“Los artistas somos responsables de alentar el gusto por el arte”
El escultor Jorge Balassi es de esos artistas que busca y propicia la posibilidad que la gente pueda tener una proximidad real con sus obras. Él es muy claro cuando propone “que pueda recorrerla alrededor, incluso tocarla, sentir las texturas o las superficies altamente pulidas, etc.; como artista busco permanentemente que el espectador logre una experiencia sensorial más íntegra, completa, y no sólo visual”.
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El julio del año pasado rompió el molde en Formosa exponiendo en la vidriera de Tiendas Balbi la Serie Pandemia, 18 máscaras realizadas en metal y cuero, algunas de la peste negra. Y convencido de que para que la obra tome vuelo necesita interactuar con el espectador, este año redobla la apuesta y presentará el 8 de marzo La otra piel, una muestra itinerante que todo el mes recorrerá distintas locaciones de la ciudad con el objetivo de llegar a la mayor cantidad de visualizaciones y abarcar los distintos públicos dando contenido significativo de esta muestra en particular. Serán 10 u 11 obras, número que se ajustará de acuerdo a la disponibilidad de espacio.
Como homenaje a la mujer, la muestra abrirá el 8 de marzo en el Museo Ferroviario de Formosa, los días 17, 18 y 19 la intensión es exhibir las obras en la peatonal de la ciudad y en el paseo de la Estación de Ferrocarril, y del 21 al 31 la muestra se trasladará a vidrieras de distintos locales de la zona centro.
“La otra piel nace con la necesidad de mostrar el alma descarnada, aquello que se siente y se vive o se ha vivido pero no es visible porque se oculta bajo la piel “cosmética” con la que interactuamos con los otros”, dice Balassi a Día Seis, y agrega: “La angustia y el dolor suele dejar marcas en el rostro. Pero mirar eso solo es rasgar la superficie. Debajo están las marcas que no se borran. Los años 2020 y 2021 de pandemia fueron muy dolorosos para casi todos. Muchos perdieron seres queridos, amigos, familiares, vecinos. La desaparición masiva de estas personas, a las que no llegamos a despedir siquiera, condujo (como muchas otras calamidades) a situaciones de mucha angustia y sufrimiento y esto llevó a preguntarme a dónde va a parar ese dolor, dónde queda o cuál es el escondrijo del sufrimiento humano que no se libera. Pienso que queda en la memoria más substancial, más profunda. Allí es donde me sumerjo y exploro esas cicatrices escondidas, los surcos velados, la historia silenciada”.
El hacer y el crear
“La obra que no se expone no pierde su sentido -dice Balassi- porque el artista tiene una necesidad imperiosa de hacerla, es una pulsión que debe ser liberada de la mente y el alma. Pero esta liberación requiere un proceso catártico, de sanación, de emoción altamente positiva, de descarga emocional y fabricación, es decir el hacer y el crear.
Como artista, Balassi necesita generar esa interacción de la obra con el espectador: “Hay dos clases de exposiciones. Las que se hacen en una galería de mucha notoriedad para el currículum y el mercado y las que se hacen para el público en general. Una obra artística no sólo es un relato en un lenguaje determinado, busca sensibilizar, producir gozo o reflexión sobre cuál o tal tema. La dimensión que alcanzó en 2021 la muestra Pandemia en Tiendas Balbi gracias a la apertura de su gerente Marcelo Córdoba, fue sorprendente, mucho más de lo imaginado. Recibía mensajes del público por las redes y de muchos contactos en WhatsApp diciendo “¡Balassi vi tus obras en la vidriera del centro!”, eso es muy gratificante”.
Tiendas Balbi va a ser una de las locaciones de La otra piel “y redoblo la apuesta en el sentido que redoblo y triplico el esfuerzo a fin de poder alcanzar la mayor diversidad de público que recorre o tiene hábitos de paseos distintos, el motivo del circuito itinerante; los artistas somos responsables de alentar el gusto por el arte, una forma de atraerlos en justamente, acercarnos a ellos, lo otro es simplemente un arte de élite”.
Los materiales
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es el de los materiales básicamente hierro-acero y una experiencia en bronce-latón. Balassi dic que “en esta Serie, al igual que con Pandemia el desafío era hacer mucho con poco, es decir, utilizar materiales desechados como recortes de chapas de herrerías, máquinas de escribir estropeadas, cadenas de motocicleta sobrante de talleres, llaves rotas o en desuso de cerraduras que pudieran ser reciclados-reutilizados entre otros; como todos estos materiales fueron adquiridos en la ciudad, es probable que en alguna obra haya una vieja llave de tu puerta o de algo que tiraste alguna vez”.
“Es un trabajo hormiga –agrega- estos materiales tienen un costo nulo en dinero pero insumen mucho tiempo de búsqueda, acopio, acopio, limpieza y preparación. Por ejemplo, para poder hacer una de las obras tuve que limpiar a nuevo y desarmar unas 40 cadenas de moto eslabón por eslabón quitando cada perno de acero remachado. La idea es usar la esencia del material, no la forma original por eso se la retuerce, recorta y modifica. Es mucho trabajo. En líneas generales, cada escultura lleva de realización entre tres y cuatro semanas aproximadamente”.