TERCER MILENIO
Argentina, a la deriva en el mundo
Por Eduardo J. Vior
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Las imprecisiones sobre la política exterior y algunas expresiones ideológicas siembran dudas sobre la autonomía de nuestro país frente a capitales financieros y extractivistas de EE.UU.
La campaña electoral argentina que acaba de terminar fue desde el inicio un tema central en la agencia de las grandes potencias. No podía ser de otra manera: nuestro país, con la octava superficie del mundo, entre dos océanos y a la puerta de la Antártida, encierra enormes riquezas en minerales estratégicos, gas, agua, alimentos y una población altamente capacitada. Es un escenario central en la lucha por el poder mundial. Por eso los principales líderes del globo siguieron atentamente la pelea comicial y jugaron sus fichas a uno u otro candidato. Los principales beneficiarios extranjeros del resultado del domingo pasado no son, empero, gobiernos, sino actores políticos y empresariales de la derecha norteamericana.
En la noche del domingo Elon Musk fue la primera figura internacional de relieve que felicitó a Javier Milei. Musk se pronunció en la red social X de su propiedad comentando un posteo de la cuenta EndWokeness (Acaben con el lenguaje correcto) que afirmaba “Mierda, la Argentina acaba de elegir a Javier Milei como su próximo presidente. Hoy se hizo historia en la Argentina”.
Poco después el propio Trump salió a felicitar a Milei posteando en su red Truth Social “Make Argentina great again!” (¡hagamos a argentina grande otra vez!). Enseguida agregó “Felicitaciones a Javier Milei por una gran carrera para Presidente de Argentina.” También el exasesor de Trump en la Casa Blanca y promotor del podcast War Room, Steve Bannon, festejó la victoria de la ultraderecha. “La derecha libertaria gana contra todo pronóstico en Argentina. Los globalistas hicieron todo lo posible para vencer““, escribió este jefe de la Internacional Derechista en Getter, la red social del trumpismo. Elon Musk, dueño de Tesla, la mayor fabricante de vehículos eléctricos de Occidente, ya apoyó la campaña electoral del libertario desde hace por lo menos tres meses.
Además de Donald Trump y Elon Musk, la relación internacional de mayor peso de Javier Milei se da con el fondo de pensiones Blackrock, con una cartera de diez mil millones de dólares de lejos el mayor del mundo. El Fondo que lidera Larry Fink no solo posee títulos de deuda local sino también acciones en YPF, Bunge, Glencore, y Livent, entre otras. Es decir, activos energéticos, alimenticios y minerales, los tres componentes que más se demandarán en el mundo en los próximos años. Tras la abrupta devaluación del dólar en curso, con una Argentina barata, el fondo podría tener más cerca de su alcance los principales recursos del país. El nexo directo entre Milei y BlackRock se da a través de Darío Epstein, representante de este Fondo en la empresa Pampa Energía.
Sin dudas, el presidente electo no era el preferido de la Casa Blanca. La administración demócrata había apostado por Sergio Massa. El Departamento de Estado considera a Javier Milei como parte de la familia de la ultraderecha internacional, junto con Jair Bolsonaro, Donald Trump, Javier Abascal (de la española Vox), el colombiano Iván Duque, el mexicano Felipe Calderón, el salvadoreño Nayib Bukele y el chileno José Antonio Kast, todos apadrinados por el Premio Nobel Mario Vargas Llosa. Esta aprehensión se manifestó este lunes en la condicionada felicitación del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, al nuevo mandatario: “Felicito a Javier Milei por su elección como presidente de Argentina y al pueblo de Argentina por celebrar elecciones libres y justas”, dijo la mano derecha del presidente estadounidense, Joe Biden. “Esperamos seguir construyendo nuestra sólida relación bilateral basada en nuestro compromiso compartido con los derechos humanos, los valores democráticos y la transparencia”, agregó. Se trata, precisamente, de tres de los tópicos más conflictivos para la relación entre el habitante de la Casa Blanca y el futuro inquilino de Olivos. Cerca de la medianoche llegó el comunicado del Secretario de Estado Antony Blinken. El estratega de Biden en política exterior replicó el mensaje de Sullivan, con un agregado de la agenda común: el cambio climático.
Ya durante la campaña electoral la futura canciller Diana Mondino intentó infructuosamente relativizar esa desconfianza. Que Donald Trump y Elon Musk se apresuraran a saludar el triunfo de LLA seguramente no contribuye a mejorar ese vínculo. Los demócratas, por el contrario, optaron por el silencio.
Otro que debió contener su desazón fue el presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva, quien saludó del modo siguiente: “La democracia es la voz del pueblo, y debe respetarse siempre. Deseo buena suerte y éxito al nuevo gobierno. Argentina es un gran país y merece todo nuestro respeto. Brasil estará siempre disponible para trabajar junto a nuestros hermanos argentinos.” Por su parte, el ministro de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Paulo Pimenta, manifestó este lunes que Lula solo hablará con Milei, cuando éste pida disculpas. Evidentemente, las aguas del Paraná bajan turbias.
Además de Brasil, también los gobiernos de Rusia, India y China enviaron mensajes oficiales al triunfador. China felicitó este lunes al presidente electo y aseguró que quiere seguir trabajando con el país. China quiere “trabajar con la Argentina para proseguir la amistad” entre los dos países y para una “cooperación donde todos ganen”, indicó la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning.
Por su parte, este lunes el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró que Rusia siguió las declaraciones hechas por Milei durante su campaña electoral, pero que adoptará la respectiva postura por lo que el nuevo jefe de Estado diga después de su investidura. Además, Peskov destacó que Moscú respeta la elección del pueblo argentino. El vocero abogó asimismo por un mayor desarrollo de las relaciones bilaterales.
Además de felicitarlo por ganar las elecciones, los cuatro países pidieron al futuro presidente que mantenga los vínculos diplomáticos y comerciales. Según versiones, Javier Milei va a cumplir su promesa de sacar a Argentina de los BRICS, pero funcionarios chinos preguntados al respecto declararon anónimamente no tener ninguna información al respecto.
Como era previsible, el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el líder de la agrupación de ultraderecha española Vox, Santiago Abascal, felicitaron al candidato presidencial de La Libertad Avanza por su triunfo en el balotaje. “La esperanza vuelve a brillar en Sudamérica”, escribió Bolsonaro en su cuenta de X. Y agregó lo siguiente: “Felicitaciones al pueblo argentino por su victoria con Milei””. Por su lado, el ultraderechista español señaló que espera que los “buenos vientos alcancen a Estados Unidos y Brasil”, para que “la honestidad, el progreso y la libertad vuelvan”. “¡Viva España, viva Argentina, vivan libres de socialismo y soberanas!”, finalizó.
Este lunes el presidente electo dijo en una radio oficialista que realizará un “viaje espiritual” a Estados Unidos, para visitar a unos rabinos amigos, para de allí seguir a Israel, antes de asumir el gobierno el 10 de diciembre. Se entiende que con el primero piensa concretar sus negocios con la comunidad ortodoxa de cuño neoliberal Lubavitch. Según el presidente, el viaje tiene una connotación religiosa.
Después de la pérdida de Brasil en 2022, el triunfo de Javier Milei es asumido por los sectores más radicalizados de la derecha occidental como un triunfo propio. Sin embargo, el presidente electo todavía no ha definido su política exterior y sus contradicciones con la futura canciller Diana Mondino preanuncian muchos vaivenes, ya que él es partidario de un alineamiento ideológico y financiero casi exclusivo con EE.UU. e Israel, mientras que ella aspira a mantener relaciones con todos los países a dónde Argentina pueda exportar productos primarios. Si se tienen en cuenta los claros y direccionados intereses de Elon Musk en el litio, de Blackrock en Vaca Muerta y en todo el sector primario y de determinados capitales israelíes en servicios y hotelería, la falta de precisiones amenaza dejar nuestro país a la deriva en medio del cambio de época mundial. Tener política exterior supone adaptar a la actualidad los principios básicos de la política exterior argentina desde principios del siglo XX, fijar metas prácticas alcanzables y ser dúctil en la selección de los socios, aliados y amigos. Todo esto falta.