El desafío de equilibrar las pantallas durante el receso escolar

Las vacaciones suelen traer consigo un cambio drástico en la cotidianeidad de los hogares, lo que frecuentemente deriva en un incremento del tiempo que los niños pasan frente a los dispositivos digitales. Ante esta realidad, especialistas en salud mental destacan la necesidad de recuperar el vínculo y la presencia para evitar que la tecnología desplace actividades esenciales para el desarrollo infantil.

La licenciada Andrea Valconte, referente del Servicio de Psicología del centro de salud “Fray Salvador Gurrieri”, aclaró que el problema no radica en la tecnología en sí, sino en su capacidad de monopolizar el tiempo libre. Según la experta, las pantallas son herramientas recreativas válidas, pero no deben sustituir el juego libre, el movimiento físico ni el encuentro con otros.

Uno de los puntos clave para las familias es el establecimiento de acuerdos horarios. Valconte sostiene que el rol de los adultos no es simplemente prohibir, sino acompañar activamente, interesándose por lo que los niños consumen y cómo se sienten. Además, se recomienda enfáticamente declarar "zonas libres de pantallas" en momentos críticos como las comidas y las horas previas al sueño, ya que el exceso de luz digital puede alterar el descanso, la concentración y el ánimo.

Los niños tienden a imitar las conductas de sus padres; por ello, el mensaje más efectivo es el ejemplo adulto y la disponibilidad emocional para compartir actividades simples y tiempo de calidad. En caso de detectar signos de aislamiento o malestar emocional, se recomienda acudir al centro de salud u hospital más cercano para recibir orientación profesional.