«Una de las razones del retroceso electoral del Gildismo hay que buscarla en el campo»
El director regional NEA de la Federación Agraria Argentina (FAA), Panfilo
Ayala aseguró que “una gran parte del retroceso electoral” que registró este
domingo el partido del gobierno provincial, “se recostó en la decisión de los
hombres del campo formoseño”, quienes “se hartaron de la humillación a que
son sometidos para sobrevivir a la ausencia oficial”.
“El pequeño y mediano productor comenzó a manifestarse en las urnas, y acaba
de decirle no al modelo formoseño: no más abandono, basta de olvido al
campo” advirtió el dirigente rural.
“Entre los poco más de 150 mil votos en contra del modelo, una cantidad
importante provino del campo, del interior profundo, chacareros, que salieron a
plantear su rechazo a una vida oprimida, y reclamando otro rumbo: una
provincia productiva, donde podamos ver de nuevo algodonales en el interior,
soñar con recuperar las cien mil hectáreas del oro blanco, las doce mil
hectáreas de bananas, incrementar la agricultura en manos de los pequeños y
medianos productores, porque es la herramienta con la que se cultiva el
bienestar”, justificó.
Para Pánfilo Ayala, “la política actual lleva al sujeto agrario formoseño a la
humillación permanente porque terminan peregrinando ante los municipios,
ante el funcionario de turno, para tratar de conseguir una posible ayuda para
continuar en algunos de sus cultivos”.
“Los pequeños y medianos productores dijimos basta, porque queremos un
modelo realmente productivo, pero también exigimos que acabe de una vez la
mentirosa propaganda política que pretende mostrar un campo maravilloso, que
si a alguien beneficia es a los amigos y a los familiares del poder”, sostuvo.
Ayala, volvió al acto comicial del domingo, y sostuvo que con los resultados
“se avizora una esperanza para cambiar el rumbo, y así las colonias y los
pueblos del interior sean nuevamente poblados, y la ruralidad se constituya en
la garantía de la integración familiar”.
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DECISIONES, NO POLITICAS
“En las últimas décadas, esta forma de hacer política, donde no existe un
programa productivo que otorgue certidumbre y criterios claros, hizo que el
productor este hoy cansado de producir sin rentabilidad, de mendigar ayuda
todo el tiempo, de implorar al funcionario alguna semillita para sobrevivir”,
planteó. “El productor ya no pude vivir de limosna, necesita un plan oficial que
le permita beneficios para una vida donde pueda desarrollarse con dignidad
junto a su familia”, exigió.
“En Formosa, es urgente la reconversión del campo y de la producción, y para
eso se necesita una nueva mirada de nuestra provincia, centrada en el sujeto
agrario, en el hombre de la chacra como un ciudadano, no como un número
para las elecciones, para hacer propaganda política”, defendió.
“Ninguna decisión del gobierno de Gildo Insfran le sirvió al campo para que
sea sustentable la producción, por el contrario: programas como el PAIPPA, o
el NUTRIR, con los que tanto alardea, llevaron a empobrecernos cada vez más,
y a depender de que en algún momento, nos tiren algo para sobrevivir”,
denunció.
“Los formoseños no queremos vivir más así, queremos una provincia
productiva, donde podamos trabajar como hicieron nuestros padres, nuestros
abuelos, cuando hubo miles de hectáreas cultivadas, y que hoy,
desgraciadamente, sólo son parcelas abandonadas e improductivas”, reafirmó.
DARLE BATALLA
Al profundizar su mirada sobre los efectos de las decisiones oficiales, aseguró
que “resultan desgarradores los testimonios que a diario escuchamos de boca
de los productores, de toda la geografía provincial, describiendo lo abandonado
que están, sin un Estado que los acompañe con políticas publicas claras que
puedan garantizar certidumbre y éxito en lo productivo; solo se ven a
funcionarios preocupados sólo por saber cuántos votos pueden recoger, a
cambio de algunas migajas”.
En ese sentido, el dirigente expuso el caso de “un conocido productor bananero
que está vendiendo sus pocos bienes para sobrevivir, para mantener su
producción”. Sobre ese hecho, dijo que “esto duele mucho, y es una situación
que se repite bastante en cientos de familias de agricultores formoseños; por lo
general esto termina con la venta de la tierra productiva al político de turno
que, como se sabe, existe en cada pueblo, en cada colonia, casi, como el cuervo
que se sienta a esperar que el zorro pierda el apetito, para encargarse de lo que
deja abandonado”, graficó, con crudeza.
“Esto que está pasando, nos duele muchísimo, pero estamos convencidos de
que a la lucha hay que darla, y seguiremos resistiendo; la agricultura tiene que
ser la herramienta del desarrollo económico que nos dignifique como
personas”, insistió.
“Existe una realidad que no se puede ocultar a pesar de que el gobierno
provincial insiste en hacerlo con muchos maquillajes mediáticos; el tiempo es
testigo y confirma lo que desde hace tiempo venimos advirtiendo y
denunciando: en la últimas tres décadas, miles y miles de hectáreas de
diferentes cultivos han desaparecido de las chacras de los pequeños y medianos
productores formoseños”, denunció.