Su primera individual
La mirada única de Sonia Petkiebich en Contramano

En la galería del Teatro de la Ciudad, la reconocida artista y fotógrafa formoseña Sonia Petkiebich abrió las puertas a Contramano, su primera exposición individual, tras años de una prolífica trayectoria y múltiples participaciones en muestras colectivas por todo el país. Esta exhibición marca un punto de inflexión, invitando al público a sumergirse en la profunda y singular visión de una creadora arraigada en la identidad del Nordeste argentino y el Paraguay ribereño. Lejos de buscar la complacencia, esta muestra se presenta como un acto de interpelación, una invitación a la reflexión crítica sobre la dirección que toma la humanidad, a menudo “a contramano de la vida y del amor”.
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Contramano no es solo la primera muestra individual de Sonia Petkiebich, es la consolidación de una mirada esencial que desde Formosa invita a reflexionar sobre la memoria, la naturaleza y la identidad de una región rica en historias y paisajes. En la apertura de la expo que se realizó el miércoles, hubo artistas invitados como Mariana Ríos, en danza, y Guillotina, Facucharmand y Carri y la Michigang que le pusieron música a la presentación.
Un viaje visual
Las imágenes de Sonia Petkiebich no son meras fotografías; son el resultado de historias vividas y kilómetros recorridos. Su proceso creativo implica una inmersión genuina en el territorio, viajando a remo en piragua por los ríos Paraguay y Paraná, explorando lagunas y riachos, y adentrándose por tierra en el Oeste formoseño, en parajes como El Potrillo, Las Lomitas y Estanislao del Campo. Es en estos viajes, cargados de emoción y meditación, donde las “fotografías vivas y eternas” la encuentran.
Contramano es una selección de imágenes meticulosamente “entresacadas” de las extensas series fotográficas de Petkiebich, incluyendo trabajos como Tren fantasma, Escuelita mía, Pachamama kids, Objetos perdidos, Fábulas florescas y faunescas, Textilmente, La Fabril, Chaco, Fortaleza Humaitá y Eternidades. La propia artista explica que, con estos fragmentos visuales, busca irrumpir “de manera breve y oblicua con pensamiento reflexivo y crítico sobre la dosis de humanidad necesaria para reaccionar”. A través de ellas, busca comprender las complejas relaciones humanas con la naturaleza y las diversas culturas que de estas interacciones emergen.
La trayectoria de Petkiebich en la fotografía se inició en el blanco y negro, revelando y positivando artesanalmente en su laboratorio casero. En esa etapa, su mirada se obsesionó con la línea, la forma y los contrastes altos, buscando enfatizar el misterio de los paisajes elegidos y las vivencias capturadas. Con la incursión en el color, su obra se volcó aún más a la idea del relato fotográfico, poniendo el foco en “lo eterno, en la memoria que nos hace legítimos en este mundo, sabiendo que somos y hacemos historia siempre”.
Los curadores que analizaron su obra destacan su capacidad para jugar con la fragmentación, los objetos perdidos y los pueblos fantasmas. Norberto Fandos describe sus fotografías como aquellas en las que “el sol irrumpe con su fuerza milenaria hasta cegarnos”, mientras que Fabiana Barreda señala que sus imágenes “relatan el tiempo detenido en los objetos, los lugares perdidos y conservados en el recuerdo”, capturando esa quietud de la siesta donde el calor “detiene el reloj y las fronteras entre ciudad y naturaleza se desdibujan”.
Estilo artístico
La obra de Sonia Petkiebich, tanto en fotografía como en otras expresiones artísticas, se enfoca en capturar la esencia de Formosa. Sus imágenes y creaciones suelen retratar la vida cotidiana, los paisajes naturales (ríos, montes, atardeceres), las comunidades, y la rica diversidad cultural de la provincia. Sus fotografías a menudo van más allá de la simple captura de una imagen; construyen una narrativa visual que invita a la reflexión sobre la identidad formoseña, la relación del hombre con su entorno y las emociones que surgen de ese vínculo.
A Sonia Petkiebich se la reconoce no solo por su talento individual, sino también por su compromiso con el desarrollo cultural de Formosa. Su trabajo contribuye a documentar y celebrar el patrimonio visual de la provincia. Su enfoque suele ser sensible y busca la profundidad en lo cotidiano, revelando la belleza en los detalles y en las escenas aparentemente simples.
Nacida en Formosa en 1964, es profesora en Artes Plásticas y perfeccionó su formación en fotografía en diversas instituciones, siendo becada por el Fondo Nacional de las Artes. Su talento fue reconocido con el Primer Premio en concursos de la Dirección de Cultura de Formosa (1998) y el Primer Premio Federal de Fotografía del Consejo Federal de Inversiones (2001), además de selecciones en el Premio Argentino de Artes Visuales OSDE (2005).
Más allá de los premios, Sonia Petkiebich se distingue por su compromiso con la difusión del arte. Su proyecto Arte a la Vuelta, que expone sus fotografías en espacios públicos de Formosa desde el año pasado, es un claro ejemplo de su vocación por acercar el arte a la gente.
Declaración artística
“Si mi obra coincide con los gustos y las necesidades de jurados, especialistas, académicos y gobernantes, seré la artista más cómoda para ellos y esa comodidad tiene muy poco que ver con el espíritu que debe tener todo hecho artístico. El artista debe interpelar, debe sacudir, debe incomodar, con mis fotografías eso hago”. Sonia Petkiebich.
La declaración de Petkiebich sobre su obra es contundente: no aspira a la comodidad de jurados, especialistas o gobernantes. Para ella, la esencia del arte reside en su capacidad de interpelar, sacudir e incomodar. Y deja en claro su postura frente a la creación artística como una herramienta de cuestionamiento y conciencia.
Contramano reafirma su compromiso con un arte que no teme confrontar, y es un espacio para detenerse, observar y, quizás, repensar la ruta que elegimos como sociedad, a través de la mirada única y potente de una artista que busca la verdad en cada encuadre.