Polo Científico y Tecnológico
Formosa tendrá la primera planta pública de producción de bioinsumos
El gobernador Gildo Insfrán anunció días atrás la autorización técnica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación para avanzar con la construcción de la fábrica de bioinsumos de Formosa, que estará ubicada en el Polo Científico y Tecnológico.
En este marco, el secretario de Ciencia y Tecnología de la provincia, Julio Aráoz, resaltó el impacto que tendrá para la producción sustentable de alimentos en Formosa y el grado de desarrollo económico que se alcanzará.
Señaló que los alimentos que se obtendrán serán a partir de procesos biotecnológicos y destacó que se “se trata de la primera planta pública para la producción de bioinsumos”.
Respecto al funcionamiento de la fábrica, precisó que “está orientada al desarrollo y la producción de bioinsumos que se clasifican en bioinsecticidas, biofertilizantes y bioestimulantes o promotores del crecimiento”.
Puntualizó que los primeros atacan a las plagas que afectan a determinados cultivos; en tanto que los segundos se usan para poder darle mejores condiciones al suelo en términos de fertilidad, y los terceros son aplicados a determinados cultivos para acelerar el crecimiento.
Además, Araoz detalló que se obtienen del ambiente, es decir que serán producidos en Formosa.
Entonces, sostuvo que “si hay una determinada plaga o insecto que afecte a algún cultivo, se identifican en la naturaleza determinados organismos y se los va probando en laboratorio hasta encontrar una combinación de ellos que funcione adecuadamente”.
De esa manera, se obtiene la base para algún producto en la escala adecuada, que podrá ser líquido, polvo o granulado, manifestó.
En este sentido, aseveró que todo esto implica un trabajo en equipo con el Ministerio de la Producción y Ambiente, el Instituto PAIPPA y los CEDEVA, “haciendo trabajo en terreno”, ya que es así cómo se perfecciona el diagnóstico, identificando las principales plagas que afectan a los cultivos.
Asimismo, hizo hincapié en los impactos socioambientales que tendrá la planta, con resultados “sumamente exitosos, positivos y cuidadosos con el ambiente”.
Y afirmó que el pequeño productor que es asistido y aplica en su labor estos productos que afectan menos al ambiente, mientras que el mercado lo reconoce así y se empieza a consumir lo que se conoce como producción orgánica.
“Son muchas las expectativas de rentabilidad para las grandes familias de productores”, subrayó, agregando que “este es uno de los objetivos que se busca como política pública, otorgando múltiples beneficios porque el productor mejora su desempeño y nosotros como consumidores tenemos productos mejorados con menor impacto en el ambiente y en la salud”.