“En Mis raíces, Mi historia se van a encontrar con la verdadera Mimi”
Emilce Mimi Sosa, la jugadora de vóley profesional, tiene mucho para contar. Su historia de vida es muy rica: nació el 11 de septiembre de 1987 en Ibarreta, creció en una comunidad aborigen de la etnia Wichí donde descubrió la pasión por el deporte, primero el fútbol y finalmente el vóley que forman parte de su vida. Jugó en el exterior en varios países entre ellos Rumania y Brasil. Fue campeona en distintos equipos de Argentina, en el 2013 ganó el Olimpia de Plata metiéndose en la historia del vóley femenino como la tercera mujer en recibir ese premio, y formó parte de la generación en Las Panteras, selección argentina de vóley que logró una clasificación histórica para los Juegos Olímpicos de Río 2016. El haber vivido todo eso y más la inspiró a contar todas esas experiencias y así nació Mis raíces, Mi historia, el libro que tituló con la frase que tiene tatuado en Wichí en su brazo derecho.
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La ex capitana y líder indiscutida de Las Panteras en la última década volvió en el 2020 a las canchas después de dos de inactividad, y ganó 4 medallas (1 de Oro con San Lorenzo, 1 de Bronce con la Selección y 2 de Bronce con Brasilia Volei). Ahora está en su Formosa natal, lugar que eligió para presentar su libro y lo hizo el martes 21 de diciembre en el salón cultural de la Municipalidad donde tomó contacto con la gente, contestó preguntas, firmó libros y recibió un certificado de reconocimiento de la comuna como embajadora del deporte en Formosa.
“Al principio quise escribir mi historia para tenerla para mí o para contársela a mis hijos. Viví momentos increíbles en toda mi carrera deportiva que quise inmortalizarlo en papel”, dijo Mimi en contacto con Día Seis, y agregó: “En Mis raíces, Mi historia se van a encontrar con la verdadera Mimi, jugadora de vóley a la que le costó mucho llegar a ser profesional lejos de casa. También anécdotas de mis maestros que cuentan cómo soy yo desde su punto de vista y cómo fue trabajar juntos. Y muchas cosas más. Mi objetivo con este libro es motivar a jóvenes y no tan jóvenes a creer en sí mismos y que todo se puede lograr con disciplina y determinación.
—¿Cómo fue el proceso de escribir removiendo vivencias y recuerdos?
—Me daba mucha vergüenza pensar en que mi historia podía llegar a ser un libro. Pensaba que había que escribir de una forma muy sofisticada y que me costaría mucho. Hasta que leí Aprendiz el libro de Maxi Cabanne quien me inspiró a escribirlo con mis palabras. El proceso fue increíble, poder hablar con mis papás sobre mi infancia, con mis entrenadores y volver a recordar momentos como la clasificación histórica a un Juego Olímpico fue la mejor parte.
Sus padres fueron maestros rurales durante casi 30 años. Empezaron en una comunidad Pilagá, pero después se fueron al Oeste formoseño, donde están los Wichí. Criarse en una comunidad wichí “fue un gran regalo de la vida, aprendí a vivir de una forma simple y feliz, a ser agradecida y a adaptarme; tuve una infancia que me marcó positivamente, por la libertad que tenía, porque aprendí sobre la amistad, el compañerismo y sobre todo la solidaridad. Siempre recuerdo a la comunidad de Lote 1 con mucho cariño y el tatuaje es una forma de agradecer, de mostrarle al mundo todo lo que aprendí”.
—¿Pensabas o imaginabas llegar a donde llegaste profesionalmente con el vóley?
-Nunca imaginé que podía llegar a donde estoy hoy, jugué 3 años en Europa y 6 en Brasil una de las mejores ligas del mundo. Y creo que muchas personas no lo pueden creer… (risas) porque soy una central muy baja para el nivel internacional, mido 1,77 y las centrales con las que compito miden más de 1,90 a 1,97. Aunque sé que la disciplina y las ganas que siempre tuve me llevaron lejos.
—Cómo sigue el 2022 para Mimi Sosa?
—Por lo pronto quiero enfocarme en terminar mi contrato en abril y poder cerrar una nueva temporada de la mejor manera, después de ahí recién pensar en la Selección y en lo que sigue.