Eduardo Japez y el proyecto ambicioso de La Unión de Formosa
Será el entrenador de unos formoseños que quieren pisar fuerte. Su carrera, desde la formación de jóvenes, la etiqueta que se pudo generar con esto, la deuda de dirigir un Mundial y las expectativas con La U.
Chiche Japez estará al frente de uno de los desafíos más importantes de su carrera a nivel clubes. Y es parte de su esencia, de su naturaleza, pero entendiendo la ambición que emprende el proyecto que encarará esta temporada con La Unión de Formosa. Un equipo que se armó bien, que desde los nombres luce más que interesante.
Con 54 años (3 de febrero de 1967), el entrenador juninense tiene un recorrido ejemplar dentro del básquet nacional. Dirigió por años las formativas de los seleccionados argentinos, y dentro del marco de la Liga Nacional pasó por instituciones como Argentino, su casa y el club con el que tuvo su primera experiencia como DT principal, y Estudiantes de Concordia, equipo al que dirigió dos temporadas (18/19 y 19/20). Hoy está en su año de regreso a la elite argentina, ya que en la pasada campaña emigró a Brasil para ser asistente de Rodrigo Barbosa en Caixas do Sul.
Mucho se viene hablando de esta versión 21/22 de La Unión, porque en ese primer pantallazo las sensaciones son alentadoras. Nico Ferreyra, Maldonado, Arn, Pato Tabarez, Thygesen, Fer Podestá, Chaz Crawford, Franco Vieta, Zac Cuthbertson invitan a tener expectativas sobre lo que puede pasar con el equipo en la venidera temporada. Sabiendo esto y en un ida y vuelta con Prensa AdC, Japez resume su momento personal.
“Tenía un par de otras posibilidades antes de agarrar La Unión, pero cuando a mí me plantean esta posibilidad, sinceramente quería ir por este camino. No tuve dudas”, confiesa el entrenador.
“Con todo lo que se está hablando, del equipo, de la conformación, de los chicos que fueron llegando, de esas parejas que se fueron armando en las distintas posiciones, hay algo que para mí es clave: tenemos que hacernos cargo. Tenemos que hacernos cargo de todo lo que se comenta. Pero hacerse cargo con la realidad del día a día. No podemos hacer oídos sordos a lo que se diga, porque en definitiva esto es algo importante. Mario (Romay) junto al resto de la dirigencia siempre tienen ese compromiso y fueron buenos armadores de equipos al margen de los resultados, y esta no va a ser la excepción. Y también desde ahí, en el momento en el que nosotros nos involucramos como equipo, también lo tenemos que saber”, dijo.
El Súper 20 no le representa un simple torneo más, de preparación o de prueba, sino que pasa a ser también un objetivo, amén de lo que será luego la Liga Nacional, el gran anhelo. “Todo lo que estamos haciendo ahora es formar esa base sólida para competir desde el día. Para mí no pasa desapercibido el Súper 20, no lo estoy pasando de largo y ya pensando en la Liga Nacional, estoy construyendo el equipo al 24/9. A partir de ahí vamos a empezar a hacer pie y a partir de ahí tomaremos gran dimensión”, afirmó.
Chiche sabe que tendrá por delante uno de sus desafíos más importantes de su carrera, con una institución que se plantea grandes objetivos y al respecto manifestó: “Hoy me toca estar en una estructura que maneja una determinada cantidad de presupuesto, la persona que maneja el equipo sabe de básquet, entiende, conoce a todos los jugadores y dirige. Entonces yo tampoco puedo no ver eso. No puedo decirte que todo hoy es a prueba, si el equipo se gestó de la forma en la que quisimos. Acá hay una realidad, y es que cuando armamos el equipo todos los jugadores fueron los que pedimos. Entonces a eso voy con hacerse cargo también”.
Condujo numerosos procesos de selección en CAB, especializándose en formativas y acompañando como desarrollando a cientos de jugadores hoy dicen presente en los máximos niveles del básquet argentino y del mundo.
“Es mi esencia. Yo vengo de la formación y sigo con esa impronta. Que haya reforzado muchas cosas dentro de mi formación, propio de ver y estar constantemente con estas situaciones, no quita que la formación sea mi esencia. Ves realidades y proponés desafíos. Si el jugador que tenés lo acepta, ¿por qué no lo vas a hacer?”.
¿Cuál es la experiencia detrás del currículum del juninense? Más 40 años trabajando con el básquet, y esto va desde esos inicios como monitor del básquet de Los Indios de Junín, allá en el arranque de los 80’; pasando también por clubes de La Plata y alrededores como Universitario, Náutico de Ensenada, Asociación Mayo, Universal, Banco Provincia, Gimnasia y selecciones menores de la Asociación Platense.
En el 97 arriba a la Confederación Argentina, llegando a la Selección como asistente de Lamas para el Sudamericano de cadetes, trabajando por años con esa categoría como así también con juveniles, como entrenador, asistente, coordinador, colaborador, scouting, con cursos de capacitación… Chiche hizo de todo: proyectó, formó, moldeó jóvenes, los desarrolló y les dio herramientas para que varios de ellos después terminen abriendo sus alas. Trabajó por más de una década con entrenadores como Lamas o Magnano, pasando a ser DT principal en Sudamericanos y Premundiales con formativas U15, U16, U17 y U18. ¿La deuda? Dirigir un Mundial, una asignatura que le quedó pendiente en tantos años ligado a los seleccionados nacionales.
“Dentro de mi carrera tuve la posibilidad muy grande de estar involucrado en procesos de selecciones formativas de CAB. Le dediqué mucho tiempo, mucho, a esos procesos. La idea mía siempre fue dirigir un Mundial, pero no la tuve. Siempre fui atrás de esa zanahoria, dirigí Sudamericanos, FIBA Américas, y cuando tenía la posibilidad porque gracias a Dios se clasificaba a un Mundial siempre terminaron yendo por otro lado. Entonces, ese desafío que tenía de hacer los procesos con las camadas iban por otro lado. Y eso es lo que hacía que a veces me genere ir por esa zanahoria. Fueron 20 años”.
De todas formas, el juninense valora ese paso a paso que hizo, escalón por escalón, hasta llegar al entrenador que es hoy. En eso, entiende que la maduración y el aprendizaje ganado fueron cruciales para encontrarlo en este momento de disfrute absoluto y frente a un gran desafío en Formosa. Esa es la satisfacción que siente y explica, contrastando que toda la sabiduría que adquirió a lo largo de tantos años es innegociable y que por supuesto son pasos ganados.
Fuente: Prensa AdC.