ENERC NEA: 43 egresados lo dice todo
El 12 de mayo del 2015 está grabado en la memoria de aquellos realizadores audiovisuales formoseños que desde hace muchos años bregaban y militaban para que nuestras historias sean contadas por nosotros, y para que Formosa deje de ser solo una locación para las producciones de cineastas que pasaban por la región.
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Ese día -considerado histórico- en el Cine Teatro Italia la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner inauguró por videoconferencia la sede Región NEA de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) –la primera en el país- con la presencia de la ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, el gobernador Gildo Insfrán, la presidenta del INCAA, Lucrecia Cardoso, el ministro de Cultura y Educación de Formosa, Alberto Zorrilla, y quien iba a ser la vicerrectora de la Escuela de Cine de Formosa, Karina Neme, entre otras autoridades.
Se concretaba así la tan mencionada federalización garantizándose una educación cinematográfica a través de una escuela pública, nacional y gratuita. Y fue el paso para la extensión hacia el resto del país de la ENERC que hoy cuenta con 5 sedes: NEA, NOA, Cuyo y Patagonia Norte.
Actualmente hay 46 alumnos de Formosa, Misiones, Corrientes, Chaco y Paraguay cursando las materias y 12 alumnos que proyectan volver a cursar en el 2022.
“La Escuela hoy está posicionada como un lugar de referencia de las políticas audiovisuales y con una fuerte construcción regional. Y eso durante lo que dure mi gestión será uno de los objetivos más importantes de sostener y profundizar”, dice Karina Neme quien en una entrevista con Día Seis hizo su balance y con seguridad respondió que es positivo “y en mayúsculas; hay alguna clasificación mayor?, también serviría”.
“Mirar todo lo transitado –agrega- es un montón. Hacer el balance de la ENERC NEA se traduce a creación, generación, movimiento, crecimiento, proyectos cumplidos. 43 egresadas y egresados de realizadores cinematográficos integrales, lo dice todo, sin cuantificar las horas de producción de cortometrajes, los días de rodajes, las horas de postproducción, los festivales transitados, los reconocimientos y/o premios obtenidos, las articulaciones, las becas ganadas, las experiencias en largometrajes que muchas y muchos de ellos y ellas han transitado. Las muestras de cine, nuestro propio festival, los talleres dados en algunas escuelas secundarias, los vínculos generados, más de 31 instructores regionales que son parte de nuestra Escuela. En resumen es un orgullo para cada uno de los que pertenecemos a la Escuela y que generamos un vínculo de alguna forma con ella, pero sobre todo un orgullo como región; es como decir: proyectos que se sueñan, se hacen y se cumplen”.
-Cuál es el impacto de la Escuela en Formosa y en la región?
-Somos conscientes de que la Sede NEA se encuentra en el corazón del Mercosur, por lo que el impulso para concentrar un polo de capacitación y producción audiovisual ofrece una locación estratégica para un plan de desarrollo cultural para toda la región. Creo que lo más importante son los vínculos y redes que se conforman. Siento que se logró profundizar el trabajo puntilloso y constante de articulación para y con la región que viene haciendo Fredy Jara desde hace mucho, un enorme referente para mí en todo lo que tiene que ver con la gestión de la cultura y el arte. Ese impacto que vemos desde la creación y funcionamiento de la Escuela, se ve en los nuevos contenidos que se están produciendo, habla también de la capacidad creativa y del talento de nuestros jóvenes, del esfuerzo, la constancia entregada y la disciplina aprendida. Y sobre todo de la calidad académica y el potencial que funciona como impronta de nuestra Escuela. En los tres últimos años, en casi todas las producciones que se realizan en la región hay mínimo un enercniano o enercniana NEA participando, eso ya marca un índice de medición. Hoy hay una región a la que pertenecen que espera que ellos se den cuenta de lo que son capaces de hacer. La vara siempre alta, ya que no hay absolutamente nada que les impida ser los mejores en el área que elijan. Y este trabajo silencioso y minucioso que venimos desarrollando deja ver que la decisión política de tener una escuela regional y que el camino que vamos recorriendo es el acertado.
-Cómo afectó la pandemia al desarrollo de las actividades de la Escuela?
-La pandemia afectó muchísimo al desarrollo de nuestra currícula académica, primero porque nuestra Escuela es netamente de carácter práctico mediante la estrategia de aprender haciendo, con instructores que son cineastas/ realizadores/audiovisualitas en activo y transmiten sus conocimientos avalados por el ejercicio y la experiencia. En base a ello todo nuestro trayecto formativo tiene una fuerte necesidad de la presencialidad. Por otro lado debemos reconocer que nos sorprendió sin estar preparados, sin tener incorporadas y aprendidas las herramientas tecnológicas necesarias para llevar adelante el año lectivo. Nos obligó a reinventarnos, a reflexionar, a capacitarnos, gestionar y a revisar toda nuestra planificación anual, los contenidos y hacer las adaptaciones de aquellos que eran permeables a la virtualidad. Durante el año pasado pudimos desarrollar y cumplir sólo una parte de nuestra planificación sin dar por cerrado el ciclo lectivo dando este año continuidad al ciclo lectivo 2020, lo que afectó un montón no sólo a la planificación sino a la motivación del alumnado. Es muy difícil estudiar cine desde la virtualidad. Los que estamos en esto necesitamos tocar los equipos, los fierros como le decimos y experimentar, probar de una y de otra forma.
La consigna fue re-inventarse. Y lo positivo es que la virtualidad también nos hizo conscientes de sus posibilidades como dar clases en conjunto con otras sedes vinculando a los estudiantes, un instructor nuestro dando clases de Musicalización en el cine para la Sede NEA y Patagonia, por ejemplo, algo inmenso y grandioso; clases de Historia del cine compartida entre el NEA y el NOA en un encuentro en una misma pantalla uniendo regiones, no sólo provincias. Con el INCAA desarrollamos el campus virtual de la Escuela, algo también muy positivo porque desde allí podremos planificar y realizar muchísimas acciones y capacitaciones. Nos ayuda a en cierta medida convertir márgenes en centro, dado que las posibilidades de ventanas de conexión, de redes, de articulaciones son muchísimas.
-Qué actividades de extensión hace la ENERC NEA o qué proyectos hay en ese sentido?
-El año pasado la pandemia nos evidenció ciertas urgencias y nos convocó a trabajar articuladamente con otras áreas del Ministerio de Cultura y Educación como Formación Permanente, Educación Técnica, Nivel Superior y la Subsecretaría de Empleo en la realización de videos tutoriales sobre algunas herramientas digitales. Se produjeron más de 12 videos tutoriales que se distribuyeron en distintos espacios virtuales para enseñar y aprender. Por esta experiencia comenzamos a impulsar el armando de un set que nos permita producir contenidos educativos y trabajar articuladamente con diferentes instituciones y/o espacios. Esto tiene a su vez que ver con un proyecto que vengo madurando hace tiempo y que refiere a que la Escuela tenga su Centro de Producción que sea generador de una primera experiencia laboral de los/las egresadas y nos permita interactuar con los diferentes actores de la comunidad. Es un proyecto que lo estamos analizando con las subsecretarías de Cultura y de Empleo. Ello nos permitiría desarrollar Mi primer Empleo con nuestros/as egresados/as y pensar también que lo sea para otros espacios de formación a fines al audiovisual y a la cultura.
También desarrollamos un ciclo de entrevistas a personalidades del sector cinematográfico, acompañamos algunas instancias de la convocatoria del Gleyzer, dimos charlas sobre el desarrollo de proyectos, algunas tutorías; y específicamente desde la ENERC NEA llevamos adelante 6 cursos de extensión para egresadas/os y profesionales de la región conjuntamente con la Sede Cuyo. Por otro lado participamos activamente en diferentes oportunidades durante el año con la Fundación Fenavid de Bolivia y este año estamos cercanos a desarrollar la Subsecretaría de Cultura, con la Universidad Nacional de de Misiones y el Museo del Cine Pablo Ducros Hicken un ciclo de formación en restauración y difusión del patrimonio fílmico del NEA. También estamos haciendo una encuesta entre nuestras/os egresados para planificar 6 talleres de especialización en los rubros que más lo requieran, a fin de mes estaríamos en condiciones de tener ese diagnóstico realizado y empezar las gestiones pertinentes.
-Qué se destaca en el lenguaje cinematográfico de la región, en comparación con el resto del país?
-Podemos hacer el mismo cine que hace cualquiera, en cualquier lugar del mundo, la misma película comercial, superficial, etc. No tenemos que destacarnos por algo para hacer películas. Podemos no destacarnos e igualmente poder hacer películas. Sí creo que hay una diferencia enorme con el resto del cine, que tiene que ver con que no repite la lógica psicológica de los personajes de las grandes ciudades, o sea la psicología de los personajes tienen otras vivencias, otras formas de entender y relacionarse con el entorno, con sus conflictos. Mucho más pura, real y sincera, más allá de las diferencias evidentes en cuanto a tonadas, colores y ritmos, de nuestra propia forma de contar.
Día del Cine Nacional
Un 23 de mayo de 1909 se estrenaba en el Teatro Ateneo La revolución de mayo, la primera película argumental considerada piedra basal del cine argentino, motivo por el cual ese día se instituyó como el Día del Cine Nacional.
Aunque durante años rodeó la polémica sobre si era La revolución de mayo o El fusilamiento de Dorrego la primera película argumental (ambas de Mario Gallo y de las cuales no se conservan copias), de lo que no quedan dudas es del escaso material en existencia que sobrevivió del período mudo.
Sin embargo, algunos vestigios de la época muda pueden disfrutarse en los canales de Youtube del Museo del Cine y del Archivo General de la Nación, y en el sitio web cinemargentino.com, donde pueden intuirse los esfuerzos pioneros de Nelo Cosimi o el Negro Ferreyra para el establecimiento de un cine propio.
La película original estaba dividida en 15 cuadros, cada uno de ellos precedido por un cartel, de los cuales se conservan sólo 9. En el film se relatan los sucesos que tuvieron lugar en Buenos Aires en la Semana de Mayo, entre el 22 y el 25 de mayo de 1810.