Apoyar a quienes defienden los intereses del pueblo
La campaña electoral va avanzando hacia el momento decisivo del 14 de noviembre cuando la ciudadanía formoseña volverá a cumplir con la obligación de sufragar en el contexto de las elecciones de medio término convocadas para la renovación parcial de los órganos legislativos nacionales, provinciales y municipales.
Gildo Insfrán, quien sin ser candidato a llevado la voz cantante del espacio nacional y popular en Formosa, se ha encargado de esclarecer el verdadero objetivo del Modelo pergeñado desde el inicio de su gestión por consenso con el pueblo de todas las localidades y ciudad de la provincia así como de demostrar como esa meta se va cumpliendo progresivamente para responder a los sueños y aspiraciones de los habitantes de esta bendita tierra fundada por Luis Jorge Fontana.
El discurso es coherente y los que desconfían de este concepto pueden recurrir a los archivos existentes para corroborarlo y advertirán cómo se ha logrado cumplir con los planes y proyectos de obras que, en su mayoría, hasta han sido sueños y utopías de varias generaciones de formoseños.
Es cierto que hubo un interregno de cuatro años de gestión macrista que postergó que emprendimientos fundamentales y hasta emblemáticos quedaran neutralizados, paralizados, detenidos, por el capricho de un presidente a quien le molestaba que Insfrán se pasara ese tiempo reclamándoles por lo incumplido y mostrándole a propios y extraño como se discriminó groseramente a todo un pueblo que, sin embargo, decidió no pactar con la adversidad y aceptó que la provincia, con sus recursos, vaya cumpliendo, aunque a menor ritmo, con lo más urgente y necesario.
La llegada de un gobierno nacional y popular trajo aire fresco a la provincia, como manifestara el gobernador, dejando atrás un tiempo de sequía a causa de una gestión que le dio las espaldas a Formosa.
Y mucho de lo quedó paralizado se reactivó y en ese contexto llegó la buena nueva de un cupo global de 5.200 viviendas, 2.000 de ellas en la Nueva Formosa; otras 1.600 destinadas al interior y otras 1.600 que, sorpresivamente, y hace pocos días, anunció en su visita el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi.
Es cierto que hay familias, muchas de ellas numerosas, que anhelan cumplir con el sueño de la casa propia y responder a sus aspiraciones constituye uno de los principales propósitos gubernamentales.
Pero a ese impacto social de la construcción de las viviendas -ya que tienen que ver con darle a la familia la herramienta básica para que recree el hogar- hay que sumarle el conjunto de beneficios que se plantea en numerosos sectores de la economía como los corralones de materiales, los ladrilleros, los carpinteros y hasta las pymes familiares que elaboran comidas para los obreros.
Hay que imaginar 5.200 viviendas en ejecución ya que se necesitan al menos cuatro trabajadores para que, directa o indirectamente, se encarguen de levantarlas.
Y en ese sentido, hay que sumarle otro aditamento ligado al criterio ideológico de las autoridades locales: cada formoseño tiene derecho a realizarse en el lugar donde nació y a acceder a un pedazo de tierra donde pueda trabajar y levantar su casa, con el necesario título de propiedad.
Fue en ese marco que se vivió ayer en el estadio Cincuentenario -que el viernes cumplió 14 años ya que fue inaugurado el 15 de octubre de 2007- donde casi 700 familias de 43 barrios de esta capital vieron que se hizo realidad el sueño de hacerse de la documentación que acredita que son dueños reales de la tierra y la infraestructura allí levantada.
Hay, ante la cita de los logros alcanzados en todos los campos por el modelo Formoseño, un pedido de Insfrán para que la población no se deje de engañar por discursos engañosos y para que el 14 de noviembre no duden en apoyar a quienes han demostrado ser representantes genuinos de los intereses formoseños.
Es que la experiencia le demostró que los que pertenecen a la oposición han repetido ese concepto aunque, según lo señalara el mandatario, nadie ignora que tienen como referentes a dirigentes porteños que solo ocasionalmente se acuerdan de Formosa en el afán de demostrar un apego al federalismo que es mentiroso, según ha quedado evidenciado.
Y no dejó de llamar la atención que una avanzada de los visitantes que hubo en los momentos álgidos de la pandemia a la ciudad de Clorinda para organizar actos y movilizaciones contrarios a la estrategia provincial haya olvidado ser consecuente con esa proclama de supuesta defensa de los intereses de la segunda ciudad.
Es que la realidad demuestra que la oposición no incluyó a ningún clorindense en las nóminas de candidatos para el 14 de noviembre mientras que el Frente de Todos incorporó a dos en el listado de postulantes a bancas en la Legislatura provincial.
De allí la insistencia en el llamado a los electores para sumar diputados nacionales; diputados provinciales y concejales municipales que han dado muestras de defender los intereses genuinos de los formoseños para que ellos en el Congreso de la Nación, por un lado, y en los órganos institucionales locales garanticen la sanción de ley que tengan la suficiente fortaleza para que no ocurra lo mismo que sufrieron instrumentos de alta utilidad popular que quedaron postergados por presentaciones judiciales o la presión de los poderes que todo lo monopolizan y postergan las justas aspiraciones y sueños de los argentinos.
Justo L. Urbieta