Bety: una vida de superación personal y profesional arraigada a la cultura Qom
La mujer define su experiencia académica con una palabra: cosmovisión, “porque ella involucra valores, capacidades, aprendizaje, desarrollo profesional, gratitud, esperanza, amistad, desafíos, educación, diálogo intercultural, interculturalidad, amor, templanza, reivindicación, fortaleza, derecho y protección”.
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Beatriz Rodríguez o Bety, como le dicen sus allegados, es una mujer indígena perteneciente a la etnia Qom. Nació en la ciudad de Formosa y es la primera integrante de su familia biológica en finalizar los estudios obligatorios del sistema educativo y en continuar con una formación profesional.
Con ansias de seguir superándose y gracias a las políticas aborígenes de integración, inclusión y equidad llevadas a cabo por el Gobierno de la provincia, Bety, su marido y su hija, pudieron subir un escalón más y cursar una carrera de Nivel Superior.
Orgullosa, cuenta que su familia está compuesta por dieciséis personas, entre ellas su cónyuge, quien ya está recibido de Técnico Superior en Gestión Sociocultural y por 5 hijos, 6 nietos y 3 yernos.
En el JIN 9 Pastorcitos de Belén del barrio Mariano Moreno, y en la EPEP 333 del mismo barrio, realizó sus primeros pasos educativos, aunque finalizó la primaria en la EPEP 335 MEIB del barrio Nam-Qom.
Transitó la secundaria en el Centro Educativo de Nivel Medio 1, actualmente denominado EPES EIB 1 de donde egresó con la orientación docente de Maestra Especial para el primer ciclo de la Modalidad Aborigen (MEMA): “Desempeñé este rol en la EJI 21 de barrio Nam-Qom. Allí pude aportar conocimientos a mis colegas con el objetivo de mejorar las prácticas escolares y el trabajo en pareja pedagógica”.
Como docente frente al aula, Bety defendió la educación bilingüe ante aquellos padres que se rehusaban a la enseñanza de la lengua materna en la escuela: “Junto a mis compañeros formamos un grupo que quería lo mejor para nuestra comunidad, entre ellos defender la educación bilingüe”.
Remarcó además que todo lo logrado fue a través del trabajo comprometido por reivindicar ese pensamiento e izar la bandera de su lengua y cultura.
Continuando su trayectoria, en el año 2012 comenzó a prestar servicio en la Coordinación de Educación Intercultural Bilingüe (EIB) y en el 2015 fue convocada para la elaboración del diseño curricular jurisdiccional para el aporte de los saberes para el área de Lengua y Cultura Aborigen: “Allí conocí a mis nuevos colegas, me capacité, realicé visitas en terreno, creé un diálogo directo con los estudiantes de los diferentes niveles y acumulé tantas experiencias que hoy, al ver el progreso del docente indígena siento que logré los objetivos que me había propuesto”.
“Actualmente me encuentro cursando el 5.o y último año del Profesorado de Educación Superior en Ciencias de la Educación en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Félix Atilio Cabrera de la ciudad capital”, indicó.
Con objetivos claros de progreso y con la meta firme de demostrar que Formosa es una sociedad diversa que practica la interculturalidad, Bety cuenta que decidió comenzar su formación profesional para demostrar a sus hijos y a los jóvenes de su comunidad que, con esfuerzo y con el apoyo de un estado presente, todo es posible.
Consultada sobre cómo definiría su experiencia académica, respondió: “Con una palabra, cosmovisión, porque ella involucra valores, capacidades, aprendizaje, desarrollo profesional, gratitud, esperanza, amistad, desafíos, educación, diálogo intercultural, interculturalidad, amor, templanza, reivindicación, fortaleza, derecho y protección”.
Esta es una historia ejemplificadora que hace alusión al progreso personal y social de las comunidades indígenas. La vida de Bety, representa el valor y el respeto que los habitantes del suelo formoseño tienen hacia sus comprovincianos de distintas etnias.
Gracias a las políticas equitativas de igualdad avaladas y concretadas a través del modelo formoseño, a lo largo y ancho de la provincia hay muchas betys estudiando, trabajando, instruyéndose para progresar y enorgullecer cada día, con cada paso, esta cultura multiétnica y pluricultural.
