TERCER Milenio
Un sueño cumplido y ya planifican nuevas etapas
Con la bendición de una lluvia copiosa como telón natural de fondo y en coincidencia con la celebración del Día Mundial del Agua, Gildo Insfrán pudo contemplar la concreción de un sueño propio que comenzó a recrearse entre sus ideas y en la planificación en 1996 cuando hace público el modelo formoseño...
Con la bendición de una lluvia copiosa como telón natural de fondo y en coincidencia con la celebración del Día Mundial del Agua, Gildo Insfrán pudo contemplar la concreción de un sueño propio que comenzó a recrearse entre sus ideas y en la planificación en 1996 cuando hace público el modelo formoseño... y, como parte de el, lanzó el PAIPPA en General Belgrano. Y lo consiguió en su pueblo natal, Laguna Blanca, donde el martes 22 de marzo habilitó los 2.800 metros cuadrados correspondientes a las ampliaciones y nuevas construcciones de la sede del Instituto Universitario Formosa que elevó a 1421 las obras que al servicio del sistema educativo formoseño durante su gestión.
Quienes conocen al Gildo ser humano advirtieron el modo como manifestó públicamente su orgullo y alegría al ver a los más de 60 egresados como ingenieros y técnicos en Producción Agropecuaria y licenciados en Turismo y Gestión Ambiental, varones y mujeres, procedentes de distintos puntos del territorio y la mayoría de ellos hijos de pequeños productores agropecuarios a quienes les propuso con el PAIPPA sumarse a un nuevo modelo productivo. Contemplaba la realización de su idea, de su planificación, de su Modelo Provincial.
Nace el PAIPPA
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Quienes estuvimos ese 15 de septiembre de 1996 en el galpón de la vieja desmotadora de General Belgrano no solo nos sumamos a la sorpresiva buena nueva del gobernador que le proponía a los campesinos que cultivaban en pequeños predios una serie de medidas transformadoras para que abandonasen viejas prácticas que les evitaba evolucionar social y económicamente.
Muchas de esas acciones incluían la asistencia alimentaria, capacitación, tecnificación agraria, vivienda rural, propiedad de la tierra, el rol protagónico de la mujer como centro del hogar y el acceso a la salud y a la educación, en este caso en todos los niveles de la enseñanza.
Todos esos rubros se fueron concretando progresivamente y con la institucionalización del Programa de Acción Integral para los Pequeños Productores Agropecuarios que de los 8.500 campesinos que se adhirieron llegaron a los 10.000 al sumarse los de los departamentos del Oeste.
La educación
Sin embargo, el interés de Insfrán -por lo que importaba para la formación de los recursos humanos aptos para que el PAIPPA evolucionara- se centró en la educación concebida como el nuevo rostro de la justicia social en alianza estratégica con la producción y el trabajo.
Así nacieron inicialmente los establecimientos donde se incorporó el Ciclo Básico Rural para continuar con las unidades que formaban a los alumnos en disciplinas íntimamente ligadas al quehacer rural en el marco del objetivo gubernamental de afirmar su idea de multiplicar sistemas productivos con productores incluidos que pudiesen realizarse en su propia tierra y que evitasen el desembarco de grandes inversores que concentrarían la riqueza y limitarían la esencia del programa transformador del campo.
De allí la gratificación del jefe del PEP cuando se plantó frente a los egresados -entre ellos los Ingenieros en Producción Agropecuaria, una carrera que es única en el país- y también al enterarse que en el nuevo ciclo la matrícula integrada mayoritariamente por mujeres permite observar la procedencia de jóvenes de 30 puntos de la provincia y hasta los procedentes de la República del Paraguay.
Derecho a educarse
Además de reconocer públicamente la gestión relevante de la profesora Ana María Del Riccio, a quien reconoce como el alma mater en la concreción del proyecto académico, Insfrán confirmó que el sueño no tiene fin, sino que se extenderá porque el formoseño tiene el derecho de educarse y formarse profesionalmente en el lugar donde nació y eligió vivir.
La decisión política de apostar a la educación y sobre todo a la del secundario rural, se basó en reconocérselo como un derecho que privilegiaba a las mujeres porque cuando terminaban la primaria sus padres no querían enviarlas adolescentes al pueblo más cercano para proseguir sus estudios por lo cual se truncaba su futuro educativo.
Este concepto adquiría un cambio real en el IUF al verificarse que la matrícula del nuevo ciclo muestra una mayoría de estudiantes mujeres.
Universidad provincial
Esto se interpretó como el augurio de una Formosa con universidad provincial y estilo educativo basado en el sentido de pertenencia al reconocer que solamente quienes aman a Formosa y reconocen su origen tienen garantizado el futuro.
Al dirigirse a los flamantes profesionales surgidos del IUF les dijo sentirse orgulloso del esfuerzo realizado por todos ellos, pero con el acompañamiento de sus familiares y de la comunidad para responder a las posibilidades que les brindaba un proyecto político.
Justo L. Urbieta