DE CARA AL 2023
“La moneda está en el aire”
Lo dijo Rodolfo Martínez Llano por LT7, y LT25, de Corrientes, en el programa de Rubén Duarte del sábado, reproducido en La Otra Campana de ayer por las mismas emisoras correntinas. Tanto en el orden nacional como en el provincial “la elección tiene final abierto”, remarcó. “Hay que trabajar por la unidad y el consenso en torno a quienes tienen las mejores condiciones objetivas para representarnos”, indicó. En lo referente al PJ provincial, dejó en claro que nadie, salvo el Interventor, puede arrogarse la representación ni menos la conducción de este proceso reiterando que hay que despejar cualquier construcción sectaria que se asocie a la llamada Cooperativa, a la cual se vincula con las dos últimas derrotas electorales del peronismo.
Así se desarrolló la parte relacionada con la actualidad nacional y provincial:
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—Me gustaría analizar con usted la situación del Partido Justicialista en Corrientes, pero antes, si puede ser un pantallazo de lo nacional, del portazo que dio Camau yéndose del bloque del Frente de Todos, junto a cuatro senadores. Arrancamos por el análisis nacional.
—Vamos a empezar por el tema que vos señalás, porque, aparte de la nacional, tiene sus implicancias en la provincia, me refiero al tema de Camau. Digo que tiene sus implicancias sobre la provincia porque cada tanto aparecen compañeros, como el otro día el intendente de Paso de los Libres, o unos de los apoderados del partido que se referían a él como a un importante, cuando en la realidad ha dejado de participar en la vida partidaria sin mostrar interés ni compromiso. Creo, en este sentido, que, el que traiciona una vez traiciona siempre, y hay que ser claro y bajar ese mensaje, fundamentalmente a los compañeros y a los correntinos, porque en definitiva, cuando llegan las elecciones, el justicialismo paga el costo político de los saltimbanquis, es decir, aquellos que no reflejan una actitud de coherencia y perjudican el rol de oposición que nos cabe. Y, en este sentido, lo que hizo Camau es grave, no por el hecho solamente que se perdió la mayoría, y el quórum propio en el Senado que, de hecho, es algo muy importante. Lo más grave es que se reedita lo que pasó en el 2016 cuando, a los pocos días de ganar Macri, un conjunto de doce diputados nacionales liderados por Diego Bossio, y de los cuales había dos correntinos, Carlos Rubín y Oscar Macías, rompieron el bloque. Esa ruptura del bloque no era para marcar diferencias. Fue un acto que fue más allá porque con esa actitud el nuevo gobierno logró sumar un miembro al Consejo de la Magistratura. A partir de ahí controlar un órgano tan importante como es el Consejo de la Magistratura. En el caso de Camau le ha causado un daño muy importante al justicialismo. No digo solamente a Cristina Kirchner, que tuvo la ingenuidad de confiar en 2021 y en darle una nueva oportunidad. En su momento, le expresé, autoexcluyéndome de cualquier postulación, mis preocupaciones respecto de su posible nominación y, el tiempo, que, en definitiva, es el mejor aliado de la razón terminó abonando mis dudas, algo que no pierden oportunidad de recordar.
—¿Qué mirada tiene en este momento del PJ nacional y del Gobierno?
—Lo del PJ nacional es lamentable lo que está pasando. Esta confusión es tan grande que se refleja hacia abajo, se refleja hacia el electorado. De todas formas yo tengo una visión optimista.
Y es que, en medio de toda esta confusión, el gran perdedor es quien debería capitalizarla, esto es la oposición. Este desorden casi irracional que se vive en el PJ termina por estimular e incentivar las contradicciones en el propio frente opositor. Desde Carrió que, de golpe, después de renunciar cuatro, o cinco veces a la política de nuevo sale a anotarse para candidata. La indefinición de (Mauricio) Macri que tiene en vilo a todos. Es un hecho que el candidato va a ser un hombre del PRO. Más allá de que le guste o no al radicalismo...
—O una mujer.
—Un hombre o una mujer del PRO. Va a ser un exponente del PRO. Si lo del PJ fuera una estrategia nuestra sería muy buena, porque, verdaderamente, está teniendo un efecto muy fuerte puertas adentro de la oposición. Al no definirse la principal candidatura opositora, la contradicción se traslada hacia abajo, a todas las provincias que aspiraba ganar Juntos por el Cambio. Hoy tienen instalada la interna. Los que están con Bullrich, los que están con Larreta, los que están con Macri. A su vez la interna con los radicales en esas provincias, de manera que, tienen verdaderamente un problema. En este marco aún soy optimista al menos si nuestra dirigencia nacional comienza a tomar decisiones más racionales.
—El domingo anterior se reflejó, en las páginas de EL LIBERTADOR, que había tres candidatos, posibles, presidenciales, y eso fue tan así que, a las pocas horas, el diario La Nación primero, y el diario Clarín después, ratifican ese anticipo.
—En el caso del PJ, yo puedo decir claramente, primero que va a haber un sólo candidato presidencial. No hay posibilidad de que haya dos. Las Primarias que van a haber y, que es bueno que las haya, se van a dar para todas las otras candidaturas, comenzando por Corrientes, que son los candidatos a diputados nacionales. Hay que tener en cuenta que en Buenos Aires hay Primarias provinciales el mismo dia.
Y que hay casi cuarenta y cinco intendencias que van a definir candidaturas en las Paso. En el caso de gobernador va a haber solamente un candidato a gobernador de Buenos Aires. Hay también otras provincias que se van a dirimir por Primarias, las candidaturas, particularmente las legislativas.
En el orden nacional la cuestión está vinculada a tres nombres solamente, que son: Axel Kicillof, Wado de Pedro y “Coqui” Capitanich. No hay un cuarto, menos Alberto. Y por qué te digo que no hay un cuarto, por una cuestión muy simple, que es que la gente que hace al abc de lo que es una ingeniería electoral sustentable. Me hace acordar la época en que Julio Romero quería ser presidente y participó de la interna Menem y Cafiero sin tener estructura hacia abajo en el resto del país. Acá les pasa a los que quieren anotarse como candidatos a Presidente. Yo pregunto, competirán con boleta corta sin adosar los candidatos a legisladores provinciales, intendentes y concejales en Buenos Aires.
—¿Qué quieren los intendentes?
—Los intendentes quieren que Cristina esté en la boleta, que sea en el lugar que sea, de presidenta o de senadora, eso les ayuda a ganar en sus territorios y, a su vez necesitan un candidato a presidente más que a gobernador, que salga primero en provincia por el efecto de tracción de la boleta porque históricamente el que salió primero en la presidencial ganó la gobernación desde el ‘83 para acá con la célebre gobernación de Armendariz, alguien que no estaba en los papeles. La excepción fue Carlos Ruckauf en el 99 porque articuló una alianza nacional que contrarrestó el efecto de la derrota de Duhalde.
Esto nos lleva a otra reflexión. Muchas veces se habló de la boleta larga y de la boleta corta y la importancia que tiene la boleta presidencial. Esto lo vivimos en Corrientes en 2019 con la elección de diputados nacionales, al no ir adosada la boleta. En esto va a haber un criterio muy claro de la Corte Suprema, que va a título de recomendación o precedente al resolver una causa precedente que va a marcar un criterio que deberá tener en cuenta la Cámara Electoral Nacional y los juzgados inferiores. Quedará determinado que, cuando un frente lleva un solo candidato a presidente, la boleta larga la pueden llevar todos. Por el contrario, si hay más de un candidato a presidente, en el caso actual del PJ totalmente hipotético, el candidato a presidente tiene la posibilidad de aceptar o no la boleta del que quiera acompañarlo. Pasa que acá a esta discusión la dimos hasta ahora sólo sobre la boleta larga, en lo que es la presidencial, pero ahora es importante la boleta larga en lo que es la elección en la provincia de Buenos Aires. Candidatos como Manzur, como el propio Alberto, como Uñac, como algunos que quieren anotarse en la carrera presidencial no podrían hacerlo por boleta corta en la parte de abajo.
Porque no van a poder armar candidatos a intendentes, y concejales en los 135 pueblos de la provincia, salvo la estructura de Cristina Kirchner a la que se le suman los intendentes que necesitan que la Vicepresidente esté en la boleta, no hay otra estructura que pueda armar la provincia de Buenos Aires con una boleta completa. Por eso es que el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires lo va a resolver Cristina Kirchner, ningún otro, y ahí veo el manejo de tiempos de ella de condicionar su participación en la lista de senadores a un ida y vuelta con los intendentes.
Hay que tener en claro cuáles son las reglas de juego. En candidatos presidenciales solamente hay tres, que son Axel, Wado, y Coqui y hay sólo dos para la gobernación de Buenos Aires que son Axel o Wado. El armado final quedará en manos de Cristina, con sus tiempos y formas.
—En el plano local el peronismo siempre da de qué hablar. No hay internas este año. Habrá una lista de consenso para las provinciales de junio. ¿A qué juega Tata Sananez?
—Tata Sananez es un personaje marginal dentro de lo que es la política provincial del que no merecería que nos ocupemos mucho más allá, en estos casos hay que hacerlo para la eventualidad de que ocurran casos similares. Es lamentablemente. En las últimas horas hizo lo que muchos esperábamos, facilitó el triunfo de un candidato radical en la presidencia del Concejo Deliberante de Santa Lucía. En su momento cuando él se rasgaba las vestiduras e incluso incursionaba como pretenso dirigente provincial aludí a él como un peronista tardío. Esos peronistas que no se anotan sí en las difíciles, sino que se anotan cuando todo está bien. Nunca fue afiliado del Partido Justicialista, hasta ahora no es afiliado. Lo que hizo es, de alguna manera, semejante, comparable, con lo que pasó con Camau.
No vale la pena seguir perdiendo el tiempo. Nosotros, desde el justicialismo, tenemos que fortalecer lo que es la identidad partidaria, la coherencia la pertenencia, es decir, tenemos que entender que si queremos tener un partido organizado, y con expectativa de poder, digamos que la gente que representa al partido debe tener, de alguna manera, compromiso con el partido. Primero ponerse la camiseta. Comprometerse, y mostrar en los hechos conducta.
—Será posible lograr el consenso, no quiero hablar de unidad, de consenso, simplemente de los peronistas correntinos para las elecciones provinciales.
—En este contexto hay que tomar dos decisiones que son importantes, trascendentes. Una es la política de alianzas, es decir, para esta elección de medio tiempo donde no se juega la gobernación. Hay dos posiciones. Algunos sostienen que los aliados que son buenos y necesarios, deben mantenerse, pero que a la hora de la verdad, para la integración de la lista hay que ser, de alguna manera, celoso de que el principal socio es el justicialismo. Esa decisión la tiene que tomar, en este caso, el interventor del Partido Justicialista, que es el que tiene la birome. Cada uno de nosotros podrá tener su propia opinión. Hay que sopesar muy bien. Veo que hay muchos que, por ahí, están dando vueltas, siempre, como Canteros, como Emiliano Fernández, el intendente de Virasoro, un hombre de buen perfil, está el intendente de Mercedes. De lo que se trata es de analizar y, sin ser dueño de la verdad, tener en cuenta que el PJ no se alquila ni se vende. No podemos repetir la historia como con Any Pereyra, Marcelo Chain, o el diputado Yung que entraron por la boleta justicialista y después terminaron con ECO. Así que tuvimos varios, otros más en el pasado. O sea que, en este sentido aquel que quiera trabajar junto al justicialismo, primero tiene que ponerse la camiseta definitivamente, y no estar atrás de si consigue o no una candidatura. Me parece que eso es fundamental, pero es una decisión que nos excede, que la tendrá que tomar el partido, el Interventor que sabrá escuchar la opinión de los distintos compañeros. Ver las ventajas y desventajas y resolver. Y, en el tema de las candidaturas también es una decisión que, a esta altura, es resorte del Interventor. El consenso no es fácil porque lo primero que hay que hacer es definir los interlocutores, los sectores.
A mí me invitaron el otro día a una reunión en Paso de los Libres, a otra reunión en otro lado. Creo que lo importante es que cuando hay que generar una convocatoria, que sea ordenada previamente, o sea, no ir, en este caso, a Paso de los Libres sin tener en claro bien para qué o cómo. Esas reuniones se organizan previamente, se busca un lugar neutral y se definen los interlocutores que no pueden sino ser los sectores del Partido Justicialista, que inciden en mayor o menor medida en las definiciones. En este momento, que el partido está intervenido, seguramente el Interventor buscará la mejor forma de articular, y no tengo dudas de que va a propender a la mejor lista para estas circunstancias, la mejor política de alianzas, y demás. También veo que por ahí hay algunos que se arrogan, cuando promueven reuniones de legisladores, e intendentes, no hay que soslayar la necesidad de abrir el juego para que lo que surja, sea la expresión de un conjunto fuerte del justicialismo, porque en eso también hay que bajar un mensaje hacia abajo. Lo que yo no quiero es que se reedite el fantasma de la Cooperativa. La Cooperativa que está vinculada a tantos fracasos electorales dentro del justicialismo.
—¿La Cooperativa está bastante flaca, no?
—Está flaca pero es la construcción más allá de las personas. Ahora no está más Fabián Ríos, que fue la cara visible. Los resultados no fueron nada buenos en 2019 y en 2021. Más allá del respeto personal hacia los compañeros, esto es política y con esos parámetros hay que manejarse. Jorge Romero, que fue quien nos llevó a la intervención en 2019. A ello se han sumado actores como Pitín (Aragón), Martín Barrionuevo, que fueron cabezas de lista de las dos elecciones fallidas, y la expresión de la nueva versión de la cooperativa. Ahora no es bueno volver sobre viejos errores que nos llevaron en dos elecciones sucesivas a no llegar al 20 por ciento de los votos. Lo que nosotros ofrezcamos hacia afuera, de alguna manera, tiene que ser algo más fuerte, para que realmente tengamos resultados distintos, porque si así hacemos las mismas cosas, seguramente los resultados van a ser iguales. Y en esto es importante cuidar las formas. Una construcción abierta y pluralista.
—A nivel nacional todos los pronósticos indican que el peronismo, el Frente de Todos, no va a ganar la elección.
—Las encuestas se vienen equivocando hace tiempo, y es cierto que hemos cometido errores, pero también es cierto que no han sabido capitalizar esos errores. Yo creo que, por lo menos yo soy optimista de que ahora en más, por lo menos, existe un cambio de orientación, hay mayor realismo, creo que todavía la elección es remontable, y creo que tenemos que trabajar para eso todos los justicialistas. Creo que, en este sentido, nunca hay que darse por vencido ni aún vencido, decía Almafuerte. Por eso es que yo hago la reflexión: no puede ser que cuando se está en un momento de definición de esta naturaleza, aparezcan aquellos a los que cualquier colectivo le viene bien, con tal de llegar a las bancas. Porque después que llegan, realmente, nosotros no tenemos una línea coherente, porque no tenemos las herramientas que son, de alguna manera, las representaciones legislativas.
—En la situación en la que se encuentra hoy el PJ correntino, ¿A qué puede aspirar en este año electoral?
—No creo que el peronismo correntino esté mal. Está mal la dirigencia, está mal la organización, está mal no tener vocación de poder, pero la política son segmentos electorales. El voto está y depende de cómo encaremos este último tramo para poder capitalizar lo que no va a ser el voto del Gobierno. A su vez, el Gobierno también tiene sus problemas. No será fácil definir quién va a ser el candidato a primer senador provincial. Creo que esa puja va a ser muy fuerte. Depende de cómo se resuelva eso, si ellos concurren a una oferta electoral única o no, y que termine haciendo Canteros. Si es que no logra el consenso habrá un sector del radicalismo que busque un candidato distinto, eso el tiempo lo va a decir. En este caso, te digo, el primer senador es un lugar muy importante, en cuanto a lo que viene después que va a ser la pelea por el 2025 porque prácticamente es media campaña de gobernador, y quien capitalize va a quedar como el candidato natural. Esto también vale para el Frente de Todos, por eso es que cuando se sabe de la pretensión, en este caso de Canteros, es lógico que haya un debate abierto. Hay quienes opinan una cosa, y quienes opinan otra cosa. Estos debates deben darse y deben resolverse políticamente en el ámbito, y la oportunidad que corresponda. Y de hecho, de ellos se nutrirá el Interventor que descarto buscará la mejor solución.
—El año que viene, necesariamente, el PJ correntino tiene que empezar su proceso de normalización.
—El año que viene así va a ser, efectivamente después de ocho años. Por eso te digo que cuando hay alguno que promueven reuniones de legisladores e intendentes, hay que tener en cuenta que hace ocho años no hay una legitimidad política de la cual surja una, que haya representación con capacidad como para tomar decisiones por el conjunto del peronismo. El año que viene los que quieran anotar es bueno que lo hagan. Y es bueno que sea una interna como Dios manda, en la que la unidad se construye mediante el voto.
—Hay varios que ya se anotaron, “Pitín” Aragón, Martín Barrionuevo, y “Tincho” Ascúa, son los nombres que suenan.
—Yo no descalifico a nadie, no me corresponde. Para eso están los afiliados, lo que pasa es que, en política como en todos los órdenes hay que mirar los resultados, cuando los resultados muestran una cosa, como fue con Martín, o con Pitín, con el 19 por ciento, en dos elecciones sucesivas, bueno, creo que es un llamado de atención. Hay que saber dar un paso al costado. Aunque lo más lógico es que todos los que quieran lo intenten y sean los afiliados, los que ordenen por el sistema D’Hont. Cuando a mí me preguntan si quiero ser o no, soy claro, primero quiero ver que haya vocación de poder, reglas de juego claras y un partido orgánicamente en funcionamiento.