Un encuentro con la magia
Swing Summit Trío: La cima del Jazz llega a Formosa con Oscar Giunta

Por Rocío Chavez
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Formosa vibrará al ritmo del jazz de más alto nivel con la primera presentación en la ciudad del aclamado Swing Summit Trío, liderado por el virtuoso baterista Oscar Giunta, cuya energía y precisión son el motor del trío, junto a Manuel Fraga, un pianista de técnica impecable y una sensibilidad profunda capaz de evocar la esencia del swing con cada nota, y Pablo Motta que con su contrabajo aporta la solidez rítmica y armónica necesaria, siendo un pilar fundamental en la base del sonido del grupo. Será el viernes 18 de julio, a las 21 horas, en Madero Norte, local de la costanera formoseña que será testigo de un show que quedará marcado en la historia musical de la provincia. Con dieciséis años de trayectoria, Swing Summit Trío está recorriendo este mes la región NEA y el Paraguay para presentar su flamante segundo álbum Swingin’ in BA y celebrar con el público la reciente distinción al Premio Konex 2025 como Conjunto de Jazz de la Década, cuya entrega se llevará a cabo el día 9 de septiembre en una ceremonia muy especial.
En este concierto muy esperado por los aficionados del Jazz, producido por El Cangrejo Rojo con la colaboración de Música Sin Etiquetas, habrá versiones personales y arreglos propios de música de Benny Goodman, Duke Ellington, Art Blakey, Oscar Peterson, Ray Brown y composiciones originales, conectando el pasado con el presente de esta música. Las entradas, con un valor de $25.000, ya están a la venta y se pueden reservar vía WhatsApp al 3704301787 o adquirir en la heladería Luigi (avenida 25 de Mayo 685).
Antes de encender el escenario, Oscar Giunta, un referente absoluto y uno de los bateristas más influyentes del jazz en Argentina, conversó en exclusiva con Día Seis y dio su mirada profunda sobre este esperado encuentro con el público formoseño, la magia de una química forjada en décadas de música compartida, la esencia del swing en el siglo XXI y su apasionada visión sobre el presente y futuro del jazz argentino. Invitó al publico formoseño “que vengan el viernes 18 a ser parte de una celebración de música, arte y amor, lo vamos a pasar fabuloso, van a encontrarse con un espectáculo que creo que va a quedar grabado en su memoria”.
—Es la primera vez que Swing Summit Trío se presenta en Formosa. ¿Qué expectativas tienen para este encuentro con el público local?
—Las expectativas son altas y el entusiasmo también. Y si bien es la primera presentación con Swing Summit Trío en tierras formoseñas, en lo personal, he tenido la oportunidad de girar y tocar en Formosa en varias oportunidades: desde aquella primera presentación junto a Sandra Mihanovich en los albores de los 2000 en un casino de Formosa que recién se inauguraba, hasta mi ultimo concierto allíi con mi Oscar Giunta Supertrio! #OGSt! en el Teatro de la Ciudad, pude comprobar de primera mano el nivel de calidez y apreciación musical latente y presente en el público formoseño, algo que principalmente tiene que ver con la actividad permanente de los grandes músicos y artistas formoseños de todos los géneros y extracciones musicales. Ellos son los verdaderos héroes de todo esto, por que son los que sostienen la vara alta y perpetran el interés del público allí, de manera permanente.
—Junto a Manuel Fraga y Pablo Motta llevan más de 15 años tocando juntos. ¿Cómo describirías la química musical que se forjó entre ustedes?
—La química musical, es ante todo química musical y humana. No creo que sea posible de otro modo. A esta altura, además de amigos, somos familia y compañeros de ruta, con todo lo que esto engloba. Nos hace muy felices tocar juntos y girar, y nos enorgullece sentir y saber que el público es parte de este ritual mágico concierto tras concierto, allí donde llegamos.
—Están presentando Swingin in BA. ¿Qué representa este álbum para el trío? ¿Hubo algo diferente en el proceso creativo o de grabación en comparación con Swing Summit?
—Ambos álbumes comparten una similitud, no obstante haber sido grabados con casi 15 años de diferencia entre uno y otro los dos discos son el fruto de un proceso intenso y extenso de conciertos y giras, en los cuales tuvimos la oportunidad de darle vida a la música, los arreglos, y lo que es lo principal: madurar la música a través de una inmensa cantidad de conciertos y giras en vivo, que es donde la música termina realmente de cobrar vida. Ambos álbumes son el resultado de mucho trabajo real sobre el repertorio.
El swing en el Siglo XXI
—El swing es la esencia de su propuesta. ¿Cómo mantienen vivo y relevante un género con tanta historia en un contexto musical tan cambiante como el actual? ¿Qué rol juega la improvisación en esa vitalidad?
—Mi visión sobre esto, es que uno debe ser genuino y sincero con lo que ama hacer y de eso se desprende siempre una energía intrínseca y un mensaje poderoso que va más allá de lo que se oye y se ve. Para mí, los géneros o estilos musicales de algún modo son circunstanciales y también funcionales a lo que uno desea expresar; creo que no habría modo posible de transgredir esto. Este Swing Summit Trío interpreta el tipo de música que ama y es una entidad que nos trasciende a los integrantes incluso. Cada uno de nosotros, por separado, toca e interviene en una gran cantidad de propuestas musicales muy disimiles e incluso antagónicas en términos de estilo musical con esta propuesta, pero el nexo común es hacerlo siempre con el corazón y el alma puestos en la música y el arte.
La visión del Jazz argentino
—Sos un referente del jazz argentino. ¿Cómo evolucionó el género en nuestro país desde tus inicios hasta hoy? ¿Qué elementos lo definen o lo hacen distintivo a nivel global?
—La historia del Jazz en Argentina no es muy distinta a la historia de la música y las artes en general en nuestro país, con todos sus vaivenes socio-políticos y la coyuntura con el aspecto económico e idiosincracia. Pero como leí alguna vez en algún libro relacionado a la música, todo esto “es un lirio a pesar del pantano”, y logra florecer de una manera estoica e inexorable. Hoy hay abundante bibliografía que aborda la historia del género en nuestro país y no me gustaría ser redundante, aunque si me animo a decirles que gracias a toda esta historia y sus héroes, hoy tenemos la posibilidad de disfrutar de este presente del cual pondremos lo mejor de nosotros para que la noche viernes 18 de julio en Formosa sea una verdadera fiesta y punto de encuentro musical y de almas.
—¿Hay algo en la idiosincrasia o en el mestizaje cultural argentino que se refleje de manera única en el jazz que se produce aquí?
—Por supuesto, claro que si!. Los encuentros entre el Jazz con el Folklore argentino en general y con el tango, no son nuevos. El Jazz no es un ritmo únicamente, si no un concepto y un modo de abordar la música. Un lenguaje en sí mismo. Desde esa plataforma, todos quienes se hayan formado en este arte logran que su música de raíz comulgue con este lenguaje. Hay infinidad de felices ejemplos en Argentina y en el mundo, cada cual con sus músicas regionales y sus culturas.
—¿Qué tan importante es mantener la tradición del jazz, como el swing que ustedes cultivan, en un contexto donde el género se fusiona constantemente con otros estilos?
—Hacer visible las tradiciones es una labor tan noble como dar a conocer las innovaciones y las nuevas formas de arte. Ambas se sostienen mutuamente y es menester de que haya gente llevándolo a cabo con amor y espíritu genuino. No conozco ningún artista genuino que haya innovado en algo prescindiendo de la tradición de ese arte al cual pretende consciente o inconscientemente darle una vuelta de tuerca.
La música está a salvo
Con una mirada optimista hacia el futuro, Oscar Giunta se muestra asombrado por las nuevas generaciones de jazzistas: “Los jóvenes de entre 15 y 30 años que veo hoy en la escena argentina y fuera del país, son de los mejores músicos que he visto y oído en mi vida”. Su entusiasmo se basa en que, además de identificarse con la música de su generación, “también han sabido asimilar las tradiciones con gran sabiduría, sin pruritos, con amor y un nivel superlativo”. Para el maestro Giunta, “la música está a salvo”.
—¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta la escena del jazz en Argentina?
—Gran parte de los desafíos que enfrenta la escena no solo jazzística argentina sino en general, ante cierta coyuntura que va de lo socio-político y económico al entorno general, es aunar esfuerzos, encontrarse, tratar de mancomunarse y tratar que todas las expresiones dentro de las formas de arte en general encuentren un canal real de poder encontrarse con el público por todas las vías posibles, y hablo de poder concretar presentaciones en vivo donde el arte se formula de la mejor manera; eso me parece que es por un lado una manera de generar espacios, abrir puertas y también de elevar el bienestar espiritual colectivo.
—¿Qué importancia tiene para una banda como la tuya tocar en espacios que quizás no son los circuitos tradicionales de Buenos Aires?
—Esto que mencionás es un aspecto fundamental, vital y central. Esta música o cualquier forma de arte para mi tiene que ver con los Derechos Humanos y como tal tiene que ser pasible de poder llegar a la mayor cantidad de publico posible, y esto implica muchas cosas, no solamente que los espacios de alguna manera encuentren viabilidad para poder ser accesible a la mayor cantidad de público posible, sino también que la gente sienta un derecho sobre eso y lo apoye, y de alguna manera lo cuide y lo proteja. Debería haber también mayor accesibilidad para poder producir estos tipos de eventos con menores costos, debería haber menores costos de vuelos, con apoyo oficial y también ferrocarriles, pues a esta altura del siglo 21 deberíamos tenerlos muchos más cultivados para que sea mucho más fácil y accesible producir en un territorio tan hermoso como el argentino con tanta avidez de música y arte. El asunto es hacerlo llegar y generar una costumbre a todo tipo de manifestación musical y artística, más allá de las modas y las épocas.
—¿Cómo es el público de jazz en Argentina? ¿Cambió a lo largo de los años?
—Tradicionalmente el público argentino en general, y sobre todo aquel público llamada entre comillas clase media, siempre tuvo un hábito cultural de asistir a música, teatro, de tener un contacto frecuente con toda actividad cultural. Lo importante es sostener esto en el tiempo mas allá de cierta coyuntura que genera que aquella clase media haya desaparecido en gran medida y donde deliberadamente se le va quitando toda conexión. Es importante sostener ese hábito a través de las generaciones, lo clave e importante es lograr más allá de las dificultades perpetrar que el arte siga en contacto con la gente. El goce por el acontecimiento artístico cuando es genuino es mucho más elevado, mucho más disfrutable y profundo.