Son 3.100.000 hectáreas de bosques nativos y 1.900.000 hectáreas de humedales, pastizales y sabanas
“Formosa conserva como mínimo más de 5 millones de hectáreas de ambientes naturales”

“La provincia –dijo el ministro Rodríguez- en 2008 presentaba la misma superficie de áreas agropecuarias que Santiago del Estero tenía en el año 1977 y menos de la mitad respecto al Chaco que en ese mismo año, esas dos provincias y casi todas las de la región se desarrollaron previamente a la sanción de la Ley nacional; en cambio Formosa impulsa su desarrollo más recientemente en los últimos años a partir de la marcada inversión en obra pública, desde 2003 en adelante en infraestructura de caminos, energía, manejo de recursos hídricos, obras educativas, de salud y conectividad”.
Recibí las noticias en tu email
El ministro de la Producción y Ambiente, Lucas Rodríguez, dijo la provincia de Formosa conserva legalmente “como mínimo más de cinco millones de hectáreas de ambientes naturales, compuestas por 3.100.000 hectáreas de bosques nativos y 1.900.000 hectáreas de humedales, pastizales y sabanas; para tomar dimensión, son 250 veces las Ciudad de Buenos Aires lo que el Gobierno de Formosa protege y utiliza para el desarrollo soberano de los formoseños”.
Además, indicó que luego de la sanción de la Ley 26.331 de presupuestos mínimos de protección ambiental de los bosques nativos, la provincia lleva adelante mediante su Programa de Ordenamiento Territorial (sancionado en 2010 por la Ley Provincial 1552, revisado y aprobado por unanimidad en 2018 a través de la Ley 1660), su estrategia y regulaciones relacionadas a la transformación de los ambientes destinados a la producción y a la conservación de sus bosques nativos y biodiversidad. Con la particularidad de que amplió la protección a todos los ambientes, cumpliendo y superando los estándares de la normativa nacional.
“La implementación del Programa de Ordenamiento Territorial (POT-For) ha tenido importantes resultados, garantizando que en el corazón del Gran Chaco americano la producción se realice de manera armónica con la conservación estratégica de los recursos naturales, este es un caso concreto de que se puede promover el trabajo rural y la generación de riqueza, valorando y conservando los recursos que son patrimonio de todos los formoseños”.
Asimismo, indicó que “la provincia de Formosa en 2008 presentaba la misma superficie de áreas agropecuarias que Santiago del Estero tenía en el año 1977 y menos de la mitad respecto al Chaco que en ese mismo año, esas dos provincias y casi todas las de la región se desarrollaron previamente a la sanción de la Ley nacional; en cambio Formosa impulsa su desarrollo más recientemente en los últimos años a partir de la marcada inversión en obra pública, desde 2003 en adelante en infraestructura de caminos, energía, manejo de recursos hídricos, obras educativas, de salud y conectividad”.
Rodríguez explicó que la transformación de los ambientes comúnmente conocidos como cambios de usos de suelos (CUS) está regulada por la Ley Nacional de Ordenamiento Territorial, que no prohíbe los CUS, pero sí los regula y detalló que “lo importante de la Ley es determinar dónde se puede y dónde no se puede transformar las áreas naturales, y no si luego de la sanción de la misma aumenta o no la superficie de CUS”.
Además, marcó que la Ley Provincial 1660 estableció las distintas categorías de conservación de los Bosques Nativos: 409.872 hectáreas en la categoría I (rojo); 719.772 en la categoría 2 (amarillo) y 3.257.625 en la categoría 3 (verde), pero aclaró que “de ninguna manera debe interpretarse que se permiten desmontes en la totalidad de los bosques clasificados en verde, muy por el contrario, el ordenamiento establece conservar amplios porcentajes de conservación”.
“En el Ordenamiento Territorial (OT) –sostuvo- la provincia básicamente realizó una zonificación en la que dividió su territorio en dos partes de superficies casi iguales, estableciendo los porcentajes mínimos que deben conservarse en cada zona: las zonas central y oriental y la zona corredores. Las zonas central y oriental concentran la mayoría de las áreas transformadas para la actividad agropecuaria y presentan el mayor desarrollo de infraestructura urbana y vial, aquí como mínimo debe conservarse el 40% de los ambientes nativos a nivel predial, en tanto que la zona corredores incluye las áreas de protección establecidas (parques nacionales y reservas de biosfera) y otros sectores de interés para la conservación donde como mínimo debe conservarse el 80% de los ambientes nativos, promoviendo la continuidad de los ambientes y conservación de la biodiversidad mediante sus corredores biológicos”.