Testimonio comprometido de un paciente trasplantado
“Yo tengo una nueva vida gracias al servicio de salud de Formosa”
La realización de cada trasplante es posible gracias a la participación de la sociedad -representada en el acto de donar-, a la intervención de los profesionales de la salud de los establecimientos hospitalarios de todo el país, y al trabajo de los organismos provinciales de procuración pertenecientes al sistema sanitario argentino.
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Cuando Katia Giselle nació el 14 de agosto de 2019 la vida de Sergio Martínez tomó otra dimensión. Sabía que había nacido la persona más importante de su vida y le hizo una promesa: siempre estaría con ella, pero con un diagnóstico severo de salud comenzó a tener miedo de no poder cumplirla.
De profesión albañil, nunca tuvo un malestar que denotara alguna enfermedad, hasta que en diciembre del 2019 debió ser internado y comenzó a recibir diálisis por una falla en sus riñones.
Sin obra social, recurrió al sistema de salud público de la provincia de Formosa y comenzó un camino que lo llevaría hasta el trasplante de riñones. Fue primero paciente del Hospital Central y luego derivado al Hospital de Alta Complejidad.
“Cuando empecé –contó- una sesión de diálisis valía $50000, y yo estuve 4 años en ese tratamiento. Sé muy bien lo que costó mi tratamiento, por el que no pagué un solo peso”.
Como su salud fue desmejorando, ingresó en la lista de espera del INCUCAI para recibir un trasplante, y al cabo de un año se dio esa oportunidad: “Estuve internado 5 meses, mi acompañante y yo teníamos atención y alimentación las 24 horas, lo que dijeron es totalmente desconocido porque las personas que concurrimos a los hospitales recibimos lo que necesitamos y tenemos los profesionales que se precisan. Salgo a dar mi testimonio porque tengo mucho que agradecer al Gobierno y a sus profesionales”.
Emocionado al recordar los vaivenes que atravesó en su vida como paciente, dijo: “Yo tengo una nueva vida gracias al Gobierno”, y manifestó su miedo ante el candidato de la oposición que pretende privatizar el servicio de salud.
Sergio contó además que cuando recibió su diagnóstico sintió que su vida se desmoronaba, pero tenía claro que quería vivir para disfrutar de su pequeña hija, “por eso quiero destacar que tuve mucho apoyo del equipo de psicólogos del hospital, no es algo fácil de sobrellevar; en su momento tuve comprometidos no solo riñones, también el corazón y el hígado”.
Sergio dijo además que “solamente los que pasamos por esto sabemos que hay un estado presente”, y consideró que las demás personas deberían valorar el sistema de salud que ofrece Formosa.
Finalmente, sobre su actualidad, contó que debe concurrir al HAC una vez al mes para controles de rutina, recibe medicamentos costosos sin abonar un solo peso y mientras tanto disfruta de la vida junto a su familia, especialmente de la pequeña Katia, a quien está viendo crecer sana y fuerte.
Otro testimonio
Milena Fernández, de 27 años, vive en el barrio Guadalupe y agradeció también al Gobierno de la provincia por el tratamiento integral y gratuito que le cambió su calidad de vida.
Se le practicó una compleja intervención quirúrgica bucomaxilofacial “que en un lugar privado no podría haberlo hecho porque es muy costoso, y a pesar de que no tengo obra social, yo pude hacerlo sin tener que pagar nada”.
En mayo de este año Milena fue sometida a una cirugía ortognática de doble procedimiento, llevada adelante por profesionales del servicio de cirugía bucomaxilofacial del Hospital de Alta Complejidad. El complejo procedimiento quirúrgico se llevó a cabo a fines de mayo, con un equipo encabezado por el doctor José Echeverría, odontólogos y otros profesionales. También estuvo la odontóloga Silvia Rebholz, a cargo del tratamiento de ortodoncia que comenzó Milena en el Hospital Odontológico de Complejidad Integrada (HOCI), con anterioridad a la cirugía.
“Estoy muy agradecida por todo lo que me brindaron desde el primer día –dijo la mujer- Antes del tratamiento tenía muchos problemas de salud, que justamente, eran consecuencia de mi desvío mandibular. Mordía muy mal, tenía muchos dolores articulares, también de cuello. Tuve que ir a fonoaudiología y tenía afectado el oído. La cirugía resolvió todo y hoy puedo decir que estoy muy bien y muy agradecida con todo el equipo que me permitió superar mi problema de salud que tanto me afectaba”.
También agradeció “de todo corazón” a los profesionales del Hospital de Alta Complejidad y a los del Hospital Odontológico que llevaron adelante el tratamiento y “desde el día uno me explicaron todos los detalles de cómo iba a ser la cirugía, que tenían que hacerme una fractura para volver a acomodar mi mandíbula, que tenían que colocarme placas, tornillos y otros elementos; sonaba fuerte pero no fue traumático para mí, porque en todo momento, fueron súper amables, atentos y comprensivos conmigo, me cuidaron muchísimo”.
La internación en su pos operatorio fue de tres días, durante los cuales le hicieron un control estricto “y un seguimiento muy importante con un total acompañamiento, eso hizo posible que mi recuperación también sea muy buena y hoy estoy feliz de haber pasado por esa cirugía que me cambió la vida y que me devolvió la sonrisa”.
Hizo notar que el tratamiento, a su vez, le dio la posibilidad “de conocer al excelente equipo de profesionales con el que cuenta nuestro sistema público de salud en Formosa y con los tantos servicios gratuitos que tenemos a nuestro alcance los formoseños y formoseñas, gracias a que el Gobierno de la provincia, los pone a nuestra disposición”.
Trabajo articulado y en conjunto
Al hablar de su dolencia, Milena Fernández recordó que la cirugía fue parte de un largo tratamiento “que comencé cuando desde el Hospital de Día 2 de Abril, me derivaron al Hospital Odontológico de Complejidad Integrada, lo que demuestra el trabajo en red, articulado y coordinado que llevan a cabo los efectores de la red de salud pública provincial”.
Comentó asimismo que en el Hospital Odontológico fue atendida por el equipo del servicio de ortodoncia y ponderó “la atención excelente” que le dieron, no solo los odontólogos, sino también otros profesionales como “los psicólogos y los nutricionistas, por ejemplo, porque el tratamiento que sigo es integral”.
Cuando completó lo indicado por los especialistas en ortodoncia, la joven fue nuevamente derivada al servicio de cirugía buco maxilofacial del Hospital de Alta Complejidad, donde decidieron practicarle la intervención quirúrgica que, finalmente, permitió la corrección del desplazamiento de su maxilar inferior.
“La próxima semana –contó- tengo nuevamente turno con mi ortodoncista. En esa consulta vamos a planificar que me retire los brackets y con eso, ya finaliza el tratamiento. Estoy muy contenta por eso, y sumamente agradecida con todos los que me vienen acompañando en este proceso, que, sin dudas, valió la pena”.