Bibolini afirmó que no hay un tratamiento preciso y exclusivo para curar el coronavirus
El Ministerio de Salud de la Nación recomienda la postergación entre tres y seis meses luego del alta clínica para la aplicación de la primera dosis de la vacuna en aquellas personas recuperadas de covid-19, dado que el número de casos de reinfección documentada es muy bajo en los seis meses posteriores al diagnóstico.
El médico infectólogo Julián informó sobre el estado de salud de los pacientes graves con coronavirus y dijo que son 147 las personas en unidad de terapia intensiva (UTI).
“Estadísticamente –indicó– las personas que ingresan a terapia intensiva tienen por desgracia un mayor porcentaje en la posibilidad de fallecer a pesar de todo el esfuerzo y el tratamiento que se pueda aportar. Se debe en general a que no hay un tratamiento preciso y exclusivo para curar esta enfermedad, son tratamientos que disminuyen la posibilidad de desmejoría”.
En ese sentido señaló que de los 147 los pacientes que están en UTI en diferentes hospitales públicos de toda la provincia algunos están con respirador y otros son cuadros más críticos.
Asimismo, afirmó que los picos de contagios de más de mil casos diarios “están repercutiendo hoy, ya que los cuadros graves evolucionan al quinto o décimo día y comienzan a aparecer estos pacientes con cuadros graves”.
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Vacunas
Bibolini recordó además que el Ministerio de Salud de la Nación recomienda la postergación entre tres y seis meses luego del alta clínica para la aplicación de la primera dosis de la vacuna en aquellas personas recuperadas de covid-19, dado que el número de casos de reinfección documentada es muy bajo en los seis meses posteriores al diagnóstico.
Además, subrayó que de aplicar esa vacuna a personas recuperadas de la enfermedad “se le sacaría esa oportunidad a aquellas personas que ni siquiera tienen una primera dosis”.
Testimonios de recuperados
El doctor Juan Villamayor, director asociado del hospital Cruz Felipe Arnedo de Clorinda, brindó su testimonio como paciente recuperado de covid-19 y donante de plasma y manifestó estar “inmensamente agradecido” con los profesionales que lo atendieron en el Hospital Interdistrital Evita.
Desde la segunda ciudad contó que en el mes de noviembre del año pasado le tocó cursar la enfermedad; contrajo la enfermedad por un contacto estrecho “e inmediatamente también mi familia, mi señora y mis dos hijos menores”.
“Fuimos trasladados al Hospital Interdistrital Evita de Formosa capital –contó– donde nos atendieron de maravillas. El personal se portó de forma excelente con nosotros y estoy inmensamente agradecido, gracias a Dios, cursamos la enfermedad sin complicaciones”.
Tras señalar que permaneció internado 24 días en el hospital, sostuvo que “volvimos a casa bien, recuperados todos, con la buena noticia de que este año aumentaremos la familia porque mi esposa está embarazada; ella rindió su última materia online en el hospital y se recibió de abogada”.
Por otra parte, relató que el pasado sábado donó plasma y contó que “estuvo el personal del Hospital de Alta Complejidad, del Servicio de Hemoterapia, hice una primera entrevista y después coordinamos la extracción, que se hizo efectiva el pasado sábado”.
“Es una enfermedad muy agresiva”
El licenciado Jorge González, encargado de la terapia intensiva del Hospital de Clorinda, es otra persona que venció a la enfermedad.
“En el mes de abril –contó– comencé con algunos síntomas como fiebre y dolor de garganta, por lo cual me aislé en mi domicilio. Al día siguiente fui al hospital para hacerme los estudios, que arrojaron resultados positivos. Ahí me internaron y a los tres días empecé con mucha dificultad respiratoria y fui derivado a la capital provincial”.
En el Hospital de Alta Complejidad (HAC) estuvo 10 días en la unidad de terapia intensiva (UTI) donde “padecí mucho, el coronavirus es una enfermedad muy agresiva y la sensación de falta de aire es terrible”.
Contó asimismo que los partes médicos que les brindaban en ese momento a sus familiares no eran alentadores: “Había muchas chances de que me pusieran un respirador por la complicación del pulmón, que estaba todo tomado por el coronavirus”.
Finalmente, señaló que “fueron cinco o seis días de mucha dificultad respiratoria, donde uno no puede ni comer ni despegarse un segundo siquiera de la máscara de oxígeno, realmente la pasé muy mal”.