El gendarme formoseño asesinado en Corrientes sufría amenazas

El Sargento de la Gendarmería Nacional Jorge Burquet, asesinado el sábado luego de ser raptado por varios sujetos, venía sufriendo graves amenazas de muertes desde hacía un tiempo. Era amante de las carreras cuadreras y uno de sus mejores caballos había sido asesinado poco antes. 

Burquet cayó en un estado depresivo y es por ello que desde el 24 de febrero los médicos le otorgaron una licencia por stress y depresión. Oriundo de Formosa, pero radicado desde hacía algunos años en la localidad de Alvear-Corrientes, Burquet cultivó su pasión por las carreras, lo que también le hizo ganar algunos enemigos. 

El fiscal que investiga el caso constató tras la autopsia que Burquet, además de los golpes en el rostro y las costillas, presentaba heridas de bala en un brazo y una mano. La herida que terminó con su vida fue una profunda puñalada en su costado izquierdo y un tajo que provocó que varios órganos se le salieran. La saña con la que lo mataron, claramente punta a gente que la víctima conocía. Antes de morir pudo revelar varios nombres, uno de los cuales ya está preso y sería el autor material del homicidio. Los otros siguen prófugos, entre ellos habría un brasilero.