TERCER MILENIO
Se avecina un tiempo distinto que demandará sensatez y consenso de los actores políticos
Por Justo L. Urbieta
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Culminó el calendario electoral en el país y en el caso particular de Formosa luego que los electores tuviesen que concurrir a votar en cinco ocasiones, con lo cual hubo tiempo para que la ciudadanía se pronunciase y optara, mayoritariamente, en favor de aquellos por los que optó porque se encarguen de darle continuidad a la democracia que conmemora 40 años de vigencia ininterrumpida.
El candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, fue electo presidente de la Nación y Victoria Villarruel, vicepresidenta, postergando las aspiraciones de Unión por la Patria que postulaba a Sergio Massa y Agustín Rossi. Ambos solamente lograron imponerse en Formosa, Santiago del Estero y provincia de Buenos Aires lo que significa que en las 21 jurisdicciones restantes se impuso el candidato libertario.
Aquí Massa logró un 56 por ciento de adhesiones tras la campaña que líderó el propio Gildo Insfrán quien, desde un primer momento, se encargó de explicar las razones por las que el Modelo Formoseño confiaba en afirmarse con la permanencia en el PEN de un representante del espacio nacional y popular.
Sus mensajes fueron mayoritariamente comprendidos a tal punto que Formosa se mantuvo fiel a su ideario ideológico por lo que se descuenta que, sin renunciar a ellos, se avecina para las autoridades locales- cuya fórmula triunfante el 20 de junio asumirá en veinte días un nuevo mandato de cuatro años avalada por casi el 70% de los sufragios- una diligencia que no le es ajena al lagunense que se ha caracterizado por su experiencia en los debates y en la búsqueda de consensos cuando se trata de privilegiar los altos intereses de los formoseños.
Nadie ignora que una mirada a la ideología que orienta la gestión del formoseño y la del presidente electo los muestra absolutamente en veredas opuestas aunque las exigencias de la Nación, de la situación emergente por la que atraviesan millones de habitantes y la confianza en que la altisonancia de los discursos se diluye ante la impostergable necesidad de resolver los conflictos de modo colectivo, hacen confiar en que nada dramático asoma pese a las características personales de los actores que acaban de subir a escena.
El propósito que marcó la centralidad de la campaña de Sergio Massa de recrear un gobierno de unidad nacional y de terminar con la grieta no pareciera que naufragara con la consagración presidencial de Milei, aunque tampoco se puede soñar con la terminación de las diferencias cuando el antagonismo aún perdura en el fútbol ya que pese a las experimentaciones no se han vuelto a encontrar locales y visitantes en los partidos domingueros.
En cuanto a lo que viene, es mucho lo que el futuro jefe de estado debe aprender acerca de la realidad nacional, empezando por conocer el país y tomar dimensión de sus riquezas y potencialidades, así como también de las inequidades que perduran por responsabilidad de un centralismo porteño que no cesa en su asedio al federalismo, olvidando que las provincias son pre existentes a la fundación del estado nacional.
Con los resultados en la mano, de lo que se trata es , como lo manifestara el senador José Mayans, se cumplir el mandato popular en las urnas y de confiar en que el futuro siempre puede ser mejor para los argentinos en la medida que se actúe con responsabilidad, compromiso, prudencia y respeto entre quienes están al frente y quienes lo estarán de las instituciones emblemáticas de la Argentina.
No hay que dejar de recordar lo que el gobierno peronista de Formosa tuvo que afrontar durante las administraciones de Fernando de la Rúa y de Mauricio Macri con la Alianza y Cambiemos, respectivamente.
Hubo restricciones, obras paralizadas y un tratamiento injusto para con el pueblo de Formosa por las diferencias expuestas públicamente por Gildo Insfrán por ese comportamiento del PEN y sus delegados en organismos nacionales en la provincia.
Sin embargo, con una gestión práctica e inteligencia y el acompañamiento de un pueblo esclarecido y agradecido fue posible sostener la marcha en base a una planificación consensuada que si bien es cierto no march+o con la celeridad deseada tampoco se estancó ni se fue consecuente con loas caprichosos del momento.
Lo relevante de lo que viene es existe el convencimiento que la democracia es el sistema de gobierno por excelencia que responde a los sueños, anhelos y expectativas de los argentinos en general y los formoseños, en particular y , de ese modo, lo demás se está en condiciones de resolver desde el diálogo responsable y el consiguiente consenso.