CUCURBITÁCEAS, HORTICULTURA, MAÍZ Y TOMATE
Productores paipperos con asistencia técnica y de insumos
El licenciado Lucas Rodríguez, subsecretario de Producción Sustentable del MPyA, puntualizó en algunos tipos de cuencas productivas, como ser el cultivo de tomate en el Norte de la provincia, detallando que “desde el Gobierno de Formosa se asume el compromiso de poner siempre en las manos de los productores paipperos la tecnología de punta que se encuentra disponible en el mercado.
Los productores paipperos de distintos puntos de la provincia reciben insumos (semillas), al igual que preparación de suelo y acompañamiento técnico.
“En el marco de las políticas productivas con las que se viene trabajando junto a los productores paipperos, a lo largo y ancho de la provincia se abarca un gran abanico de cultivos como maíz, cucurbitáceas y horticultura. Esto demuestra a las claras que Formosa viene consolidando fuertemente su modelo de diversificación productiva”, se aclaró desde el Ministerio de la Producción y Ambiente (MPyA).
El licenciado Lucas Rodríguez, subsecretario de Producción Sustentable del MPyA, puntualizó en algunos tipos de cuencas productivas, como ser el cultivo de tomate en el Norte de la provincia, detallando que “desde el Gobierno de Formosa se asume el compromiso de poner siempre en las manos de los productores paipperos la tecnología de punta que se encuentra disponible en el mercado. Para eso, se trabaja siempre con semillas de alta calidad genética”.
Además, a través del mencionado acompañamiento del Gobierno de Formosa, dijo que “se trabaja con esta tecnología donde nuestros profesionales que acompañan a los productores, van haciendo el seguimiento y el apoyo técnico correspondiente para poder utilizar estas tecnologías y que se traduzcan cada vez en mejores rendimientos. Pero no olvidemos que están presentes también los factores ambientales y climáticos, como las temperaturas, las heladas y la disponibilidad de agua”.
Cuenca tomatera formoseña
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En el Norte de su territorio, la provincia de Formosa cuenca con producción de tomates. En la última campaña, en total fueron 250 familias paipperas que se dedicaron a la producción de tomates en las localidades de Laguna Naineck, Riacho He Hé y Laguna Blanca, constituyéndose así la cuenca tomatera.
“En esa oportunidad se estuvo asistiendo a los productores tomateros con preparación de suelo desde los municipios locales. Y desde el MPyA un trabajo con asistencia en insumos, ya sean semillas de alta calidad genética y el seguimiento técnico a cada uno de estos productores”, explicó el ingeniero Guido González, director de Producción Sustentable del MPyA.
“En Laguna Naineck –reveló el Ingeniero González– los productores son de las colonias Paraíso, San Juan y Palma Sola. Allí el acompañamiento del Gobierno provincial puso a disposición de los productores semillas de tomate híbridas con latas de 3.000 semillas que, si hablamos de superficie, abarcan un cuarto de hectárea”.
Para poder llevar adelante esta campaña de producción de tomate, fue necesario un fuerte trabajo en el manejo de cultivo, considerando que las condiciones climáticas no fueron las mejores. El cultivo de tomate atravesó períodos de estrés hídrico y la aparición de heladas en esta zona. Estos factores fueron el desencadenante de no poder verse reflejados los rendimientos esperados.
Comercialización de tomate
Para el ingeniero González, “no obstante los productores pudieron llegar a cosechar sus cultivos. Si bien hubo merma en el rendimiento, estas fueron alrededor del 30% a 40% de los cultivos. A pesar de eso y considerando las condiciones climáticas que se presentaron, podemos hablar de una buena campaña de tomate ya que los productores pudieron llegar a cosechar sus producciones”.
A esta fecha del año la cosecha de tomate ha concluido. En total, se contabilizaron alrededor de 200 cajones de frutas producto de las tres mil plantas logradas. Toda esta producción fue comercializada en distintos mercados, como Clorinda y otras localidades, además de abastecer al programa Nutrir y Soberanía alimentaria formoseña.
Con respecto a los valores de comercialización, al comienzo de la campaña el tomate se pagó a muy buen precio: alrededor de 1200 pesos el cajón. Luego, por la presencia de ley de oferta y demanda que caracteriza a los mercados, ese precio fue disminuyendo en unos pocos decimales.
Manejo de las semillas
El ingeniero González hizo hincapié en el manejo de las semillas que se utilizan para la producción, especialmente en la de tomate: “Las semillas que se entregaron son híbridas, que están adaptadas a esta zona y tienen muy buenos potenciales en cuanto a rendimiento y calidad de frutos”.
Esto tiene que ver con algunos trascendidos en redes sociales, que hablan de una problemática con las semillas. Se aclaró que las semillas no tienen fecha de vencimiento, ya que según la Ley Nacional de Semillas 20.247/73, en cada una se debe indicar el año de cosecha y, dependiendo la variedad y especie, cada semilla es conservada en un sobre o lata hermética que la resguarda de la humedad y el oxígeno.
¿Cómo saber si una semilla es óptima? El ingeniero explicó que “en las condiciones óptimas de guarda, cada semilla tiene una viabilidad de 4 a 5 años. El proveedor que vende esas semillas realiza controles técnicos como poder germinativo y de energía germinativa, corroborando que esa semilla se encuentra por encima del 90% para comercializarla”.
No obstante, recordó que “desde el programa agrícola del MPyA se toman los recaudos pertinentes y se realiza a cada lote de semillas los mismos controles, es decir, de poder germinativo y de energía germinativa. Esto se hace para estar seguros de que las semillas que se entregan a los productores en nuestra provincia son de excelente calidad y de una viabilidad comprobada”.
Inconvenientes con las semillas
Finalmente, desde el MPyA se recordó que los técnicos extensionistas que se encuentran en el territorio recomiendan que en el caso de que haya un problema con las a las semillas, ya que allí figuran los números de lote para realizar las denuncias correspondientes.
En esos caso, profesionales técnicos del MPyA y del proveedor que comercializa las semillas se encargarán de verificar la situación y tomar los recaudos pertinentes, además de las medidas que sean necesarias ya que la provisión de semillas es una actividad regulada con altos estándares de calidad y cuenta con los seguimientos técnicos correspondientes.