EL EXDIPUTADO PROVINCIAL FIJÓ SU POSTURA SOBRE EL ROL QUE DEBE ASUMIR EL RADICALISMO
Juvenal Iza exigió democratizar a la UCR, para construir una nueva conducción
“Mi querida UCR, no puede continuar siendo oposición o minoría; ante todo debe pasar a ser opción de gobierno, y no una mera oposición contestataria”, planteó Iza, utilizando un tono moderado, pero claramente profundo en sus convicciones.
El exdiputado provincial, Juvenal Iza planteó su mirada sobre el rol que debe asumir el radicalismo en la provincia, y “reclamó la democratización” partidaria para construir una nueva conducción, convencido de que sin esos cambios “hay peronismo para rato”.
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“Mi querida UCR, no puede continuar siendo oposición o minoría; ante todo debe pasar a ser opción de gobierno, y no una mera oposición contestataria”, planteó Iza, utilizando un tono moderado, pero claramente profundo en sus convicciones.
“El primer eje de discusión debe ser democratizar el partido, convocando a una amplia participación de afiliados, que permita una nueva conducción partidaria, aboliendo el nefasto y anticonstitucional artículo de la carta orgánica, que obliga a competir sólo con el aval de un número determinado distritos”, opino.
Para Isa, esa metodología “desecha a los que no cuentan con medios económicos, los que se logran a través de aportes que otorgan los cargos electivos nacionales, provinciales y municipales, llamados cupos”.
Acerando el tono, planteó la conveniencia de “homogenizar la ideología de los dirigentes”, porque no se puede “incorporar o realizar alianzas con liberales, peronistas resentidos y otros, sin un programa común de acción y sin un proyecto de provincia; ni se debe pretender hacer la ecuación de uno más, debe imponerse el uno es igual a dos. En política no da buen resultado, la ausencia de un marco de coincidencia en un programa, y básicamente la estrategia debe ser del pensamiento y del discurso, sin agravios y sin odios”, amplió.
“Paz y amor, dicen los predicadores, y nosotros debemos ser difusores de la empatía e ideas, fuerzas que generan bienestar, trabajo, y crecimiento para lograr el gobierno; sin gobierno no hay cambio, ni transformación”, insistió.
Redondeó sus ideales, al exigir la necesidad de “aumentar el arco de siembra, elevar el stock de gobierno, y que vuelva el algodón. El paso siguiente, sería reformular el Parque Industrial, para elaborar subproductos de la producción agrícola”, acotó, usando su reconocida inspiración discursiva, apoyada en su rico y variado lenguaje.
Para el ex legislador de la oposición, “un programa de gobierno debe ser anterior a las candidaturas, Carbajal – Neme (gobernador y vice); Buryaile – Naidenoff, y la re re re re, lo que da cuenta ante la sociedad, de dos íntimos perdedores eternos, y los otros recientes que juegan a la suerte, con dos años en el Congreso, con lo que seguramente hay peronismo para rato”.
Asumiendo ser conocedor del escenario político formoseño, insistió con “apurar los cambios, o pasara como en 2007, cuando no me dejaron ser candidato a gobernador, se pactó con Rhiner, y perdimos la elección, y una banca provincial”.
Dirigiéndose a sus correligionarios, aclaró que su “actitud y acción critica, surgen con el propósito de lograr un radicalismo de los nuevos tiempos, para triunfar y gobernar”.