TRAS SU REUNIÓN CON EL PRESIDENTE ALBERTO FERNÁNDEZ
La directora del FMI, Kristalina Georgieva, no descartó un cambio de metas en el programa
La directora del organismo reconoció la posibilidad, que sería a partir del 2023, durante la conferencia de prensa que ofreció al terminar su cónclave con el presidente, donde analizaron las perspectivas del acuerdo de Facilidades extendidas.
Alberto Fernández y Kristalina Georgieva se encontraron durante cuarenta y cinco minutos en el consulado argentino en Nueva York para analizar el programa económico que permitió refinanciar la deuda de 44.000 millones de dólares que contrajo Mauricio Macri.
Durante el cónclave, la directora gerente formalizó un apoyo explícito a las medidas asumidas por el presidente para cumplir el acuerdo. “Presidente, vamos bien. Las cosas están funcionando”, le dijo Georgieva a Alberto Fernández durante el encuentro a puertas cerradas.
Y durante la conferencia de prensa ofrecida a continuación, la directora gerente cerró el círculo: no descartó que se modifiquen las metas del plan acordado con el FMI como consecuencia de la situación internacional.
“Este es un contexto mundial de alta incertidumbre y es algo que se debe tener en cuenta, pero ciertamente la implementación del programa son aspectos muy importantes y de hecho expresé mi reconocimiento por lo demostrado por Massa y su equipo. En la medida en que vayamos entendiendo mejor el desempeño de Argentina en el contexto mundial, observando la trayectoria del crecimiento así como la evolución de la inflación y la eliminación de los subsidios perjudiciales para la argentina, eso son los son aspectos que debemos tener en cuenta sobre el desarrollo que demostrara el país. Debemos analizar las metas en función del programa, avances y condiciones de manera de asegurarnos que la argentina pueda beneficiarse lo más posible”, sostuvo la directora gerente.
Estos dos gestos de Georgieva -apoyo directo durante la reunión y el reconocimiento de un posible cambio de metas del acuerdo por la situación internacional-, excedieron las expectativas políticas que tenía Alberto Fernández antes de llegar a la cita con la titular del FMI.
Las metas básicas a cumplir se vinculan al déficit fiscal, la emisión monetaria y los niveles de reservas del Banco Central. El temor en la Casa Rosada se centraba en la dificultad de fortalecer las reservas -una meta que no se cumplió en la segunda revisión- y en la posibilidad de la expansión del gasto público durante 2023 por razones electorales.
Sin divisas en el Banco Central y presionado por la campaña presidencial, era obvio que en Gobierno pensaban en emitir para satisfacer las demandas de gobernadores e intendentes y aumentar el gasto para hacer obra pública. La suma de estas dos variables políticas, desembocaban -inevitablemente- en un índice de gasto público por encima de lo previsto en las metas de 2023.
Kristalina Georgieva, asumiendo que se pueden cambiar las metas en el año próximo, hizo un gesto político formidable a favor del gobierno peronista.
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El presidente volvió a reclamar el fin
de los bloqueos en América Latina
El presidente Alberto Fernández volvió a reclamar el fin de los bloqueos en América Latina y afirmó que la región sufrió los costos de trabajar desunida. Lo hizo en el marco del evento: Muchas voces, una sola región: América Latina y el Caribe trabajando juntos en la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, organizado por la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) en Manhattan, en la ciudad de Nueva York.
El jefe de Estado ingresó por la puerta principal de un reconocido hotel ubicado sobre la 44th Street, junto a la portavoz presidencial Gabriela Cerruti, y el embajador en Estados Unidos, Jorge Argüello. Otros funcionarios, como el ministro de Educación, Jaime Perczyk, el canciller Santiago Cafiero, y la ex ministra de Justicia y actual embajadora ante la UNESCO, Marcela Losardo, llegaron por su cuenta.
Durante su discurso, Alberto Fernández afirmó que a la región le toca “vivir un tiempo muy difícil”, signado “por una pandemia que se llevó millones de vidas de este mundo”. “Esa pandemia, además, dejó en evidencia la desigualdad que el mundo vive, esa desigualdad, evidentemente, a nosotros como latinoamericanos nos tiene que llamar la atención y nos obliga a redoblar esfuerzos para terminar porque la realidad es que, América Latina, es al fin de cuentas, el continente más desigual de todo el mundo”, agregó.
En este punto, además, aseguró que América Latina es un continente que sufrió “los costos que supone trabajar desunidos”. “El tiempo en el que se le puso final a ONASUR; El tiempo en que se puso en crisis el MERCOSUR; El tiempo en que florecieron otros grupos, como el Grupo del Lima, el PROSUR, diferentes intentos, que no eran esencialmente latinoamericanos y que realmente solo generaron dispersión en América Latina”, añadió.
En sintonía con otras presentaciones en ámbitos diplomáticos, el presidente señaló que Argentina tiene los recursos necesarios “para afrontar los desafíos que en el futuro el mundo impone”. “Somos una fuente de alimentos para el mundo, en un mundo que los está reclamando; somos una fuente de energía en un mundo que está reclamando energía para seguir desarrollándose”, afirmó.