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Por qué el conductismo está tan extendido entre los psicólogos argentinos
Tal como sucede en el resto de Latinoamérica y en todo el mundo en general, los trastornos mentales han experimentado un crecimiento notable en la sociedad argentina. Una clara muestra de ello es el incremento de la actividad de las clínicas de psicología, las cuales reciben a muchos más pacientes que antaño.
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Algunos de ellos, antes de acudir a la cita, deciden informarse sobre la corriente de psicología que aplica el profesional en cuestión. De esta manera, saben si el resultado que conseguirán con la terapia es el que esperan obtener. Hoy hablaremos de una de las más extendidas en el país albiceleste: el Conductismo.
Si bien es cierto que esta corriente de la psicología surgió en el siglo XX, no empezó a adquirir una gran popularidad hasta haber transcurrido unas cuantas décadas. Hoy en día, la ponen en práctica muchos psicólogos de Argentina. Pero, ¿a qué es debido?
Antes de profundizar en las claves que dan pie a semejante éxito, conviene averiguar exactamente en qué consiste. El conductismo es una forma de entender y aplicar la psicología, basándose específicamente en, como su propio nombre indica, la conducta de los pacientes.
En concreto, da importancia a la conducta que permanece observable. Y es que el conductismo considera que la manera que tienen los humanos de comportarse no la adquieren desde que nacen, sino que la van desarrollando con el paso del tiempo. Esto significa que pueden introducirse modificaciones a posteriori, corrigiendo ciertos aspectos negativos para que el paciente y quienes forman parte de su círculo cercano pasen a tener una mayor calidad de vida en términos mentales.
Es innegable que, en los tiempos que corren, la psicología apuesta fuertemente por los procesos que se realizan internamente en la mente de la persona afectada por un trastorno o problema en general. El conductismo acaba por completo con esta premisa.
Así pues, es comprensible que haya mucho debate entre los psicólogos: ¿qué forma de entender esta ciencia es la correcta? Sin entrar a valorarlo, vamos a describir los detalles que los profesionales que aplican el conductismo entienden que son grandes ventajas que sus pacientes merecen obtener. Por supuesto, más adelante también nos adentraremos en aquellos factores que podrían considerarse negativos.
Aspectos positivos del conductismo
Aunque tal y como veremos después el conductismo tiene contras, los pros inclinan la balanza a favor de esta corriente de la psicología. Y no es para menos, puesto que algunos de ellos son tan importantes como el hecho de que facilita enormemente la comprensión del comportamiento que tienen los humanos.
Algunas terapias que aplican dicha disciplina, como la cognitiva-conductual, llevan años demostrando ser muy efectivas. Ello es debido a que el psicólogo pasa a contar con las herramientas necesarias para entender cómo se comporta el paciente y, paulatinamente, ir modificando las carencias conductuales hasta obtener un resultado óptimo a todos los niveles.
Hay algunas terapias psicológicas cuyos resultados son difícilmente evaluables. No es el caso que nos ocupa, puesto que la efectividad de la teoría conductista puede comprobarse de manera muy sencilla verificando si las respuestas que producen determinados estímulos son las deseables o no.
Por otra parte, el conductismo presume de una gran versatilidad en el sentido de que es aplicable en todo tipo de contextos. Estamos acostumbrados a las disciplinas de psicología que están muy limitadas en este sentido, pero dicha corriente va más allá permitiendo ser puesta en práctica en procesos educativos y terapéuticos, indistintamente de la edad del paciente.
Factores negativos del conductismo que deben tenerse en cuenta
Independientemente de si eres psicólogo o estás en busca de un profesional cuyo tratamiento solucione un problema mental que padeces desde hace tiempo, es importante que no solo valores los aspectos positivos anteriormente traídos a colación. Tal como sucede con otras corrientes de la psicología, presenta una serie de contras que no hay que obviar, empezando por la durabilidad de los resultados.
Ciertamente, los obtenidos por los psicólogos conductistas son muy buenos. Aun así, hay que decir que en algunos casos son de corta duración, puesto que esta disciplina se centra en modificaciones a corto plazo. Aunque en ciertos casos se mantienen, algunos pacientes acaban experimentando cambios otra vez, por lo que en un futuro lejano vuelven a las andadas.
Por otra parte, el conductismo genera polémica por centrarse no solamente en predecir la conducta, sino también en alterarla, aunque sea para beneficiar al paciente. Algunos psicólogos argentinos no ven con buenos ojos este tipo de modificaciones.
A pesar de la controversia del conductismo, lo cierto es que a día de hoy sigue siendo una de las disciplinas más extendidas en la psicología. De hecho, son numerosos los psicólogos que cuentan por centenares los casos exitosos, es decir, pacientes que tras someterse a sus terapias han modificado la conducta y reaccionan mejor a estímulos que antaño les afectaban muy negativamente.