Centro de medicina nuclear
“Es impresionante lo que tiene Formosa en el tratamiento contra el cáncer”, aseguran
Gustavo Palacios, hijo de una mujer que finalizó su tratamiento en el Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia conto sus experiencias del tratamiento allí recibido, y destaco las capacidades tanto profesionales como tecnológicas de ese Centro.
El hijo de una paciente que finalizó su tratamiento contra el cáncer en el Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia, dio su testimonio para poner en valor el profesionalismo del plantel médico que trabaja en dicha institución, al que definió como increíble, elogiando también las instalaciones y el equipamiento.
Se trata de Gustavo Palacios, quien enfatizó sobre la relevancia que tiene el centro de medicina, ya que permite hacer el tratamiento contra esta enfermedad “en nuestra casa, nuestro hábitat”, tal como fue el caso de su mamá.
En ese sentido, hizo notar que en este proceso resulta fundamental el acompañamiento de la familia y los amigos. Por esa razón, imaginó que si no existiera este Centro “tendríamos que ir, por ejemplo, a Buenos Aires, a hacer este tratamiento”, comentando que “conozco gente que le tocó vivir esa situación, que es tremenda”.
Refiriéndose a la historia de su mamá, dijo que, desde el principio cuando recibieron la noticia, fue “una conmoción en toda la familia porque sabemos lo que significa esta enfermedad”, apuntando que “través de una tomografía se la descubrió y el tratamiento fue de alrededor de dos años de un cáncer de tiroides”.
Indicó que en un primer momento fue atendida en el Hospital de Alta Complejidad, por lo que destacó “la calidez y calidad de los profesionales” de ese nosocomio como del Centro de Medicina Nuclear, realzando el “impresionante” nivel de estos centros sanitarios de Formosa.
Por otro lado, comentó que durante el tratamiento “se pasaron tiempos difíciles, pero por suerte contamos con una mamá de hierro, por cómo ella fue llevando esto acompañada por toda su familia”.
A su vez, remarcó que cuando el paciente termina el tratamiento toca una campana, algo que “ella se fijó como meta”, pero que también “fue como sacarse una mochila enorme encima, una alegría tremenda y completa de toda la familia por haber cumplido el tratamiento como lo fijaron los profesionales”.
Expresó asimismo Palacios que “soñar con eso era un propósito de todos los días porque fue un tratamiento muy duro, sin embargo, ella nunca lo dejó. No tuvo que someterse a ninguna cirugía”.
Por último, declaró que, ella vive en el barrio República Argentina, pero actualmente está en la localidad de San Martín Dos con el “para contenerla y cuidarla”, señalando que “tiene un nieto que juega al vóley en Francia: Ezequiel Palacios”, en alusión al jugador de la Selección Argentina.
Por último, se dirigió a los médicos diciendo que “no encuentro palabras de agradecimiento, no hay en el diccionario, porque gracias es muy poco”, poniendo en relieve “la preparación que tienen, al igual que las instalaciones y el equipamiento con los que se cuenta en el centro de medicina nuclear”.
En razón de ello, pidió valorar que “lo tenemos en la provincia”, ya que “es único”.