ATP y otros beneficios de ANSES: las nuevas excusas para estafas telefónicas
En las últimas semanas la vieja modalidad de estafas telefónicas encontró un nuevo relato apelando a la necesidad de la gente frente a la difícil situación que muchos atraviesan.
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Se trata de llamados con características de otras provincias, aunque también se han encontrado algunos desde números locales, que se hacen pasar por representantes de ANSES o de entidades bancarias y financieras y se comunican con las personas que integran la lista de beneficiarios de distintos programas nacionales, como el ATP, el bono de ANSES o la Tarjeta Alimentar, requiriendo una serie de datos para su supuesta acreditación.
También, en algunos casos, el contacto se realiza vía Whatsapp, con una captura del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y posteriormente, con la excusa del depósito de un monto de dinero, brindan un código y requieren algunos datos personales y bancarios.
El Comisario Mayor Néstor García, a cargo de la Unidad de Inteligencia Criminal del Departamento de Informaciones de la Policía de Formosa, nos informó cuales son las recomendaciones y los pasos a seguir en caso de ser víctima de este tipo de acciones.
En primer lugar, es importante tener presente que en general los organismos oficiales no se comunican por medio de representantes y mucho menos solicitarán datos sensibles, como número de cuentas, claves o códigos de seguridad. Por lo que, ante cualquier comunicación dudosa, es importante certificar que se trate de cuentas verificadas, preservar el número de teléfono que realizó el llamado y el CBU en caso de que se haya concretado la estafa, asi como todo tipo de mensajes o archivos que se hayan intercambiado, sin borrar nada, pues todo puede servir de evidencia.
Asimismo, explicó que hay que realizar siempre la denuncia en la Comisaría más cercana o llamar al 911 para exponer la situación, y una vez tomada la declaración, junto a las pruebas, serán derivadas al área respectiva para la investigación.
Además, aclaró que una cosa es la acción penal, donde se depende del trabajo articulado con los juzgados para lograr el acceso a las fuentes de información, como las compañías telefónicas, y otra cosa, que debe realizarse de manera inmediata, es la gestión con la entidad bancaria o financiera, quienes pueden proceder a bloquear las cuentas o tarjetas vulneradas, desconocer las actividades sospechosas e incluso devolver el dinero que se ha sustraído en caso de verificar que no fue una actividad autorizada por el titular.
Según algunos medios regionales, esta modalidad se ha presentado en todo el país, y es fundamental estar muy atentos, ya que años anteriores eran los adultos mayores los principales damnificados, pero hoy en día la franja etaria va desde los 18 hasta los 50 años y el contexto de pandemia ayuda a que se encuentren más susceptibles a caer en este tipo de trampas.