El destacado músico vive en Taiwán desde 1973
González Lebrón: “Ojalá que Formosa siga construyendo un futuro mejor para sus hijos”
El músico reiteró sus deseos de que Formosa no detenga su proceso de transformación, así como el de que las nuevas generaciones estudien y respondan a sus vocaciones porque de ese modo siempre podrán acceder a espacios laborales que les permita ser útiles a su propia comunidad o a la que tengan como destino de vida habitar, tal cual es su caso.
El destacado músico formoseño, Aurelio González Lebrón, manifestó su adhesión a la celebración de un nuevo aniversario de la provincialización y expresó su anhelo que las nuevas generaciones puedan disfrutar de un futuro mejor en pleno proceso de evolución, así como también su satisfacción por observar la transformación que ha registrado Formosa.
Recordó que el acontecimiento ocurrido en 1955 lo sorprendió siendo alumno de la escuela primaria en la Escuela 19 Benjamín Zorrilla para recordar que en esas jornadas en las aulas se habló de la gestión de la delegación que visitó al presidente de la Nación para solicitar esa anhelada posibilidad de ser los formoseños arquitectos de su propio destino.
González Lebrón evoca también los valores que le transmitieron los salesianos de la obra de Don Bosco, sobre todo la figura del padre José María Ortuondo que marcaron su personalidad que logró darle sentido a una vocación nacida en el seno de la Agrupación de Exploradores donde comenzó su verdadera pasión por la música.
“Nací territoriano y me forjé en la nueva realidad surgida de una Formosa independiente que le permitió tomar sus propias decisiones para elegir sus autoridades, elaborar sus planes de estudios y avanzar hacia un ordenamiento urbano que le hizo bien a nuestra capital”, mencionó.
Lito, como lo llaman sus amigos a este destacado músico formoseño, vive en Taiwán desde 1973.
“Fíjese las causalidades, tuve que alejarme de mi Formosa natal para radicarme en la otra Formosa , tal el nombre histórico de Taiwán, que me dio la posibilidad de aplicar las bondades de lo que ha sido mi profesión y mi pasión de toda la vida que es la música”, dijo.
“La inmensa distancia jamás conspiró contra mis profundos sentimientos devenidos de mi identidad cultural íntegramente ligada a una Formosa que está grabada en mi alma y en mis más profundos sentimientos y esa es la razón por la que quería sumarme a quienes lejos de ella en este Día de la Provincianía del 28 de junio seguimos plenamente cerca de ella desde nuestros afectos”, señaló.
González Lebrón recordó su paso durante muchos años por la afamada orquesta Los Latinos y tuvo conceptos elogiosos y de alto contenido afectivo para sus compañeros, mencionando entre ellos a Saturnino López, Pachín Martínez Anadón, Luis Ortiz, Carlos Delturco, Daniel Torales con quienes tuvo la satisfacción de recorrer la región, el país y el Paraguay donde realizaron presentaciones memorables.
También citó los viajes a Buenos Aires, las grabaciones de discos y los tradicionales carnavales formoseños y de todo el Litoral donde tuvieron ocasión de actuar.
“Los Latinos fue una jerarquizada orquesta que se fortaleció y destacó por la camaradería que existía entre sus integrantes y que le permitió superar el medio siglo de actuación con mucho éxito siempre”, opina.
No dejó de mencionar su paso por la Banda de Música del regimiento 29 de Infantería de Monte con la que participó en actos patrios y acontecimientos ligados a la vida provincial y nacional.
“El destino me generó la oportunidad de permitir que me realice desde mi profesión y pasión por la música y ha sido “la otra Formosa” la que me recibió con los brazos abiertos y donde vivo de la actuación en teatros, fiestas públicas y privadas acompañado de mi esposa y de amigos con los que presentamos el ritmo cadencioso de las canciones latinas que siempre atrae a una comunidad en la que están radicadas también muchas familias del continente americano”, resalta.
Finalmente, reiteró sus deseos que Formosa no detenga su proceso de transformación, así como el de que las nuevas generaciones estudien y respondan a sus vocaciones porque de ese modo siempre podrán acceder a espacios laborales que les permita ser útiles a su propia comunidad o a la que tengan como destino de vida habitar, tal cual es su caso.