apoyo del Pro y la UCR
El oficialismo se alzó con el dictamen de mayoría sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas
Además, la Coalición Cívica se dividió. UP encabezó el rechazo. El bloque de Pichetto y los radicales díscolos plantearon la venta parcial. Representantes de la compañía pidieron que “no se rife la empresa”.
En la antesala al paro nacional de transportes convocado para hoy, el oficialismo se alzó en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados con el dictamen de mayoría que propone la privatización de Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, con la diferencia planteada por un sector de los bloques dialoguistas, los votos para el recinto todavía no están asegurados.
El despacho de la Libertad Avanza contó con el acompañamiento del bloque Pro, la UCR y la cívica Paula Oliveto Lago. Reunió en total 35 firmas. El texto se basó en los proyectos de Hernán Lombardi (Pro) y Juan Manuel López (CC). Se declara a la empresa “sujeta a privatización”, pero no se detalla cómo será la venta.
Además, se autoriza al Poder Ejecutivo “a establecer el marco legal y llevar adelante el procedimiento para instrumentar el proceso de privatización” e indica que éste deberá regirse “en todo lo que fuera compatible o no se opusiere” por lo establecido en el capítulo de privatizaciones de la Ley de Bases (N° 27.742).
Por su parte, los diputados de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda encabezaron el rechazo. Hacia el final de la reunión, UP todavía no había presentado su dictamen.
En tanto, el bloque de Encuentro Federal junto a Democracia por Siempre, la bancada de los radicales díscolos, presentó su propio dictamen de minoría. Reunió 8 firmas, con el apoyo del cívico Maximiliano Ferraro, quien se diferenció así de Oliveto.
El texto plantea que se podrá incorporar capital privado, pero el Estado deberá mantener “el control o la participación mayoritaria”. Además, se requerirá “expresa autorización por ley del Congreso” para cualquier decisión que se tome en torno a la compañía y se prevé la intervención de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones.
Hasta antes de este plenario en el que se dictaminó, el único encuentro que hubo fue el que se realizó el pasado 25 de septiembre y, desde ese entonces, los diputados de esas comisiones no volvieron a reunirse. En esa ocasión asistieron el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, quienes explicaron cuáles eran las motivaciones que llevaban al Poder Ejecutivo a avanzar con la pretensión de vender la aerolínea de bandera. En medio del conflicto gremial y los paros que había por esos días.
Dos días después el vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el presidente firmaría un decreto para declarar a la empresa “sujeta a privatización”, y el 2 de octubre se publicó ese decreto en el Boletín Oficial, ingresando el mismo día al Congreso.
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Inconstitucional
Al pedir la palabra, el diputado Diego Giuliano (UP) planteó que el tema “no es un tema que podamos tratar desde nuestra perspectiva y constitucional en este período de sesiones”. Al respecto, leyó el artículo 81 de la Constitución Nacional que establece que “ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año. Ninguna de las Cámaras puede desechar totalmente un proyecto que hubiera tenido origen en ella y luego hubiese sido adicionado o enmendado por la Cámara revisora”.
Así, señaló que en el corriente año el tema se trató y se rechazó en el tratamiento de la Ley Bases.
“La idea es evitar la reiteración de proyectos que fueron resistidos por una u otra cámara. Si la cámara revisora en su momento eliminó Aerolíneas del listado de empresas sujetas a privatización. Eso significa que ha vedado que un proyecto con idéntico objeto, ahora el Ejecutivo remite, pueda ser tratado sobre el mismo periodo”, planteó el santafecino.
Giuliano denunció que se quiere hacer una “privatización a ciegas, sin plan ni proyecto”, y que se planeta “una fragilidad parlamentaria sobre un tema que ya se rechazó, por lo que pidió “respetar el procedimiento reglamentario”. “Más que cielos abiertos, proponen cielos cerrados y eso no es una política aeronáutica”, remató con críticas al Gobierno.
Debate acalorado
La exdiputada nacional y actual dirigente sindical, Alicia Castro, señaló que “entre las falacias para alentar la privatización están las económicas porque, tanto el Gobierno como en los proyectos, aluden que Aerolíneas da pérdidas cuantiosas y eso es falso”. A continuación, detalló que en el 2022 por cada peso que puso el Estado en Aerolíneas recaudó dos, y en el 2023 el Estado puso cero pesos y recaudó 80 mil millones de pesos.
Castro recordó lo sucedido con la privatización de los 90’ y planteó que “no solo se está discutiendo la privatización, sino la extranjerización de los cielos y la privatización de los cielos”. “Otra falacia para alentar la privatización es que ningún país del mundo tiene aerolínea de bandera privatizada”, indicó y remató: “Las low cost fueron un desastre. Privatizar y reducir los costos significa reducir los entrenamientos de tripulantes de cabinas, tripulantes técnicos y fallas técnicas de aviones viejos y mal mantenidos”.
A su turno, Hernán Agraso, administrativo de la gerencia de aeropuertos en el área de seguridad, destacó que Aerolíneas fue premiada en “distintas administraciones”, y alertó que con las privatizaciones se produce “vaciamiento, desguace de la empresa como en la década del 90’ y no queremos volver a vivir esa historia”.
Levantó ebullición en el debate la intervención de Fernando Dozo, abogado especialista en Derecho Aeronáutico, quien dijo que este debate lo retrotraía a 1986 y sostuvo que “las discusiones son las mismas de siempre: siempre con la guitarra, siempre con el mate, siempre con el folklore, la chacarera y la zamba… Cuando la única realidad es que estamos ante una empresa que está quebrada técnicamente, tiene un patrimonio neto negativo de 210 millones de dólares; le ha costado al Estado Argentino 8 mil millones de dólares, y el principal dato que hay que tener en cuenta, que no lo he oído hasta ahora, es del actual presidente de la compañía: que los ingresos medidos por asiento/kilómetro, son 7,19 centavos de dólar”.