SE atendió a pacientes de todas las edades
Nueva jornada de atenciones neurológicas en el Hospital Distrital de Laguna Blanca
El servicio brinda distintos tipos de tratamientos que abarca también la aplicación de toxina botulínica destinada a la neurorrehabilitación. Uno de los campos más importantes para su utilización es en el tratamiento de los denominados movimientos anormales e involuntarios.
El Gobierno de la provincia, a través del Ministerio de Desarrollo Humano, dispone periódicamente el traslado hacia el interior de profesionales especialistas en neurología para fortalecer el trabajo diario que llevan a cabo los equipos de salud de los distintos hospitales ubicados a lo largo y ancho del territorio.
En ese marco, una nueva jornada de atenciones neurológicas conjuntas, a cargo del Servicio de Neurología del Hospital Central, en coordinación con el equipo de salud local, fue llevada a cabo en el Hospital Distrital de Laguna Blanca Pedro E. Insfrán, donde accedieron a la consulta pacientes que viven en esa localidad y también, otros que residen en poblaciones aledañas.
En el consultorio se atendieron pacientes de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. Así se realizó el seguimiento de los que ya tenían un diagnóstico establecido y que actualmente se encuentran en tratamiento, y, además, fueron atendidos los que recientemente fueron captados por el equipo de salud local.
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Toxina botulínica
“Entre los variados tratamientos ofrecidos a los pacientes, se procedió a la aplicación de una sustancia denominada toxina botulínica a una paciente, que padece distonía facial, causante de movimientos anormales faciales”, explicó el neurólogo a cargo y referente del servicio, Miguel Campuzano.
La toxina botulínica es una neurotoxina que se aplica en el ámbito de la medicina de la rehabilitación, desde la neurología (neurorrehabilitación). Uno de los campos más importantes para su utilización es en el tratamiento de los denominados movimientos anormales, que son movimientos habitualmente involuntarios, que modifican el estilo de vida del paciente y, a veces, hasta imposibilitan algunas funciones, por eso requieren un tratamiento.
Campuzano resaltó que si bien es un medicamento de alto costo es un tratamiento gratuito que ofrece el sistema público de salud de la provincia, a través del Ministerio de Desarrollo Humano y además “se encuentra a cargo de profesionales con amplia experiencia en la aplicación de esta toxina, algo que se hace, generalmente, entre dos o tres veces al año”.
La toxina actúa debilitando, de manera selectiva, el grupo muscular donde es aplicada la toxina, entonces, en los pacientes que tienen movimientos anormales, movimientos en exceso, o que tienen tensión o rigidez muscular que dificultan la marcha, la apertura de los ojos en los movimientos distónicos de la cara su aplicación permite que el paciente se rehabilite, mejore la función, recupere la marcha e inclusive que pueda eliminar los movimientos anormales que tiene, por ejemplo, en la cara.
Entre las enfermedades tratadas con mayor frecuencia, el profesional mencionó epilepsia, secuelas de ACV, enfermedad de Parkinson, cefaleas y traumatismos de cráneo.