Es incesante el trabajo en los CAS para el monitoreo permanente de los pacientes
El seguimiento de los pacientes es esencial porque las condiciones clínicas, más los estudios complementarios dan por ejemplo los parámetros para indicar cuándo es necesario la aplicación del tratamiento con suero equino hiperinmune.
El director del centro de salud del barrio 8 de Octubre, doctor Marcelo Silva, quien se encuentra a cargo de dos Centro de Atención Sanitaria (CAS), donde se alojan pacientes positivos de coronavirus, habló del trabajo integral que el equipo de salud lleva adelante, junto a otras áreas gubernamentales, para dar a esas personas la asistencia y las atenciones necesarias durante el período de aislamiento establecido.
El funcionario encabeza los equipos de salud que monitorean a los pacientes que se encuentran en la EPEP Nº 496 Pablo Pizzurno del barrio Parque Urbano y de la EPEP Nº 518 Gobernador Vicente Joga del barrio Simón Bolívar, dos de los 41 que están funcionando en la ciudad capital. Actualmente, entre ambas suman aproximadamente 95 personas que diariamente reciben allí múltiples atenciones de salud.
El trabajo es mancomunado entre las distintas áreas gubernamentales de los ministerios de Desarrollo Humano, de Gobierno y de la Comunidad, las fuerzas de seguridad y otras que se suman para dar lo mejor a los pacientes en este momento difícil que les toca atravesar a causa de la enfermedad.
El médico explicó que la persona que da resultado positivo es registrada y derivada a un CAS, donde se le da un lugar acondicionado para tal fin que cuenta con una habitación con cama, sábanas, otros mobiliarios, elementos de limpieza e higiene personal: “Se les dan las 4 comidas básicas diarias y todo lo indispensable para que estén lo más cómodos posible durante los 10 días que deben permanecer en aislamiento. Además, al llegar se le hace una evaluación completa para ver cómo está su estado en general”.
Sobre los equipos de salud que tienen a su cargo los controles, mencionó que son multidisciplinarios “es decir que están conformados por profesionales: médicos, enfermeros, psicólogos, nutricionistas y de otras especialidades que requieren los pacientes según cada necesidad de salud”.
Los controles de salud se hacen diariamente y, de ser necesario, dos veces al día según lo determina el monitoreo de signos vitales: presión arterial, temperatura, saturación de oxígeno: “Algo muy importante, sobre todo en los que tienen patologías previas, como los hipertensos, diabéticos, personas con sobrepeso u obesidad, con problemas respiratorios, EPOC, problemas metabólicos y cualquier otra enfermedad de base sobre las que debemos acentuar los controles”.
Los especialistas en nutrición determinan la dieta que debe recibir cada uno de los pacientes y revisan las comidas que se les da a diario: “La alimentación tiene un papel clave en ellos. Mientras que los psicólogos hacen el seguimiento de la salud mental de los pacientes”.
“La contención psicológica y emocional –agregó- es fundamental porque estar en la condición de aislamiento es complicado para el paciente, aunque es por el bien propio, de la familia y de la comunidad, para evitar los contagios. Entonces, los psicólogos se encargan de eso, de ayudarlos a manejar la ansiedad, la preocupación y de canalizar todas esas cuestiones durante este periodo”.
Si el paciente requiere estudios complementarios, como ser análisis de laboratorio, radiografía, ecografía, electrocardiograma u otros “los especialistas van hasta los CAS, con los equipos móviles necesarios para hacerlos ahí, sin tener que movilizar al paciente hacia otro lugar; este seguimiento es esencial porque las condiciones clínicas, más los estudios complementarios nos dan los parámetros para indicar cuándo es necesario, la aplicación del tratamiento con suero equino hiperinmune”.
En estos casos, se traslada al paciente en ambulancia al hospital correspondiente donde se le administra el suero y luego se lo lleva nuevamente al CAS, y a las 48 horas se repite nuevamente con la siguiente dosis.
Dicha terapia da muy buenos resultados en la mayoría de los casos, “por un lado acorta la internación en los CAS y también previene las complicaciones, hospitalizaciones, que la enfermedad evolucione a una forma más grave y que el paciente tenga que ingresar a una terapia intensiva con respirador”.