EL CANDIDATO A PRESIDENTE DE UP ACOMPAÑÓ A KICILLOF EN SU CIERRE DE CAMPAÑA
Massa: “El domingo vamos a ganar y a empezar a dar vuelta la historia”
El gobernador bonaerense apunta a lograr su reelección el domingo, mientras que el candidato a Presidente de Unión por la Patria tendrá su último evento el jueves. No asistieron Cristina Kirchner ni Alberto Fernández al acto e en Arsenal. Críticas a Bullrich y Milei.
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En la recta final hacia las elecciones generales del 22 de octubre, el ministro de Economía, Sergio Massa, y el gobernador bonaerense Axel Kicillof encabezaron ayer un acto por el Día de la Lealtad peronista en el estadio de Arsenal, en la localidad de Sarandí, municipio de Avellaneda, en lo que fue además el cierre de campaña de Unión por la Patria (UxP) en la provincia de Buenos Aires.
Tanto Massa como Kicillof hicieron críticas a sus rivales electorales Javier Milei y Patricia Bullrich y buscaron diferenciarse tanto de los postulados del libertario como de la referente de Juntos por el Cambio. Pero en el plano político, lo que sobresalió en el estadio de Arsenal de Sarandí fue el intento del ministro de Economía y del gobernador bonaerense por exhibir que el domingo se jugarán su destino político juntos.
Ya sin Cristina Kirchner ni Alberto Fernández acompañándolos en el escenario, Massa y Kicillof pasaron a ser los principales referentes del peronismo, al menos en cuanto a la oferta electoral.
El objetivo de la campaña de UP es que el ministro y el gobernador alcancen el 40% de los votos en la Provincia. Kicillof sacó 36,4% en las PASO, mientras que Massa arrancará desde más atrás, con el 32,2%. Para que la estrategia sea efectiva, deberán contar con los intendentes del PJ, que en las primarias cortaron boleta en beneficio de Milei.
El más explícito en la idea de que no habrá un gobernador peronista que pueda sobrevivir a una derrota a nivel nacional fue el propio Kicillof. “La provincia de Buenos Aires no se salva sola, no alcanza con un gobierno local, con la provincia, necesitamos un proyecto nacional”, dijo el gobernador, que va por su reelección.
Massa y Kicillof salieron abrazados al escenario junto al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Ninguno de los tres hizo alusión alguna a Martín Insaurralde, el exjefe de Gabinete bonaerense que debió renunciar en medio del escándalo del yategate. Tampoco se refirieron al caso de Julio “Chocolate” Rigau, el puntero del PJ que fue descubierto con 49 tarjetas de débito de la Legislatura provincial.
Solamente Kicillof pareció bordear la caída en desgracia de Insaurralde cuando afirmó: “Quiero agradecer al gabinete del gobierno de la provincia, que puso todo y reconstruyó la confianza y la identidad del pueblo bonaerense”.
En la referencia de Kicillof, más que Insaurralde se interpretó que estuvo Carlos Bianco, su mano derecha política, que estaba sentado en primera fila en las butacas destinadas a la dirigencia. Allí también se los vio a Máximo Kirchner y Cecilia Moreau, cuya cercanía encarna la alianza de Massa con el kirchnerismo.
Entre la dirigencia presente también se la vio a Malena Galmarini, quien tomó las riendas de la campaña de su marido tras una deslucida actuación de Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro del Interior, en la tarea previa a las PASO.
Junto a la titular de AySA se sentó Sebastián Galmarini, funcionario del Banco Provincia y consejero electoral de Massa, a tal punto que sus encuestas son las que más confianza generan en el ministro-candidato del oficialismo.
Massa y Kicillof coincidieron en las críticas a Milei y a Bullrich. “Esto no se resuelve con una motosierra, con dinamita ni ajuste, no es por ahí”, dijo Kicillof. Por su parte, Massa aportó: “Tuvimos que escuchar en esta campaña como dos candidatos lastimaban a las familias cuyos seres queridos derramaron su sangre en las Malvinas”, en un tácita referencia a Milei y a Bullrich.
El candidato oficialista también se diferenció de sus rivales de cara a las elecciones del 22 de octubre con una defensa explícita a “a universidad y la educación públicas”.