“TENEMOS CASOS DE DENGUE Y CHIKUNGUÑA, PERO NO ESTAMOS DESBORDADOS”
Coronavirus, dengue y chikunguña, enfermedades vigentes en la provincia
La directora de Epidemiología habló sobre las enfermedades vigentes en el territorio provincial, resaltando la baja de casos de coronavirus y por otra parte de las ventajas y desventajas de tener casos de dengue desde hace tiempo, poniendo en valor la preparación de los médicos y el conocimiento del tema que estos tienen.
La directora de Epidemiología, doctora Claudia Rodríguez, analizó la situación epidemiológica de la provincia con respecto a las enfermedades del coronavirus, dengue y chikunguña.
En primera instancia, habló sobre la covid-19, apuntando que “en la última semana registramos una baja importante, principalmente en la ciudad capital, donde se estaba dando un pequeño aumento de diagnósticos positivos”.
Además, aclaró que “el descenso se da en comparación de más de 30 casos contra los 18 últimos registrados, manteniendo en promedio la cantidad de hisopados”.
De igual modo, declaró: “Como siempre digo, que haya un caso, quiere decir que el virus sigue circulando en la sociedad, por lo tanto, no hay que relajarse”.
Aprovechó la oportunidad para recordar que “hay que completar el esquema de vacunación, porque viene la época invernal y es de esperar que aumenten los casos de enfermedades respiratorias, como ser coronavirus, gripe y bronquiolitis” e insistió en que, ante los primeros síntomas, “se debe recurrir al médico”.
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Dengue y chikunguña
Por otra parte, estimó que en la actualidad las provincias que están más comprometidas por casos de dengue “son aquellas que años anteriores no tenían casos en la misma magnitud que sí lo teníamos nosotros”.
Indicó que las provincias del noroeste argentino, Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa “tenemos una historia con el dengue desde hace varios años”.
“Particularmente en Formosa, desde el 2008 tenemos casos ininterrumpidamente, entonces es como que contamos con gran ventaja y a su vez, con desventaja”, esbozó.
En cuanto a salud, señaló que “la ventaja es que el equipo sanitario ya tiene la práctica hecha y maneja muy bien todo lo que es la parte clínica, el manejo y el tratamiento” y en cuanto a las personas es que “ya saben cuáles son las medidas de prevención y, a pesar de que todos los años hay que remarcarles la importancia, de igual manera se cuidan”, señaló.
Aquí, hizo notar que la desventaja radica en que, al tener un índice bajo de mortalidad, hace que uno no acuda rápidamente al doctor, debido a que primeramente se automedica y al no ver evolución favorable recién consulta con el especialista, situación que “da lugar a que la enfermedad avance y se pueda complicar”, sostuvo Rodríguez.
“El tener años de antecedentes nos juega a favor, porque ya sabemos cómo se va ir presentado y eso nos da lugar a empezar la vigilancia intensificada de estas enfermedades desde fines de noviembre y principios de diciembre, porque sabemos que desde ahí ya podemos empezar a tener casos”, expuso.
Dicha vigilancia identificada “nos permitió que, en enero, detectemos en la provincia los primeros casos importados de chikunguña, sabiendo que en Paraguay desde diciembre tenían un gran brote de esta enfermedad”.
“Tuvimos los primeros casos autóctonos en febrero”, dijo y aclaró: “Es decir, pudimos posponer entre un mes y medio y dos meses”.
Asimismo, subrayó que este resultado es “por el trabajo mancomunado e interdisciplinario entre los Ministerios de Desarrollo Humano y de Cultura y Educación, además de la Municipalidad en alertar a la población”.
Y resaltó que “Formosa se autoabastece de repelentes y larvicidas, algo que no todas las provincias están en condiciones de hacerlo”.
“Tenemos casos de dengue y chikunguña, pero no estamos desbordados como sí lo están otras provincias”, cerró.