Un final de bandera verde que fortalece el liderazgo de Mauricio
Martín Losteau perdió “por una cabeza”

Uno de los escenarios centrales de las PASO de ayer fue la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un triunfo de la UCR con Martín Lousteau hubiera significado una profunda mutación en la configuración a nivel nacional de Juntos por el Cambio que habría llevado a una nueva relación de fuerzas en la alianza opositora. Al final, por una muy poca diferencia, el PRO logró revalidar su primacía en su principal bastión electoral, con un logro significativo para Juntos de hacer una elección histórica con casi el 56%.
Mauricio Macri sorteó una encerrona muy difícil con el triunfo de su primo al que su oponente, el senador Loustau puso contra las cuerdas con el velado pero indisimulado apoyo de Horacio Rodríguez Larreta quien, a pesar de explicitar públicamente el apoyo testimoniado por una foto de unidad en las últimas horas, dio muestras de abrir el juego en el marco de una estrategia de incentivar la alianza con el radicalismo, la coalición cívica, el peronismo republicano, y otros socios.
El expresidente apostó fuerte en la convicción de que conservar la Capital suponía su propia supervivencia y la ratificación del carácter de primus inter pares frente a sus socios electorales, particularmente el radicalismo.
Macri tuvo además una doble satisfacción adicional. Por un lado, el triunfo de Patricia Bullrich frente a Larreta, y por otro la brillante performance de Javier Milei que en reiteradas oportunidades destacó las figuras tanto del ex presidente Carlos Menem como de Mauricio Macri que oficia de puente entre Juntos por el Cambio y los Libertarios más allá de los cortocircuitos entre Milei y Bullrich.
La duda sobre el día después parece no existir frente al resultado de ayer. Los votos de ambos espacios son esencialmente antikirchneristas, sin margen para desviar apoyos. Lo que está claro es que en circunstancias como estas -tanto en el caso de Lousteau como de Horacio Rodríguez Larreta- los candidatos perdedores no tienen margen sea por el segmento electoral que canalizan como por la ansiedad de las segundas y terceras líneas que apuestan a ser parte del esquema de gobierno emergente. En esta tarea nuevamente un rol determinante a cargo de Enrique Nosiglia.
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Nada más que un susto
El expresidente apostó todas sus fichas por el triunfo de Jorge Macri que se las vio en figurillas para ganar lo que fue el desafío más difícil. Con la elección de ayer Lousteau fue la segunda vez que estuvo a punto de quedarse con la Capital. Por aquello que la tercera será la vencida las miradas están ya puestas en lo que será la próxima elección. Para la UCR en un objetivo central recuperar la Ciudad Autónoma que supo ser históricamente su bastión hasta hace pocos más de dos décadas.