Enfermedades inflamatorias intestinales
Las Enfermedades inflamatorias intestinales (EII) suelen impactar severamente la calidad de vida de los pacientes, sin embargo, un diagnóstico a tiempo y un tratamiento adecuado permite al paciente recuperar su bienestar, minimizar la progresión de la enfermedad y evitar la cirugía.
Las EII comprenden fundamentalmente a dos entidades, la Enfermedad de Crohn (EC) y la Colitis ulcerosa (CU), las cuales consisten en una serie de trastornos inflamatorios crónicos de causa desconocida que afectan al aparato digestivo, principalmente a los intestinos en los distintos tramos de su recorrido, el recto y el ano incluidos.
“La Colitis ulcerosa (CU) se sitúa en el colon, que es el intestino grueso, yendo desde el recto hacia arriba; en cambio la Enfermedad de Crohn puede comprometer tanto el colon como el intestino delgado o cualquier otro sector del tubo digestivo, por lo que tiene muchas más formas clínicas”, describe el doctor Juan Andrés de Paula, jefe honorario del Servicio de Gastroenterología en Hospital Italiano y presidente de GADECCU (Grupo Argentino de Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa).
Estas dolencias las padecen al menos unos diez mil argentinos diagnosticados, aunque podrían ser muchos más quienes la sufren y no lo saben. Si bien esta cifra hace que las EII sean consideradas por ahora enfermedades raras, el impacto social es alto ya que afectan en gran medida la calidad de vida de las personas que las padecen. Además, suelen iniciarse en personas jóvenes de hasta treinta años, e incluso en niños. Por otra parte, si bien su incidencia en nuestro país es menor que en los países desarrollados, sabemos que está en franco aumento como ocurre en la mayor parte de los países en desarrollo. Tienen un alto impacto en la calidad de vida, la capacidad laboral, la vida de relación y la recreación.
“Tanto la Enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa se parecen en cuanto a que es el sistema inflamatorio el que provoca un daño en la mucosa del intestino”, cuenta el doctor De Paula. Además, señala que ambas dolencias se producen por un mal funcionamiento del sistema inmunitario, donde es el propio organismo el que detecta como nocivas a las bacterias de la flora intestinal, produciendo una inflamación del sistema digestivo que destruye progresivamente su estructura.
Dicho en términos sencillos, la enfermedad se desarrolla por una activación inapropiada, intensa y persistente del sistema inmune de la mucosa intestinal contra la flora intestinal normal.