EL OBISPO DIOCESANO ENCABEZÓ EL CIERRE DEL TIEMPO DE ADVIENTO
Conejero exhortó a priorizar el encuentro espiritual por sobre los excesos materiales
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Monseñor Conejero Gallego hizo un fuerte llamado a la reflexión sobre el sentido comercial que a menudo empaña la festividad navideña. Exhortó a priorizar el encuentro espiritual por sobre los excesos materiales.
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En su homilía de este domingo, el obispo diocesano de Formosa, José Vicente Conejero Gallego, realizó un pormenorizado repaso de la actividad eclesial, destacó el fin de un ciclo de confirmaciones que alcanzó a miles de fieles y celebró el nuevo estatus legal de la etnia Nivaclé. Un llamado a la paz interna y a la justicia social en el cierre del tiempo de adviento.
En un clima de profunda espiritualidad y cercanía con la realidad social de la provincia, monseñor Conejero Gallego encabezó la celebración del cuarto domingo de Adviento. Su mensaje, cargado de cifras que denotan una intensa actividad pastoral y reflexiones teológicas sobre la figura de San José, se convirtió en una pieza fundamental para entender el presente de la Iglesia formoseña y los desafíos que afronta la comunidad en el umbral del año 2026.
El prelado inició su alocución compartiendo con la feligresía el resultado de las misiones realizadas en el interior provincial, enfatizando que la fe sigue vibrando en cada rincón de Formosa. Con la precisión de quien sigue de cerca el pulso de su comunidad, Conejero brindó detalles sobre las recientes visitas pastorales.
“Queridos hermanos, la semana pasada, que suelo hacer referencia a ella, hemos tenido la alegría de visitar la comunidad de San Francisco Solano de Misión Tacaaglé, así también como la parroquia Comunidad de San Isidro Labrador de General Belgrano, donde decenas de jóvenes han recibido el sacramento de la confirmación del Espíritu Santo”, relató el arzobispo, subrayando la importancia de la presencia territorial de la Iglesia.
La contabilidad espiritual del año 2025 arroja números que sorprenden por su magnitud. Según explicó el monseñor, el ciclo de confirmaciones que cerró este fin de semana fue uno de los más participativos de los últimos tiempos: “En sábado en la parroquia María Auxiliadora, de acá de la ciudad, 42 adultos, han recibido el sacramento del Espíritu Santo, cerrando así este ciclo de confirmaciones de este año, casi 3000, porque suelo llevar la contabilidad, 2951 se han confirmado entre jóvenes y adultos, que no son pocos, en 73 celebraciones”.
Nivaclé
Uno de los momentos más trascendentales de la homilía fue cuando el obispo abordó la cuestión social y los derechos de los pueblos originarios. Monseñor Conejero celebró con entusiasmo el reconocimiento oficial de la etnia Nivaclé por parte del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), un paso largamente esperado por estas comunidades.
“También hemos sentido la alegría este viernes pasado de la aprobación del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, la aprobación, el reconocimiento oficial de la etnia Nivaclé, originarios también de esta tierra de Formosa, que han sido reconocidos”, anunció conmovido.
El prelado no ocultó su deseo de que este paso nacional se traduzca prontamente en acciones locales: “Ahora esperemos que a nivel provincial también sean reconocidos oficialmente. Son hermanos que tienen sus comunidades en Lamadrid, Guadalcázar, Río Muerto, también en San Miguel de Laguna Yema, El Algarrobal y algún otro, no son muchos, pero son originarios de esta tierra y también son mayoritariamente católicos”.
El llamado final
Para cerrar su extenso mensaje, monseñor Conejero Gallego hizo un fuerte llamado a la reflexión sobre el sentido comercial que a menudo empaña la festividad navideña. Exhortó a priorizar el encuentro espiritual por sobre los excesos materiales.
“Pues bien hermanos, contemplemos estos días que restan para celebrar la Navidad, no pensando tanto en lo que vamos a comer y la fiesta que hay quienes se preocupan demasiado en esto, ¿verdad?, en la fiesta, en la comida, sino sobre todo en recibir en nuestro corazón la visita del Señor que viene a salvarnos”, sentenció con firmeza pastoral.