ES EL PRIMERO REGISTRADO EN ESTA ESPECIE
Rabia en un tapir: intensifican la vigilancia en la reserva Guaycolec
En un trabajo junto con el SENASA, se realizó el trazado del foco y el bloqueo de movimiento de hacienda para evitar la dispersión.
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Ante la confirmación de la detección de un brote positivo de rabia en un ejemplar de tapir (Tapirus terrestris), el primero registrado en esta especie, en Guaycolec, desde la Subsecretaría de Recursos Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental informaron que se intensificó la vigilancia epidemiológica en la Reserva de Animales Silvestres.
Por la información recabada por los especialistas, se sospecha que el tapir pudo contraer la rabia tras ser mordido por un murciélago infectado con el virus, situación posible por la presencia de al menos un refugio de murciélagos cerca de la Reserva y del recinto del animal.
Por ello, en un trabajo junto con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se tomaron las medidas sanitarias para eliminar estos refugios, reduciendo así el riesgo de transmisión de la rabia a otros animales. Además, se realizó el trazado del foco y el bloqueo de movimiento de hacienda para evitar la dispersión.
Sumado a ello, se implementaron campañas de vacunación dirigidas no solo a la población de tapires en cautiverio, sino también a otros mamíferos que podrían servir como hospedadores como pumas, monos y cérvidos. Dichas vacunas fueron puestas a disposición por el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia.
Las autoridades destacaron que la detección de rabia en un tapir en la Estación de Animales Silvestres Guaycolec plantea la necesidad de implementar más estrategias de manejo efectivas para proteger la biodiversidad.
El caso
Este viernes 10 de mayo, se informó el brote positivo de rabia luego de la confirmación a través del análisis de laboratorio y de la necropsia correspondiente. El animal se encontraba en cautiverio en las instalaciones de la Reserva, ubicada a 25 kilómetros de la capital formoseña.
Días antes presentó sintomatología nerviosa compatible tanto con rabia como con encefalomielitis equina. Por lo que se tomaron medidas de bioseguridad, es decir, fue aislado, medicado y observado por los médicos veterinarios.
Ante la sospecha se avisó rápidamente al Senasa, quienes a través de su Programa de Rabia realizarán un seguimiento exhaustivo por el caso, que es poco común.