En la plaza San Martín se realizó el cierre del Mes de la inclusión
El ministro Basterra participó en las actividades y dijo que “hay un modelo en el que se promueve que se incorporen a la educación regular a todos los niños, incluso a aquellos que tienen discapacidades, todos deben ser parte de un modelo de articulación social y esto se da efectivamente en la práctica en todo el territorio”.
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En la jornada de ayer, desde las 8, se realizó la jornada de cierre del Mes de la inclusión, en el Teatrino de la plaza San Martín. La actividad formó parte del proyecto La inclusión todo lo puede, planificado por el JIN 4 Beatriz Molina de Stefanich y la Escuela Especial 5.
Estuvieron presentes el ministro de Cultura y Educación, Luis Basterra; la jefa del Departamento de Educación Especial, María de los Ángeles Romero; y la directora de Nivel Inicial, Olga Lotto.
Hubo diversas intervenciones como la lectura de textos a cargo del grupo Cuenta Cuentos de la Subsecretaría de Cultura con la participación de la intérprete del lenguaje de señas, actividades de baile y juegos con profesores de educación física, avistaje de aves, shows en vivo, entrega de folletos de concientización y un refrigerio colectivo.
El ministro Basterra dijo en la oportunidad que “hay un modelo en el que se promueve que se incorporen a la educación regular a todos los niños, incluso a aquellos que tienen discapacidades, todos deben ser parte de un modelo de articulación social y esto se da efectivamente en la práctica en todo el territorio”.
Por su parte, la directora de Educación Especial, Olga Lotto, indicó que “esta es una prueba más del trabajo que hace cada institución en cuanto a inclusión; para nosotros la inclusión es algo natural y los niños mismos lo incorporan en su vida cotidiana, no sé si en todas las provincias trabajan como nosotros”.
En esa línea, la funcionaria sostuvo que los trabajos siempre se dan de manera coordinada con las Escuelas Especiales, desde el inicio del año lectivo: “Se hace un relevamiento al principio, tenemos niños que necesitan una atención especial y coordinamos con la parte profesional de escuelas especiales que son los que asisten a los niños en las instituciones”.
A su turno, la directora del JIN 4, Liliana Martínez, señaló que “nuestro jardín siempre se destacó por incluir a niños con discapacidades; es una experiencia diferente, que vivimos con las familias, nuestros alumnos y muy felices por el acompañamiento que tenemos”.
Finalmente, manifestó que el proyecto La inclusión todo lo puede se realizó en conjunto con la Escuela Especial 5, “ya que ellos comparten la tarea diaria de la integración de niños con discapacidad y de ahí varias propuestas que tuvimos durante este mes y surgió este cierre”.
Participación de la Defensoría
La Dirección de Discapacidad de la Defensoría del Pueblo participó en las actividades en la plaza San Martín con la presencia del defensor del Pueblo, José Leonardo Gialluca; y el delegado de la Oficina del Pueblo de Nación en Formosa, Julio Santander, quienes interactuaron con las niños y docentes que están finalizando un difícil año escolar, cruzado por la pandemia del coronavirus.
Gialluca señaló que la empatía entre el sector público y las personas con discapacidad “continúa creciendo en base a políticas públicas específicas programadas para la contención, educación y atención sanitaria en los diferentes niveles”, e indicó que de acuerdo con el INDEC el 10,2% de la población de Argentina tiene algún tipo de discapacidad, y de ese porcentaje sólo el 32,2% tiene trabajo.
“Esto quiere decir –indicó- que solo 1 de cada 4 personas con discapacidad en Argentina logra conseguir un empleo. En relación al sector público, se informó que el Estado nacional y los gobiernos provinciales y municipales están obligados a que al menos el 4% de su personal sean personas con discapacidad, y también deben reservar puestos exclusivamente para que sean ocupados por ellas, “pero el incumplimiento de esta ley que agrava las tendencias de desigualdad, también se traslada como una tendencia al sector privado, según la Ley 25.689, sancionada en el 2002”.
El defensor indicó además que “la educación inclusiva es aquella en la que estudiantes con y sin discapacidad aprenden juntos, en una misma aula, bajo el presupuesto de que es la sociedad la que tiene que adaptarse para incluir de forma efectiva a todos sus miembros. Si tenemos que hablar de inclusión, es justamente porque no sucede de manera natural y se ponen en marcha dispositivos para la inclusión, que ninguna ley por sí sola garantiza; cada niño tiene necesidades, intereses y capacidades diferentes de aprender, y de vincularse; es la sociedad y el sistema educativo el que tiene que ampliar la mirada, cambiar para alojar la diversidad y así nutrirnos, enriquecernos, unos con otros”.