No hay tratamiento exacto y preciso, solamente antinflamatorios o antifebriles
El caso de viruela del mono detectado en la Argentina sigue siendo sólo sospechoso
El médico infectólogo Julián Bibolini llevó tranquilidad al aclarar que “no se transmite como el coronavirus, es decir de manera tan fácil y rara vez causa mortalidad, la tasa no llega al 1%, pero siempre hay que estar atento para que no se disemine y se pueda cortar”.
El Ministerio de Salud nacional informó que se detectó el primer caso sospechoso de viruela del mono en la Argentina. Se trata de un hombre residente de la provincia de Buenos Aires, que se encuentra aislado. Además, detallaron que cuenta con un antecedente de viaje a España, donde estuvo del 28 abril al 16 de mayo de 2022.
Sobre el tema habló el médico infectólogo Julián Bibolini quien manifestó que es una infección causada por el virus de la viruela, “pero en este caso no es el del ser humano -que desapareció hace mucho tiempo, por eso se dejó de vacunar- sino de animales; aparentemente, ni siquiera sería de los monos, sino que estos se contagian al estar en contacto con otros animales que tienen la infección y, después, el ser humano tiene interacción con el mono y así adquiere la infección”.
También indicó que “la particularidad que tiene es que se empezó a diseminar más allá del mono, y no es la primera vez que se encuentra esta infección debido a que Europa registró casos en los años 2018, 2019, 2021 en personas que habían ido a África y que tuvieron contacto con los animales infectados”.
“Cuando volvieron –agregó- presentaron síntomas y era muy claro que esto estaba relacionado directamente con el viaje. En cambio ahora, hay muchas personas que están teniendo la enfermedad sin haber ido a ese destino y esto es lo que está llamado la atención de la comunidad científica”.
Los síntomas de la viruela del mono generalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel, y en ese periodo es muy contagioso.
Bibolini llevó tranquilidad al aclarar que “no se transmite como el coronavirus, es decir de manera tan fácil (en referencia a no mantener una cierta distancia) y rara vez causa mortalidad, la tasa no llega al 1%, pero siempre hay que estar atento para que no se disemine y se pueda cortar”.
Sobre el paciente infectado informó que debe estar aislado 21 días y que lo ideal sería que sus contactos estrechos también lo estén, pero aclaró que para estos no es obligatorio: “No hay tratamiento exacto y preciso, solamente antinflamatorios o antifebriles. Siempre hay advertencias o avisos epidemiológicos a nivel mundial, después al Ministerio de Nación y de ahí a las provincias y esto ocurre para que habitualmente se esté atento, principalmente con los viajeros”.
Finalmente, dijo que “debemos estar en alerta”, pero insistió en marcar que “el caso de la Argentina continúa siendo solo sospechoso”.
Recibí las noticias en tu email
Cómo se contagia
El contagio se produce por el contacto cercano con la piel de un afectado o con las mucosas. Este contacto debe ser íntimo y prolongado. Aunque la viruela del mono no es excesivamente contagiosa y tampoco suele ser peligrosa para quienes la contraen.
La transmisión entre humanos es limitada y requiere contacto cercano, ya sea con secreciones respiratorias o lesiones cutáneas, un objeto contaminado o un contacto cara a cara prolongado que permita la infección a partir de partículas respiratorias.
La cadena de transmisión más larga documentada es de 6 personas. Si se convive con una persona afectada no se deben compartir vaso, ni cubiertos, ni toallas, por ejemplo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el contacto estrecho con otros pacientes constituye el factor de riesgo más importante de infección. Como la viruela del simio se propaga a través del contacto cercano, por eso la respuesta sanitaria debe enfocarse en las personas afectadas y sus contactos cercanos.
Las personas que interactúan estrechamente con alguien que es infeccioso corren un mayor riesgo de infección: esto incluye a los trabajadores de la salud, los miembros del hogar y las parejas sexuales.