La sopa paraguaya: preferida indiscutible de los formoseños en Semana Santa
Más allá de que Formosa es una provincia pluricultural, el trabajo permitió observar la influencia de cultura guaraní en la gastronomía de Semana Santa y no sorprende que la tradicional sopa paraguaya fuese el plato que obtuvo el mayor número de menciones, ocupando el puesto número uno en todas las regiones de la provincia.
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La sopa paraguaya es el alimento preferido que los formoseños consumieron más en la Semana Santa que pasó y en segundo lugar la tradicional chipa de almidón, mientras que en tercer lugar, la rosca de pascua, en cuarto lugar, el pescado en muchas variantes y formas de cocción y en quinto lugar, el asado vacuno.
Los datos fueron resultado de una investigación realizada por la Asociación de Geógrafos de Formosa (GeoFor) integrada por estudiantes de Historia y Geografía de la Universidad Nacional de Formosa (UNF), dirigidos por la licenciada Patricia Pastor. El objetivo fue indagar sobre las costumbres gastronómicas y los principales platos que consumen los/as formoseños/as, como también otro tipo de costumbres típicas de esta celebración.
La Semana Santa es una liturgia cristiana donde practican diversos ritos que propician la reunión familiar y con una relación especial con la gastronomía. Uno de los elementos característicos desde el punto de vista religioso es el ayuno y la abstinencia del consumo de carnes en muestra de sacrificio, influenciando y/o configurando de esta manera las comidas típicas que se preparan en la Semana Santa.
Cada área geográfica tiene su influencia cultural y sus tradiciones, que se van repitiendo año tras año, pasando de generación en generación, por lo que durante cada Semana Santa muchas tradiciones y costumbres tienen su particularidad. Inclusive puede darse de esa forma en una misma provincia, la nuestra es un ejemplo.
Para poder conocer un poco más de cómo vivimos esta conmemoración, el trabajo de investigación de GeoFor consistió en la aplicación de una encuesta online que fue respondida por 512 personas, en 35 localidades, en las 9 regiones de desarrollo de la provincia de Formosa, sobre los principales platos típicos que consumen y/o elaboran los/as formoseños/as en Semana Santa.
Los resultados de la encuesta fueron procesados, analizados y clasificados a fin de plasmarlos en una cartografía y se armó un regional de la gastronomía donde las menciones a las comidas que se consumen durante la Semana Santa se agruparon según las respuestas de las localidades de acuerdo a las 9 regiones de desarrollo de la provincia: Oeste, Centro Oeste, Central Sur, Centro Norte, Sudeste, Noreste, Centro Este, Litoral Norte y Litoral Sur, donde se puede observar la variedad de platos que tuvieron mayor número de menciones.
En la cartografía figuran 5 de las comidas con mayor número de menciones, aunque en cada región hay otras comidas típicas muy tradicionales que en la investigación no resultaron tan mencionadas por los encuestados.
La variedad de comidas mencionadas alcanza 44 en total a nivel provincial, dentro de 1.955 menciones que se realizaron entre todas las comidas. Si bien por regiones las comidas más nombradas varían un poco, en líneas generales para toda la provincia las encuestas arrojaron datos que permiten conocer las 15 primeras.
Aunque el procesamiento de la información permite establecer un ranking, no implica que no haya otras comidas que también son consumidas en la Semana Santa, entre las que se mencionaron: pollo, lechón, empanadas, ensaladas, pizza, huevo de Pascua, pan casero, tartas, chupín, chivo, budín, alfajores, batata asada, biscocho, canelones, chanfainá, chaquesillo, chipa mbocá, chorizos, panes dulces, pastas, pato, torta frita, tortilla y pastelito.
Al elaborar una cartografía temática fue necesario volver a procesar los datos para que estos puedan ser legibles o interpretados por cualquier público, y por ello se decidió volver agrupar los resultados según las regiones de desarrollo de Formosa y para sorpresa la sopa paraguaya y la chipa de almidón siguen liderando el ranking por región.
Más allá de que Formosa es una provincia pluricultural, este trabajo permitió observar la influencia de cultura guaraní en la gastronomía de Semana Santa y no sorprende que la tradicional sopa paraguaya fuese el plato que obtuvo el mayor número de menciones, ocupando el puesto número uno en todas las regiones de la provincia.
La chipa de almidón, que si bien ocupa diferentes puestos en las distintas regiones, fue un plato que se mencionó en todas las localidades. Se destaca también la chipa guazú, las empanadas (de choclo, de pescado, de pollo, etc.), el pescado (con varias formas de cocinarlo), el pollo o las pizzas de diferentes sabores.
En cuanto a lo dulce, como plato principal y típico se encuentra la rosca de pascua, comida que tuvo mención en todas las regiones de la provincia.
Es importante resaltar que los diferentes platos que se exponen son aquellos que tuvieron mayor mención, lo que no implica que sean solo éstas las comidas consumidas por los/as formoseños/as en esta fecha de celebración. Se puede mencionar a modo de ejemplo comidas (con menores menciones) como las humitas, charquesillo y las empanadillas (característicos de la región Centro Este y Oeste), el lechón, chupines, tartas, diferentes tipos de ensaladas, tortillas, entre otras.
El origen
Hay dos versiones sobre el origen de la Sopa Paraguaya. Una de ellas señala que era la comida habitual de los nativos antes de la llegada de los españoles. Se dice que cuando los españoles llegaron a territorio guaraní fueron recibidos con mucho agrado por los nativos, quienes les ofrecieron la carne de caza que tenían para comer; sin embargo, la carne se terminó y los agasajados aún tenían hambre, por lo que los guaraníes les sirvieron su comida habitual diciendo “Soo opa”, que significa “la carne se terminó”.
La segunda versión tiene su origen en el siglo XIX y le atribuye la preparación de la sopa a la cocinera de don Carlos Antonio López, presidente de Paraguay de 1841 a 1862, a quien le gustaba mucho el tykuetï o sopa blanca elaborada con leche, queso, huevo y harina de maíz, plato que era cotidianamente infaltable en su mesa.
Un día, por un descuido de la cocinera, puso en la sopa más harina de maíz que de costumbre, con lo cual se encontró con dos problemas: el primero, el tykuetï ya no era líquido, sino pastoso; y el segundo, el tiempo era corto como para reiniciar su tarea. Entonces, entre temor e ingenio, decidió poner el preparado en un recipiente de hierro y lo cocinó en el tatakua o agujero del fuego, con lo cual obtuvo una sopa sólida.
Cuando llegó el momento de servir al presidente, la cocinera, muy temerosa, le explicó lo sucedido y le presentó la fuente. Al degustarla, don Carlos la halló tan sabrosa que, inmediatamente, la bautizó como sopa paraguaya.