Estados Unidos, el rey olímpico
Finalizaron los Juegos Olímpicos con una nueva consagración para Estados Unidos. Elencos sorpresa, jugadores a gran nivel, decepciones y definición de sumo interés por lo realizado en diferentes selecciones.
Quedó atrás Tokio 2020 en su modo 2021 para el desarrollo de la actividad. Si bien el oro no dejó sorpresas con la consagración de Estados Unidos, el acontecer del torneo generó ciertas dudas por el buen protagonismo de otras selecciones y las posibilidades abiertas para obtener la máxima presea en los Juegos Olímpicos. Estados Unidos fue de menos a más para llegar al oro. Llegó a su 16.a presea, la cuarta consecutiva y la séptima en las últimas ocho ediciones (En 2004 fue bronce). Un equipo al cual costó conformar, llegaron de última Booker, Holiday y Middleton para apoyar a un plantel sin muchas luces pero que terminó iluminándose y marcando la cancha.
Más allá de pasajes de lujo en ofensiva como sucedió con Irán y Checa o bien los terceros cuartos frente a España y Australia, el elenco de Popovich jugó con su impronta desde el ritmo de juego, concentración, defensa y supo mandar en los siguientes partidos. No tuvo un enorme brillo, inició varios partidos abajo, de hecho perdió el primero ante Francia.
Aún así contó con Kevin Durant como enorme estandarte en puntos y soluciones para sacar adelante casi cualquier situación. Buenos tramos de Tatum, lo mismo para Holiday (anillo y medalla dorada), Lillard con altos y bajos, lo mismo Booker, ambos con problemas para amoldarse al ritmo FIBA. Contestó casi sin internos pero contuvo defensivamente en la definición a Francia, sobre todo a Fournier.
Hubo selecciones de enorme nivel en ritmo, soluciones y roster amplios. Francia fue uno de ellos con Fournier como figura. Se dio el lujo de vencer a Estados Unidos y si bien no repitió en la final se llevó una valiosa plata por toda su calidad mostrada. De las mejores defensas del torneo, un perímetro muy potente y elegante con De Colo, Heurtel más el todo terreno de Batum. Gobert fue otro de los puntos altos más una banca consistente. Quizás la despedida para sus bases de experiencia. ¿Veremos a Wembanyama en el 2024?
Australia tuvo a un líder de lujo como Patty Mills. El base ahora en Nets revolucionó cada ofensiva, le dio un tinte de lujo a los boomers para ilusionarse fuerte en el cierre. Derrapó en el tercer cuarto ante Estados Unidos luego de estar +15 con variantes y una solidez defensiva en alta intensidad. Inglés, Exum y Thybulle como estandartes más la sociedad Kay-Landale y el lesionado Baynes, quien hubiese sido muy importante en el cierre. Valioso bronce, pudo haber llegado más alto. Simmons por Mills quizás sea el gran cambio para París sumado a la joya Josh Giddey.
Eslovenia fue la gran sensación del torneo. Primera participación y no se desentonó en lo más mínimo. La presencia de Doncic opacó por momentos a cualquier jugador en el torneo. Abrió de forma espectacular el torneo frente a Argentina, con triples-dobles incluidos y el equipo como tal fue respondiendo (Prepelic, Tobey, Blazic). Victorias ante España, luego Alemania y una ofensiva de llegar a la final del torneo. Se quedó sin medalla pero tiene material y sobre todo al as de espadas para soñar.
No hubo grandes sorpresas respecto de los equipos que se quedaron en el camino. España llegó con un roster de lujo, experimentado, elegante y con buena talla. Así y todo, Rubio sobresalió como eje ofensivo y de ritmo. Por momentos fue un elenco fuerte y con intensidad pero se quedó en el camino. Ante Eslovenia y Estados Unidos no tuvo resto de dinámica y variantes. Su lentitud o ritmo menos acelerado influyó para no poder sostener resultados ante ciertos rivales. Los hermanos Hernangómez y Garuba heredaron la pintura.
Italia dejó una gran sensación. Volvió a fallar en los tramos decisivos, como le sucedió con Australia y en cuartos con Francia. Un base con mucho futuro como Mannion más el acompañamiento de Fontecchio y los experimentados Gallinari, Pollonara y Melli. Inquietó, mostró ritmo y vértigo pero sin claridad total para dar el paso siguiente. Quizás el próximo juego olímpico. Con un par de retoques puede ilusionarse en París 2024.
Alemania y Argentina fueron los que más lejos estuvieron. Si bien ambos tuvieron competitividad hasta mediados del segundo cuarto, en el resto de sus juegos fueron solo partners estando cada vez más lejos. Los teutones con ráfagas de calidad, gol e intensidad pero yéndose al otro extremo en soluciones y solidez defensiva. Poco de Argentina con un ritmo y variantes las cuales apenas aparecieron para inquietar pero no para generar la explosión deseada.
¿Qué pasó con el resto? Decepciones desde diferentes puntos de vista para los casos de Japón, República Checa y sobre todo Nigeria. El elenco Julio Lamas poco pudo hacer como local. Se apoyó en sus NBA pero ni su ritmo, ni su localía pudieron acompañar para ganar un partido o competir de gran manera. Tuvo pasajes ante Eslovenia y España pero tibios. Peor aún ante Argentina con la baja de su internacional Edwards. Deberá refundar su equipo y pensar qué pasos dar para lo que se viene.
Muy poco lo de República Checa. Luego de una final formidable sacando a Grecia en el preolímpico llegaba como una amenaza. Apenas venció a Irán dejando pasar una gran diferencia, goleado por Francia tras competir por momentos y luego llegó el derrumbe total. De un gran comienzo ante Estados Unidos hasta un final catastrófico. Dejando de lado a Satoransky, el resto apenas dio el presente. Un elenco experimentado, y que necesitará recambio para subsistir en la elite.
Para el final quedó Nigeria. Un elenco que pretendía sorprender y dar alguna sorpresa. 8 NBA entre sus filas sumado a Mike Brown como entrenador y excelentes amistosos, donde entre otros, superó a Estados Unidos. Peleó bien sus tres partidos pero con finales para el olvido. Ante Australia 26-15, Alemania 25-18 e Italia 24-8, todos scores de los últimos períodos. Tuvo chances pero ni su defensa, ni su físico ni su intensidad aparecieron. Uno de los elencos más jóvenes que espera seguir levantando su vara, afinando en ambos costados y dar el salto en París.