ARTE SACRO Y RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE FORMOSA
La religión, una fuerza motriz fundamental en la creación artística

En la historia de la humanidad, la religión siempre ha sido una fuente de inspiración para diversas formas de arte, incluyendo la arquitectura (templos, iglesias, mezquitas), la música (cantos sagrados, himnos), la pintura, la escultura, la literatura, el teatro y la danza. Y a su vez, el arte ha servido como un poderoso medio para comunicar, reforzar y experimentar las creencias y prácticas religiosas. Esta relación dinámica y simbiótica ha dado lugar a algunas de las obras más significativas y perdurables de la historia de la humanidad, reflejando la necesidad humana de conectar con lo trascendente y de expresar esa conexión a través de la creatividad.
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En Formosa, la relación entre religión y expresiones artísticas es rica y diversa, y se manifiesta en diversas formas, desde la arquitectura y el arte sacro católico hasta las expresiones culturales de los pueblos originarios y las influencias de otras tradiciones. La fe juega un papel importante en la configuración de las celebraciones, los rituales y la creación artística en la provincia.
Diferenciando el arte sacro, entendido como cualquier producción artística destinada al culto sagrado, y el arte religioso que se inspira en temas y motivos religiosos que al ser contemplados inspiran al observador, en la ciudad de Formosa se pueden encontrar diversas obras en diferentes templos y espacios públicos.
Catedral Nuestra Señora del Carmen: Alberga las imágenes originales de la Virgen del Carmen y San Miguel Arcángel, traídas por el fundador de Formosa, el comandante Luis Jorge Fontana, cuyos restos descansan en el lugar. Se destacan sus vitrales y otros elementos de arte sacro en su arquitectura de estilo neogótico.
Parroquia María Madre de la Iglesia: Erigida en 1970 por monseñor Pacífico Scozzina y ubicada en el barrio Independencia de la capital, se destaca por tener un mural de 6 metros de ancho por 3 de alto, creado por el artista local Juan Aguayo. Construido en el 2000, se titula La Anunciación y cuenta el momento en que el ángel Gabriel se le aparece a la Virgen María para anunciarle que estaba embarazada de Jesús.
Parroquia San Francisco de Asís: Ubicada en el barrio que lleva su nombre, fue fundada también por monseñor Scozzina y tiene una obra de arte sacro que la destaca: el mural Alabanza a la Creación, realizado en 2013 con la técnica del esgrafiado por artistas formoseños, entre ellos Aguayo. La obra consiste en 7 murales: 3 interiores en los que se representa a San Francisco de Asís y la Cruz; 3 murales exteriores, con el fin de que se aprecie la Eucaristía, la Hostia, la copa con la espiga y el pan, la vid y los ángeles de Dios. Y por último, el 7mo en la entrada del templo, que simboliza un gesto de alabanza a la creación de San Francisco.
Santuario del Divino Niño Jesús: Inaugurado en el 2012, con la cúpula intervenida por pintores formoseños que representaron el Ministerio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. La nave del templo tiene un cielo raso de madera de lapacho, sostenido por cuatro cruces que representan a cada uno de los evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Además, se destacan 29 vitrales -realizados por los artistas rosarinos Fernando Gonzales y Celina Martín- que simbolizan momentos de la vida del Niño Jesús. El Cristo Resucitado fue traído desde Ecuador. Estas obras de arte sacro dentro del Santuario del Divino Niño Jesús buscan inspirar la fe, facilitar la contemplación y transmitir mensajes bíblicos a los fieles que lo visitan.
En los espacios públicos de la ciudad se exhiben más obras de arte sacro, entre ellas:
La escultura hiperrealista de La Última Cena, en la costanera. La obra es del artista plástico Fernando Pugliese, creador del parque temático Tierra Santa, en Buenos Aires, y de numerosas esculturas hiperrealistas ubicadas en otras ciudades del mundo. Las 13 figuras alegóricas (Jesús y los 12 apóstoles) están representadas en tamaño real. El artista buscó transmitir y comunicar la esencia del momento de la Última Cena, un evento central en la fe cristiana.
Mural Formosa: Fe y Esperanza: Con una longitud de 100 metros está ubicado en el muro perimetral del Cementerio Virgen del Carmen, sobre la avenida 25 de Mayo, entre Pantaleón Gómez y Padre Grotti. La obra, de la artista plástica formoseña Graciela Marechal y de los arquitectos Prieto y Zuchet, también formoseños, fue realizada con la técnica de mosaicos venecianos de colores a modo de píxeles; se utilizaron 2 millones de venecitas de 20x20 milímetros. Fue descubierto y presentado a la comunidad en octubre de 2017. El mural sintetiza la mixtura geográfica y cultural formoseña, así como la fe presente en cada zona de la provincia. En el centro emerge la figura de la Virgen del Carmen, patrona de la ciudad de Formosa, rodeada de 9 estrellas, representando los 9 departamentos de la provincia. A cada lado de la Virgen se representan santos patronos de diferentes localidades formoseñas: María de los Ángeles, Santa Rosa de Lima, San Francisco de Laishí, la Virgen de la Merced, San Antonio, la Inmaculada Concepción, San Cayetano y San José. También se incluyen recreaciones de íconos de la flora y la fauna provincial, como el lapacho amarillo, palmares y el bañado La Estrella.
Mural El Paseo de la Eternidad: La obra de arte religioso, en 200 metros del muro perimetral del Cementerio Virgen del Carmen, ubicado en la calle Padre Grotti, desde Brandsen hasta la avenida 25 de Mayo, es el mural más extenso de la ciudad de Formosa. Es una creación colectiva, con la temática del Valor eterno, que incluye elementos religiosos y culturales, impulsado por los profesores en artes visuales Cintia Cabrera y Matías Toloza. Participaron alrededor de 35 artistas formoseños y por ello la obra presenta una combinación de estilos, fusionando lo figurativo con lo moderno y urbano. Incluye paisajes de Formosa, homenajes a santos patronos y reinterpretaciones de obras de arte universales.
La Cruz del Norte: Con 25 metros de alto se ubica en el ingreso a la ciudad de Formosa, desde el Sur por la ruta nacional 11. Se inauguró el 3 de mayo de 1996, Día de la Cruz. En diciembre, en su base, se arma un pesebre muy grande cuyas imágenes fueron creadas por artistas formoseños.
El Pesebre Creciente: La obra escultórica hiperrealista, creada por el artista Fernando Pugliese, se inauguró en el 2016. “La idea es que el Pesebre vaya creciendo hasta convertirse en el más grande del mundo, y hoy lo es”, dijo Pugliese años atrás. Se ubica en uno de los extremos de la costanera, en la Plaza de las Banderas. Cada año suma nuevas figuras: cuando fue inaugurado contaba con 124 piezas y actualmente son 150 piezas en tamaño real y natural, que se encuentran integradas en una ambientación especial. Todos los años, el grupo Meraki, un equipo de restauradores y artesanos formoseños, se encarga de acondicionar el Pesebre Creciente para detener el paso del tiempo en sus más de 500 piezas. Meraki está compuesto por 7 profesores del Instituto Albertazzi, que cuentan con ayudantes y trabajadores que se dedican a distintos rubros, como carpintería, herrería y cestería.
Vía Crucis Formoseño, el más largo del mundo
Creado en 1997 por el primer obispo de Formosa, monseñor Raúl Marcelo Pacífico Scozzina, el Vía Crucis Formoseño está certificado oficialmente por el Libro Guinness de los récords como el de mayor longitud del mundo, con 501 kilómetros a lo largo de la ruta nacional 81, que lleva el nombre del sacerdote. Atraviesa el ancho de toda la provincia y finaliza en el límite con la provincia de Salta, en la Línea Barilari, donde se encuentra el Parque del Vía Crucis formoseño que tiene imágenes de la Virgen del Carmen, Patrona de Formosa; la Virgen del Milagro, Patrona de Salta, y la Virgen de Luján, Patrona de la Argentina.
Además de recordar la Pasión de Jesucristo, la visión de Scozzina fue representar el camino de dolor y sufrimiento que debieron recorrer quienes participaron en la conformación de nuestra identidad como pueblo. Cada una de las 14 grandes cruces de madera de quebracho y algarrobo, especies forestales típicas de la zona, están plantadas a lo largo de la ruta 81, con 30 o 40 kilómetros de distancia entre una posta y otra. La Primera Cruz está en el Centro de Capacitación San Juan Pablo II, y las siguientes en San Hilario, Gran Guardia, Pirané, Palo Santo, Bartolomé de las Casas, Ibarreta, Pozo del Tigre, Las Lomitas, Juan G. Bazán, Laguna Yema, Los Chiriguanos, Ingeniero Juárez.
Las postas recuerdan y homenajean al fundador de Formosa, a obreros de Vialidad Nacional, a las víctimas de la barbarie, a los misioneros de la Consolata, a las almas de los hacheros, al maestro rural, al inmigrante y colono, a las mujeres, a los pueblos originarios, a Vialidad Provincial y a los que trazaron y abrieron caminos en Formosa, a los caídos en la Guerra del Chaco, a los misioneros pasionistas, a los sacerdotes, religiosas y laicos que trabajaron en la implementación de las cruces y a todos los muertos cuya sangre enrojeció la RN 81.
Desde su creación, el Vía Crucis Formoseño se ha convertido en una importante manifestación de fe, atrayendo a peregrinos que lo recorren a pie, en bicicleta (los cicloperegrinos, una tradición que Scozzina apoyó y bendijo) y en vehículos. Su legado perdura como una expresión única de la religiosidad y la identidad formoseña.
Los estacioneros
Los cantores de música religiosa, más conocidos como estacioneros, que recorren distintos lugares durante la Semana Santa entonando cánticos sobre la pasión y muerte de Jesucristo, también forman parte de nuestra rica cultura religiosa. Esta tradición transmitida de generación en generación llegó a la provincia de Formosa desde Paraguay hace varias décadas y es una práctica constante en localidades del Departamento Pilcomayo, específicamente Clorinda, Laguna Naineck y zonas aledañas.
Grupos de estacioneros, conformados por jóvenes y adultos, en procesión visitan casas de familia y campos santos ofreciendo
cantos tristes y llenos de dolor. Los hay en guaraní, yopará (guaraní y castellano) y español. La comunidad recibe a los estacioneros en sus hogares, compartiendo oraciones y manteniendo viva esta expresión de fe popular.