TERCER MILENIO
El objetivo de garantizar el agua para el consumo humano y la producción
No es novedoso que Gildo Insfrán forme parte de esta misión técnico-científica a Israel para imponerse acerca de los últimos logros de ese estado de Medio Oriente, cuya superficie territorial está ocupada por el desierto y con un régimen muy precario de lluvias, por lo que apeló al ingenio del hombre para afrontar esas restricciones y convertirlo en uno de los mayores ejemplos de capacidad y calidad productiva.
Cuando el gobernador asumió en diciembre de 1995 resumió sus prioridades de gestión en cuatro ejes que marcaron las bases de su planificación o modelo de gobierno: caminos, energía eléctrica, comunicaciones y manejo de los recursos hídricos.
Tras las medidas iniciales para controlar la retracción del cauce del Pilcomayo que amenazaba con fugarse del territorio formoseño condenando a la desertificación a media provincia- específicamente la ubicada al norte de la Ruta 81- tendió lazos con el estado de Israel y fue así que encabezó en mayo de 1996 una delegación que asistió a AGRITECH una de las ferias con novedades tecnológicas más famosas del mundo.
Allí tomó contacto con líderes políticos, con empresarios ligados al campo de la ciencia y la tecnología para promover la evolución productiva en todos los campos y visitó lugares donde tomó nota de las organizaciones comunitarias y de la aplicación de tecnología de punta para que en pleno desierto y con la aplicación de tecnología de punta, haya producción agropecuaria en pleno desierto.
También estuvo en institutos de alto nivel científico como el Volcani y la Universidad Ben Gurión del Neguev donde se capacitaba a los técnicos y profesionales en el modo de ganarle terreno al desierto para incrementar las áreas con alimentos y floricultura que se exportaban a la Unión Europea.
Lo observado tuvo inmediata aplicación práctica en Formosa con la colaboración de técnicos y profesionales de primer nivel que intervinieron también en el nacimiento del primer Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias (CEDEVA) en Laguna Yema al que siguieron, consecutivamente, las unidades de Las Lomitas, Misión Tacaaglé, Ibarreta y Ceibo Trece.
Pero esa revolución tecnológica tuvo su limitante: los vaivenes de la naturaleza en cuanto a la disponibilidad de lluvias que según los fenómenos La Niña o El Niño condicionaron el éxito de las campañas.
Surgió la idea gubernamental de construir una extensa cadena de canales y reservorios que partieron de los ríos Pilcomayo y Bermejo y que fueron de utilidad en los breves aunque voluminosos caudales registrados entre noviembre y mayo.
De allí que surgieran dos monumentales proyectos para resolver definitivamente este problema: el Acueducto para el Desarrollo Formoseño entre esta capital e Ingeniero Juárez a lo largo de 500 kilómetros y el Acueducto para el Desarrollo del Noreste Formoseño entre Clorinda y Villa General Martín Miguel de Güemes.
Es la gran obsesión de Insfrán postergada por las decisiones “neutralizantes” de la administración Macri y la necesidad de financiamiento internacional con cierta posibilidad de conseguirla en China.
Sin embargo, surgió la idea innovadora del gobierno nacional de fijar la mirada en la necesidad de expandir la áreas de producción agropecuaria para la generación de fuentes de trabajo y, sobre todo, de alimentos para los argentinos y para la exportación.
Hay mucha tierra apta para producir en el país. Pero hay zonas donde el volumen de agua es insuficiente o es salobre, como ocurre en algunas zonas de nuestra provincia, por lo que en este viaje a Israel uno de los puntos clave será conocer el comportamiento de las plantas de desalinización de aguas captadas en el mar y el aprovechamiento hasta de las aguas servidas para el riego de los cultivos por los novedosos sistemas bajo riego por goteo o por aspersión que oferta la adelantada visión política israelí.
La actividad de la misión comienza este domingo y finaliza el 28 de abril.
Justo L. Urbieta