El kirchnerismo intenta blindar sus 28 votos en medio de reclamos por un nuevo orden interno

En el Frente de Todos surge el temor a Patricia Bullrich, no tanto por el trato en el día a día, sino por su posición de interlocutora única del Gobierno con la Cámara alta. La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, mantiene excelentes vínculos con varios legisladores cristinistas y fue recibida con afecto por Gildo Insfrán en Formosa.

El interbloque del Frente de Todos (FdT) en el Senado, liderado por el formoseño José Mayans, enfrenta una profunda crisis interna mientras se prepara para las sesiones extraordinarias convocadas por el Gobierno libertario. Pese a mantener, por ahora, 28 votos (más de un tercio del pleno de 72), el espacio se ve sacudido por fuertes reclamos internos que exigen un “nuevo orden” en la conducción.
La principal fuente del conflicto es el hastío de varios legisladores de acatar sin objeciones las órdenes emitidas por Cristina Fernández. Un integrante del kirchnerismo sentenció con desazón: “Venimos de perder tres elecciones bajo el lema todos juntos. Si el regreso de volver mejores ya lo destruyó Alberto... ¿por qué no con otro orden?”.
El panorama de tensiones se articula en tres niveles: los acuerdos de cúpula del PJ, la relación de los gobernadores con la Casa Rosada y, el más urgente, la convivencia interna.
Senadores del FdT expresaron su malestar por la centralidad acaparada por Mayans, Juliana di Tullio y Anabel Fernández Sagasti en las reuniones de bloque, señalando una falta de respeto hacia exgobernadores y ganadores en comisiones, además de excesos en la designación de postulantes para cargos como la Auditoría General de la Nación (AGN).
“Nadie quiere ser el primero en romper. Ahora, si la semana que viene sigue la misma situación, no sé cuánto va a aguantar”, manifestó un senador que responde a un mandatario provincial, reconociendo que peronistas distanciados del kirchnerismo ya están sondeando la posibilidad de generar un espacio distinto.

Bullrich y Villarruel

En el FdT también crece el temor hacia Patricia Bullrich, no por el trato cotidiano, sino por su posición como interlocutora única del Gobierno con la Cámara alta. Este pedido de auxilio llegó a oídos de la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, quien mantiene buen vínculo con varios legisladores cristinistas.
Un soldado peronista reveló que le pidieron a Villarruel “que no le regale el manejo de la Cámara a Bullrich”. Asimismo, la sorpresa ante un reciente acto de Villarruel que criticó la cuarentena kirchnerista fue interpretada como una estrategia muy atinada de la vicepresidenta para marcar su propio juego.