inicio como los hermanos Mann y al riojano Carlos Saúl Menem, de origen libanés como él, a quien conoció cuando tenía 21 años.
Ambos demostraron el relieve de la relación ya que Menem lo visitó permanentemente durante su internación en Buenos Aires cuando ya era presidente de la república y Amado lo atendió y contuvo cuando en sus épocas de gobernador de la provincia del NOA y tras el golpe militar fue detenido en Las Lomitas bajo el régimen de libertad vigilada.
Ese perfil rico en valores fue ponderado en una exposición estudiantil en Miami por su nieto Santiago Carregal, hijo de Alenka.
Al relatar la travesía terrenal de su abuelo comentó ante la platea que los escuchaba: “Es difícil de creer que el niño que vendía frutas en la calle fuese el anfitrión del CEO de una compañía multimillonaria a nivel mundial en su propia casa”.
Además de admitir el profundo amor que lo liga a él, explicó: “La razón por la que elegí escribir sobre Amado es porque este gran hombre es mi abuelo. Y si él no hubiera soportado todo el dolor y las dificultades, yo no estaría parado en este escenario ahora”.
Ya retirado de la actividad empresarial, Amado Yege es recordado por el regocijo que mostraba al contemplar la planta fabril que logró recrear y coincidió con quienes opinan que las grandes obras trascienden a los hombres y que lo valioso es que el fruto de ese esfuerzo se haya convertido en un aporte para la comunidad provincial y regional.