El Gobierno encara distintas acciones para abastecer de agua a las localidades

Los ríos Paraguay, Bermejo y Pilcomayo están afectados por La Niña y la falta de lluvias será una constante. Recién a fin del Verano el fenómeno comenzaría su transición a una fase neutral. Hay un 50% de posibilidades de que este evento se mantenga en el primer trimestre de 2023.

El coordinador ejecutivo de la Unidad Provincial Coordinadora del Agua (UPCA), Horacio Zambón, explicó el panorama en la provincia respecto a la falta de agua y dijo que la problemática no solo se da en la provincia, sino en toda la región. 
“Los tres grandes ríos, Paraguay, Bermejo y Pilcomayo, obedecen a este proceso mundial que es el fenómeno de La Niña que se caracteriza por un estado de sequía sostenido en el tiempo”, indicó Zambón, al tiempo que informó que ante esta problemática el Gobierno provincial encara distintas acciones para abastecer de agua a las localidades. 
“Entre los problemas que ocasiona la falta el factor número uno es la provisión de agua para consumo humano”, dijo el funcionario y señaló que el río Paraguay “tiene un pequeño ascenso en todo su recorrido, pero es muy leve; de los valores mínimos que hemos tenido a principios del mes de enero del 2023 en el puerto local tuvimos 16 centímetros y en la jornada del miércoles, la escala hidrométrica marcó 53 centímetros”.
“Es un pequeño valor diario de incremento –agregó- que fue sostenido y esto es una realidad en toda la cuenca del río Paraguay; los puertos desde la zona de pantanal hasta la desembocadura todos están con un leve ascenso, no existe descenso que es lo importante”.

Río Bermejo

Sobre el río Bermejo, Zambón indicó que “aún no hubo caudales de consideración, esto es fruto de la ausencia de precipitaciones en el sector alto de la cuenca en territorio de Bolivia, Salta y Jujuy”. 
En el sector de la cuenca del Pilcomayo, en el área boliviana, “existe una falta de tormentas que den una alimentación normal a lo que estadísticamente conocemos en los meses de enero, febrero y marzo, en donde se producen los grandes eventos”:
En esa línea, y ante la situación en las localidades puntualizó que en el caso de Laguna Yema, el paraje El Aibal cuenta con la instalación de un sistema de bombeo, que con un caudal se deriva agua hasta el embalse de la localidad y desde ahí se rebombea hasta el canal revestido en hormigón. El objetivo es suministrar agua cruda a Laguna Yema, Pozo del Mortero, Bazán y Las Lomitas.

Pilcomayo

Al hacer referencia al río Pilcomayo, informó que “está crítico porque los caudales no son de consideración como para producir una alimentación necesaria al gran humedal que es el bañado La Estrella; fundamentalmente los pocos caudales, los pocos pulsos hídricos que han ingresado hasta ahora lo están haciendo a través de las depresiones naturales que tiene”. 
Por eso, en la ruta 28 se instaló un sistema de bombeo y rebombeo del km 40, desde la distribuidora de caudales hasta las partidoras, en el km 26, y ahí se han instalado 2 estaciones de bombeo a los efectos de llegar con agua cruda a Las Lomitas: “Ya van prácticamente 4 días de bombeo de manera sostenida y a buen ritmo”. 
Al finalizar, Zambón dijo que “los pronósticos son muy variados y dependen del modelo que utiliza cada pronosticador, en algunos existía la posibilidad de tener algunos frentes de precipitaciones en Pozo del Tigre, pero actualmente eso se trasladó para el viernes; poner fechas de precipitaciones es muy difícil y esperemos que el fin de semana llegue la lluvia a esos lugares más críticos”. 

La Niña

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que sigue vigente el fenómeno La Niña, que representa lluvias por debajo del promedio y hay un 50% de posibilidades que este evento se mantenga en el primer trimestre de 2023.
En el pronóstico climático para este mes, febrero y marzo, el SMN señaló que recién para fin del verano o comienzos del otoño se espera que La Niña comience su transición a la fase neutral, es decir, que se regularicen las lluvias.
Además, el organismo destacó que 2022 fue para la Argentina el 8.o año más seco de toda la historia, con valores de precipitación de hasta 500 y 600 milímetros por debajo del promedio para los 12 meses en sectores del Litoral y de la región pampeana.