Edgardo Kawior: “La novela es un juego de palabras, como el psicoanálisis”
La madre jodida es la primera novela de Kawior y llegará a Formosa en los próximos días. Los ejemplares (en venta a través de un link) están dedicados por el autor que espera poder viajar pronto y presentarla a los lectores formoseños.
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“Cada libro es un pretexto para conocer amigos y visitar lugares”, dice Kawior que desde muy joven trabajó como camarógrafo y en una productora de publicidad, se desempeñó como realizador en programas de no ficción, fue parte de Todo por 2 pesos y más tarde se dedicó exclusivamente a la ficción.
El teatro pasó a ser parte de su vida gracias a las charlas con actores en los pasillos de los estudios y, aconsejado por los fallecidos actores argentinos Roberto Catarineu y Norberto Díaz, llegó a la Escuela que en 1996 fundó Augusto Fernándes, actor, director y docente de teatro que marcó varias generaciones de actores y directores de la escena nacional.
La psicología llegó a Kawior a partir de trabajar muchos años junto a Gabriel Rolón (psicólogo, psicoanalista, escritor, presentador de radio, músico y actor) y a Charlie Nieto, primero en Entrevista abierta, y más tarde en Historias de diván, la obra de teatro que con la producción de Martín Izquierdo y Fen López, recorrió todo el país. Cuestiones del psicoanálisis en las charlas de Rolón en el escenario y el propio análisis despertaron el deseo de analista en Kawior que obtuvo el título de Licenciado en Psicología.
-La madre jodida es un nombre fuerte… y es tu primera novela, ¿qué te decidió escribirla? ¿cuál es la trama?
En marzo del año pasado comencé un Taller Literario con Daniel Guebel. Yo lo había conocido cuando lo invité a leer fragmentos de su libro El hijo judío en Pretextos, un ciclo con músicos y escritores que produzco desde hace unos años. El primer encuentro en el taller, cuando nos estábamos presentando, Daniel me dijo “Yo ya sé sobre qué tendrías que ponerte a escribir, sobre la anécdota que me contaste de tu mamá”. Si tuviera que responder a tu pregunta, diría que lo que me llevó a escribir La madre jodida fue el deseo de otro. No es fácil hablar sobre la trama porque la novela no tiene una estructura tradicional. Podría decirte que es la historia de un hombre de cuarenta y pico que tras la muerte de su madre intenta transformar una respuesta en pregunta. La novela es un juego de palabras, como el psicoanálisis. De hecho, el título ya lo es. A simple vista se lee como algo fuerte, pero en el recorrido de las primeras páginas los lectores podrán comprender que no es más ni menos que un chiste que responde a otro. Algo así como un chiste que hice yo para responder al chiste que hizo mi madre.
—¿Cuál fue el proceso creativo de la novela? ¿En qué tiempo?
Escribí la novela durante algo menos de nueve meses. Me gusta comparar el proceso con un embarazo o –mejor dicho– con un desembarazo. Porque escribir la novela fue sacarme un peso que más que en la espalda lo llevaba adentro.
—¿Cuánto de tus vivencias y experiencias personales volcás en la novela?
—Delphine de Vigan dice en Nada se opone a la noche que ordenar sucesos reales en un libro ya es un modo de ficción. No te podría responder cuánto de lo vivido está volcado en la novela. Prefiero decir que lo vivido es la materia prima para la construcción de esta ficción.
—El libro está dedicado a tu abuela, evidentemente una persona poderosa en tu vida… “la que la parió”. ¿Cómo influyeron esas dos mujeres importantes en el hombre que sos?
—Muchísimo, en lo mejor y lo peor que heredé y aprendí de ellas. Mi abuela es un ser extraordinario. Con sus 90 años sigue sorprendiéndome cada vez que habla. El fin de semana se quedó en mi casa. Le preparé ñoquis caseros. Mientras yo amasaba me dijo “Seré egoísta pero no me quiero morir. A todos nos llega la hora pero yo cuando llegue mi hora no me quiero ir”. Mi mamá solía decirme “el no ya lo tenés, andá por el sí”. En estas palabras podría resumirte cuan positiva ha sido su influencia. Lo negativo lo guardo para mi análisis.
—Tu obra nos adentra en la cultura judía y en los vínculos familiares… ¿qué querés o buscás generar/despertar en el lector?
—Nada en particular. El narrador es judío y el judaísmo es un asunto importante en la trama. Es el motivo de conflicto del cual parte todo el relato. Pero podría ser de otra manera. La novela narra lo que sucede cuando el amor irrumpe en la vida de una persona y las diferencias dejan de ser un obstáculo y pasan ser una especie de motor. Claro está, para él, no para su familia. Es muy interesante lo que sucede con la lectura. No siempre nos toca lo que en la historia que leemos se parece a nosotros, me refiero a nosotros los lectores. Las identificaciones pueden llegar por desplazamiento o por detalles ínfimos que hacen contacto con el deseo de quien lee.
—Al ser psicoanalista, ¿escribirla te sumergió en un autoanálisis? Si fue así, ¿qué resultó?
—No sé si existe el autoanálisis, uno siempre se analiza con otro. Quizás fue al revés. Mi análisis me llevó al deseo de escribir mi historia y transformarla en una novela -no me gusta hablar de autoficción por la misma razón que no me gusta hablar de autonada- Es muy interesante la segunda parte de tu pregunta. ¿Qué resultó? La verdad, no tengo la menor idea.
—Desde tu visión, ¿cuál es la relación entre la literatura y el psicoanálisis?
—La que cada persona pueda experimentar. Cada persona que se analice, que escriba, que lea. Lo que me interesa a mí en este tiempo es la posibilidad de que un paciente pueda escribir e interpretar, tanto en su análisis como en su vida. Por eso no creo que haya un solo modo de relación. Existen tantas maneras como sujetos. Incluso, una misma persona puede establecer distintas relaciones en diferentes momentos de su vida. ¿Cuántas veces se habla de la lectura de un mismo libro en diversas épocas de nuestra existencia? Así como nadie se baña dos veces en el mismo río, no leemos lo mismo en la relectura, no escribimos lo mismo al reescribir, ni decimos lo mismo en el análisis cuando volvemos a hablar de algún asunto, más allá de las repeticiones. El trabajo es encontrar lo desconocido en lo familiar y lo familiar en lo desconocido.
—Con La madre jodida también nació Ediciones Pontevedra, tu sello editorial. ¿Cuáles son tus expectativas y proyectos en ese sentido?
—Desde que empezó la pandemia intento ir de a poco. Pensar la vida mes a mes. Ediciones Pontevedra nació desde la necesidad de poner un sello en la tapa de La madre jodida. A partir de ahí, les abrí el juego a escritoras y escritores que tuvieran deseo de apostar a un libro. Estamos trabajando cuatro proyectos que espero se transformen en libros en los próximos meses. Por lo pronto estoy muy feliz de que La madre jodida llegue a distintas ciudades del país.
—El Taller para Escribir es un emprendimiento que iniciaste el año pasado. ¿Qué aporta un taller literario?
—No conozco muchos talleres. Imagino que los aportes pueden ser variados según la dinámica con la que se trabaje. En el caso del Taller para Escribir podría decirte que ofrece un lugar para construir lazos, con uno mismo y con otros. Los encuentros son una página en blanco, se parecen mucho al psicoanálisis. No porque estemos analizando cada palabra que se dice y que se escribe, sino porque no sabemos lo que va a suceder, estamos abiertos a la contingencia. Es un proyecto que yo quiero mucho y del que aprendo permanentemente. La palabra ha quedado un poco al margen en estos tiempos que corren y en el taller recuperamos su valor. Cuando empezamos el año pasado no imaginé la posibilidad de que tantas personas se engancharan en una experiencia a distancia en la que pasa de todo y -la mayoría de las veces- salimos del Zoom distinto a como entramos.
—Un escritor, ¿nace o se hace?
—No lo sé, no sé qué es un escritor. Lo que puedo decirte es que leer y escribir son dos verbos fascinantes y conjugarlos en primera persona pueden cambiar la vida de quien lo hace y su modo de ver el mundo. Suelo decir que escribir es transformar algo en otra cosa. Extrapolando esta frase diría que uno nace sin palabras y cuando un otro introduce a ese ser en el mundo de la palabra se abre un sinfín de posibilidades. Una de ellas es el germen de un escritor.
Más información en: www.instagram.com/edgardo_kawior
Link de venta de ejemplares dedicados: https://mpago.la/1NbZUkZ